Sabemos por cifras de 2011 que la incidencia calculada en España de la alopecia era de un 42,60%, afectando por igual a hombres y a mujeres. Hoy en día, estimamos que casi el 50% de la población padece alopecia, "con más del 90% de las alopecias del tipo androgénico y, por tanto, operables", dice Cristina Morante, directora médica de la clínica MC360.

Actualmente, el 20% de nuestros jóvenes de 20 años se ven afectados por algún grado de alopecia, e igualmente, sabemos que tiene más predisposición la raza caucásica en presentarla. De hecho, en el ranking mundial podemos ver cómo la población china presenta una incidencia únicamente del 17% de esta enfermedad. Según la especialista, "tan solo el 10% o, incluso menos de las alopecias que vemos, son alopecias no operables, como por ejemplo la alopecia areata".

Según Cristina Morante: "Padecer alopecia androgénica se deviene de múltiples factores, no solamente la predisposición de los genes, que ciertamente es importante en el caso de la alopecia en varones. El estilo de vida, además, cobra un rol fundamental en este tipo de alopecias, puesto que hay estudios que demuestran cómo el estrés juega un papel importante como detonante del comienzo de la calvicie".

Sabemos que momentos de estrés, como puede ser el fallecimiento de un ser querido, un postoperatorio o incluso el momento de pandemia que estamos viviendo, precipitan el comienzo o la exacerbación de la caída en sí misma. El estrés no solamente produce alopecia androgénica, sino que ·también es un detonante para los efluvios o caídas autolimitadas, así como la aparición de alopecias autoinmunes, como en el caso de la alopecia areata".

Hoy en día, estimamos que casi el 50% de la población en España padece alopecia, con más del 90% de las alopecias del tipo androgénico y, por tanto, operables.

En resumen, pertenecer a la raza caucásica y la predisposición genética en Europa, y particularmente en España, hace que los países europeos estén en el 'top 10' de los países que sufren en el mundo más calvicie. A eso, como hemos dicho, debemos sumarle un estilo de vida cada vez más estresante.
"Y como hemos adelantado, en el caso de los varones, la predisposición genética es alta, mientras que en la alopecia en la mujer está más relacionada con el propio estrés, los cambios hormonales, problemas endocrinos y, cómo no, con la menopausia", incide la especialista.

La alopecia androgenética está causada por el efecto directo de una hormona llamada DHT, derivada de la testosterona, que produce un daño paulatino en el riego del folículo, produciendo a su vez daño en los capilares que riegan el folículo. Ese daño mantenido en el tiempo provocará que el pelo disminuya de grosor, es decir, que "se miniaturice y que cada vez sea más fino, hasta el momento en el que el folículo por falta de riego termine muriendo", concluye Morante.









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