La cadena de peluquerías Twenty One by Esther Llongueras ha presentado concurso de acreedores en los juzgados de Barcelona afectada por la caída de actividad que ha provocado la crisis y que se ha acelerado en los últimos meses por la subida del IVA del 8 al 21% del año pasado.
El concurso afecta a las sociedades Peluquería y Maquillaje (Peyma) y Auxiliar de Productos Especiales de Peluquería (Apepsa), controladas por Esther y Adán Llongueras. El grupo dispone de 22 salones de peluquería que operan con las marcas Twenty One e Image en Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza, Palma, Sevilla y Oviedo, entre otras ciudades, y un centro de formación en Madrid así como un centro logístico en El Prat.
Fuentes judiciales explicaron que los principales acreedores de las firmas son un grupo de trabajadores, que salieron de la compañía en un ERE y que aún no han cobrado las indemnizaciones así como el propio padre de Esther Llongueras, el conocido estilista Lluís Llongueras, a través de la sociedades patrimoniales Llúria y Cavallé, propietarias de buena parte de los locales que albergan los salones de los que se adeudan alquileres. También las administraciones públicas, por retrasos en el IVA y en las cuotas de la Seguridad Social. El concurso, presentado por el abogado Amadeo Mor, pretende conseguir la reestructuración de las compañías, con un recorte adicional de cerca de un tercio de la plantilla, que ahora es de 300 personas.
Se da la circunstancia de que el propio Lluís Llongueras era presidente y accionista de Peyma hasta hace poco menos de un año, cuando las malas relaciones con su ex esposa, Lolita Poveda, y sus hijos mayores desataron un conflicto familiar que le llevaron a destituir a sus hijos del consejo de Isuc, la cabecera de su grupo, mientras éstos les despidieron de Peyma. Finalmente, ambas ramas de la familia alcanzaron un acuerdo para recomprar las participaciones cruzadas que tenían en distintas firmas y zanjar el conflicto.