"El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje
de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños".
Anónimo.
En la situación actual que nos ha tocado vivir, donde el MIEDO está omnipresente en nuestras vidas y en el que sólo nos acordamos de los triunfadores, es bueno recordar que tenemos derecho a equivocarnos. ¿Cuántos intentos hay antes de un gran invento? En el mundo científico muchos, y en el personal o profesional, también.
Es una realidad y en cierta medida una bendición. Las equivocaciones son oportunidades de aprender. No valoraríamos los triunfos si no supiéramos lo que es perder. Gracias a la equivocación podemos llegar a la humildad, a hablar con los demás, a trabajar en equipo y a seguir con los ojos abiertos. Bien pensado, no equivocarse debe ser muy aburrido.
Podemos equivocarnos, siempre que NO nos quedemos en el error y aprendamos a levantarnos. Deberíamos grabar en nuestras mentes que caerse es humano, pero levantarse es divino.
El temor al error lleva muchas veces a la inacción, a que no tomemos decisiones o tardemos mucho en hacerlo por miedo a equivocarnos. En realidad, muchas veces es preferible un error a tiempo que un acierto cuando ya es demasiado tarde.
El miedo, además de paralizar, no nos permite escoger el camino y avanzar, a pesar de sentir que éste pueda ser el acertado. A caminar se aprende caminando, y avanzamos si somos capaces de arriesgar y apostar por aquello en lo que creemos. ¡Bienvenido al cambio!
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