Los factores hormonales y genéticos, junto al estrés y el ritmo de vida actual, está generando que el 30% de las mujeres mayores de 40 años sufran de alopecia androgénica. Esta pérdida de cabello origina, además del malestar estético, muchos problemas psicológicos en las afectadas. Sin embargo este tipo de alopecia tiene solución con tratamiento médico o, en casos extremos, mediante una operación de transplante de cabello.
La caída de cabello puede estar motivada por innumerables causas como pueden ser casos de anemia, dieta desequilibrada, tiroides, estrés, ansiedad, mala higiene y mal cuidado capilar, medicamentos, etc. Sin embargo, los expertos afirman que el 95% de los casos de caída de cabello en las mujeres está causado por factores androgénicos. La alopecia está considerada como tal a partir de una pérdida del 25% de la masa capilar y afecta a entre el 5-10% de las mujeres, sobre todo de raza blanca, donde su incidencia es 4 veces superior al de otras razas.
La alopecia androgénica, como su nombre indica, es un trastorno relacionado con los andrógenos (hormonas masculinas) y en su desarrollo inciden tanto factores hormonales como hereditarios. En estos casos, existe un exceso de transformación de testosterona en dihidrotestosterona (DHT) dentro del folículo piloso. Un exceso de DHT hace que el folículo se degrade y crezca débil y pequeño, produciendo la caída del cabello.
Aunque los andrógenos son hormonas masculinas (testosterona, androsterona y androstendiona), las mujeres también las tienen, y son mucho más importantes en volumen y cantidad que los propios estrógenos. Sus funciones en la mujer están relacionadas con el apetito sexual, aunque también tienen funciones de alerta en casos de estrés y en el metabolismo de hidratos de carbono.
Causas de aparición de la alopecia androgénica
La alopecia androgénica femenina tiene unas características muy definidas y está determinada por tres factores: envejecimiento, hormonas y herencia. Con la llegada de la menopausia y la pérdida de protección estrogénica, el problema de la alopecia suele acentuarse. La pérdida anormal de cabello es la respuesta del cuerpo a este cambio interno. La alopecia androgénica afecta a un 30% de las mujeres entre los 40 y 60 años, cuando su incidencia en mujeres más jóvenes es casi testimonial.
Pero no sólo influye la edad. En estados de alteraciones hormonales también es posible la aparición de esta alopecia, como pueden ser el embarazo, etapas de post-parto o dejar de tomar anticonceptivos orales.
Otra de las causas principales de la alopecia androgénica es la predisposición genética.
Diferencia con la alopecia masculina
Hay diferencias estéticas con la alopecia masculina. En la mujer, los cabellos de la zona frontal se mantienen normales, y sin embargo se cae o debilita el cabello en la línea central. El cabello es cada vez más fino o más corto, lo que permite vislumbrar parte del cuero cabelludo.
Trastornos psicológicos motivados por la alopecia
La alopecia puede provocar en la mujer graves trastornos psicológicos como baja autoestima, estados de angustia y depresión. En un reciente estudio realizado por la empresa Viviscal, se manifiesta que la mujer con alopecia no se siente a gusto consigo misma (19,6%), se siente menos femenina (4,5%), y esto le afecta en tal medida que incluso deja de salir a la calle (un 2,1%). Además, el 54% de las españolas reconoce que es un tema que no se habla mucho porque es incómodo, aunque les preocupa mucho (72,2%).
Diagnóstico de la alopecia en la mujer
Las mujeres con alopecia androgénica tienen varias opciones para solucionar este problema, pero nunca deben comenzar un tratamiento sin un diagnóstico previo realizado por un profesional.
La falta de esta información hace que el 97% de las mujeres que sufren alopecia intenten detenerla por sus propios medios. Sólo cuando ven que no remite es cuando deciden ir a un profesional. Aunque existen cientos de productos en el mercado que aseguran detener la caída y regenerar el cabello, sin un diagnóstico certero no puede haber solución.
Soluciones para la alopecia femenina
Existen varios fármacos que responden bien en estos casos. Uno de los más habituales es el Minoxidil, un fármaco de aplicación tópica.
También son eficaces algunos tratamientos hormonales como los antiandrógenos que, bajo control médico y ginecológico, pueden tomarse combinados con estrógenos. Estos antiandrógenos frenan la acción periférica de la testosterona a nivel folicular.
Se pueden tomar también vitaminas, minerales y aminoácidos como suplemento.
Si el cuadro clínico presenta una alopecia irreversible, la solución está en el transplante. Es una simple intervención de microcirugía consistente en la extracción del propio pelo de la paciente. La parte donante es la zona posterior de la cabeza y los implantes se realizan en las partes despobladas. Los cabellos transplantados no vuelven a caer y crecen de una manera normal.