El gigante francés de la cosmética incrementó sus ventas, durante los primeros seis meses del año, gracias a sus marcas de lujo cuya rentabilidad aumentó un 23,4%. Un porcentaje que contrasta con la evolución del resto de divisiones de la compañía.
Las ventas de marcas como Lancôme, Saint Laurent, Armani y Kiehl's crecieron un 10,5%, mientras que otras más comerciales, como L'Oréal Paris, Garnier y Maybelline retrocedieron un 1,9%. Aun así, estas últimas todavía generan el mayor porcentaje de negocio del grupo.
La división profesional también retrocede
Otros sectores a la baja fueron la cosmética activa, que incluye firmas como La Roche Posay y Vichy, y los productos profesionales para peluquerías. Ambos retrocedieron entre un 4,6% y un 0,7%, respectivamente.
El Ebitda de la compañía aumentó un 7,1%, situándose en 2.530 millones de euros. Las previsiones son buenas a finales de año, gracias a la venta de la cadena The Body Shop por 1.000 millones de euros. La cadena de cosmética británica había aparecido en los medios debido a las pérdidas económicas que registraba.