"Nunca fui consciente de cualquier
otra opción que no fuera la de
cuestionar todo."
Noam Chomsky, lingüista, filósofo, politólogo
y activista estadounidense (1928).
A finales del pasado mes de diciembre se volvieron a alzar varias voces para pedir el regreso al IVA reducido (10%) en lugar del general (21%) para el sector de la peluquería. En esta ocasión, varios diputados de la oposición pedían, a través de una proposición no de ley, la rebaja del IVA que contribuiría a evitar el goteo de peluquerías que cierran puertas desde hace años. Las últimas cifras facilitadas por la Asociación Nacional de Empresas de Peluquería y Belleza hablan de 13.000 peluquerías obligadas a echar el cierre y la pérdida de 34.000 empleos en todo el país desde finales del año 2012 al 2015, curiosamente desde que el Ministerio de Hacienda aprobó la subida del IVA. El sector se vio obligado a enfrentarse a una crisis económica que generó un descenso en la frecuencia de visitas al salón, manteniendo el ticket medio para no perder clientela. Por lo tanto, se sirvieron de los recursos con los que contaban para hacer frente a una mayor carga impositiva. El resultado: despidos y abandonos de negocios.
Sin embargo, a principios del año 2015, el Ejecutivo hizo público que estudiaba una rebaja fiscal que aplicaría a la peluquería. El Gobierno se planteaba el IVA reducido (10%) para el sector. La medida se llevaría a cabo con la condición de que los ingresos tributarios así lo permitieran. Ha pasado el tiempo, y a pesar de las movilizaciones, mociones y proposiciones no de ley presentadas por numerosos profesionales en ayuntamientos, diputaciones y parlamentos autonómicos, no se ha producido la tan ansiada rebaja fiscal. El Gobierno sigue haciendo oídos sordos a las peticiones del sector.
Como ya señalan organizaciones representativas del sector, e incluso diputados de partidos políticos de la oposición, el Ejecutivo no se ha limitado a poner de manifiesto un total desconocimiento del sector de la peluquería. Por el momento, tampoco parece dispuesto a aligerar la carga tributaria que agrava la situación de una profesión regentada, en su mayoría, por mujeres al frente de sus negocios. Sin embargo, también es cierto que la presión aumenta en torno a esta cuestión y podrían haber cambios positivos en breve. Sin duda, sería una buena noticia para la peluquería, que encara un año nuevo con esperanza y buenos propósitos. Nuestros mejores deseos para que así sea.
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