Ni una butaca vacía para presenciar el show que había preparado Montibello con motivo de su 50 aniversario. La inspiración venía dada, en esta ocasión, de las grandes ciudades, donde la vida transcurre rápida y cambiante. Esta primavera-verano los urban effects que propone la marca son el Blondish y el Nude. Montibello le deja al estilista la labor de desarrollar sus propias creaciones en base a unas simples propuestas que pueden dar lugar a múltiples interpretaciones según la personalidad que le imprima el profesional. Como desde la propia empresa afirman "vendemos ilusiones para garantizar el éxito".
El desfile ha venido acompañado de frases poéticas y filosóficas en la megafonía que reforzaban la autoestima y la autenticidad. Los modelos, hieráticos en un principio, se han ido transformando en la pasarela. Las melenas se mostraban muy lisas y estructuradas, pulidas y brillantes. Los flequillos se presentaban pulcros, con muchas capas y distintas longitudes. Las largas coletas cobraban protagonismo en los looks.
Los modelos, vestidos de negro, se han ido transformado en la pasarela de un estilismo formal a otro desenfadado, mostrando la facilidad con que se puede conseguir un cambio radical con la ayuda de un profesional. Una chica cargada con bolsas de tiendas de lujo, un ejecutivo cansado de la monotonía y una atrevida cantante de jazz se han puesto en manos de los estilistas de Montibello para transformarse.
La nueva línea Decode de Montibello ha demostrado, una vez más, con qué rapidez se puede pasar de tener un pelo liso a uno ondulado, o cómo es de fácil intercambiar la frescura por la rebeldía o la sofisticación con unos simples toques de esta versátil gama de productos styling. Como desde Montibello aseguran, más que una línea de acabados, son un principio, una nueva forma de entender los looks, porque son infinitos y están siempre en constante transformación.