"He escogido esta fotografía en la que aparezco con unas tijeras, la herramienta básica del estilista. Para mí, que soy peluquero y además enseño el oficio (¡qué bonita palabra, oficio), el peine o las tijeras son una prolongación del cuerpo; son instrumentos que me gustan y con los que me identifico porque representan mi profesión. Las tijeras, y con ellas mi carrera, no sólo han sido mi trabajo, sino también mi pasión”. Así abre las respuestas a nuestra batería de preguntas Enric Llongueras. Algo más de 4 décadas en la peluquería y el reconocimiento internacional a su valía como uno de sus primeras figuras.
“Empecé desde cero, a los 16 años, en un salón anónimo, para después pasar por todos los departamentos de Llongueras.” Tras 10 años de labor incansable, y perfeccionándose con estudios de Psicología, especializándose en Psicoestética, obtiene el título de Director-Estilista y pasa a regentar el salón de Vía Augusta (Barcelona). Lo siguiente: “Participar junto a mi hermano Lluís en el nacimiento del Grupo Creativo, dedicado a la investigación de diseños, estilos y técnicas”.
Exhaustivo compromiso materializado en el “Método Llongueras”, libro de cabecera para cualquier peluquero que se precie. Enric Llongueras comienza a recorrer el mundo, y su periplo se convierte en una gira de grandes shows de un lado al otro del planeta.
Constante, comprometido, concienzudo y “artista –exclama-, sobre todo, artista”. Asegura que no le molestan las imitaciones, “pero que aún queda mucho que inventar en la peluquería.” Es consciente que el futuro pasa obligadamente por el recambio generacional “que aportará, sin duda, nuevos planteamientos”.
Y a pesar de su prestigio e interminable palmarés de premios y reconocimientos, declara: “No espero reconocimientos, sólo creo en el trabajo cotidiano.”
La mayor virtud de Enric Llongueras es:
Sinceridad y humildad
¿Un sueño alcanzado o inalcanzable?
Creo que lo he alcanzado… Lo que soy en este momento.
Su compromiso...
Con lo creado en Llongueras y con los colaboradores que tenemos en nuestros salones.
¿Y el mayor de sus defectos?
Ser demasiado meticuloso.
¿Alguna otra pasión aparte de las tijeras, que ahora nos quiera confesar?
Viajar, el golf y los amigos.
¿Y algo de lo que arrepentirse?
No
Le gustaría repetir...
Estoy muy orgulloso de lo que he conseguido en estos 43 años de carrera. ¡No me importaría repetirlo todo!
¿Cómo definiría la relación humana y también profesional que une a Enric y Lluís Llongueras?
Entrañable y con mucha complicidad.
Lo mejor de esta relación es....
La unión entre ambos.
¿Y lo peor?
No se me ocurre nada malo, tenemos una relación estupenda y podemos presumir de no haber discutido nunca.
Su proyecto más inmediato...
Continuar la trayectoria de los salones y seguir manteniendo el equipo Llongueras unido a esta empresa familiar.