El amoniaco es un compuesto químico formado por un átomo de nitrógeno y tres de hidrógeno (NH3). Su nombre proviene de un químico sueco, Torbern Bergman, cuando lo descubrió en forma de gas en las cercanías del templo del dios egipcio Amón, en Libia. De ahí viene su nombre: ammoniakón, perteneciente a Amón.

A temperatura ambiente es un gas incoloro y de olor muy penetrante. Se produce por descomposición de la materia orgánica (nosotros diariamente producimos amoniaco en nuestro cuerpo), pero también se fabrica artificialmente. Es muy volátil (se evapora rápidamente) y se disuelve en agua con mucha facilidad. Otra de sus características es que es fácilmente biodegradable y es consumido por plantas y animales por su alta dosis de nitrógeno.

Su fabricación se realiza mayoritariamente para producir abonos, aunque también para confeccionar plásticos, explosivos, productos de limpieza y… tintes para el cabello.


Historia del tinte con amoniaco

En 1907, Eugène Schueller, fundador de L'Oréal, revolucionó el mundo de la peluquería al crear la primera tintura comercial para el cabello. Su descubrimiento se basó en la p-fenilenediamina. A partir de entonces, la mayoría de las tinturas químicas contienen el mismo compuesto de Schueller, así como amoniaco o peróxido como agentes que colorean la cutícula del cabello.


Uso del amoniaco en peluquerías

La mayoría de las tinturas del mercado son las llamadas tinturas permanentes, que son las que obtienen resultados más duraderos, ya que la tintura penetra hasta las raíces del cabello. Aunque el color se destiña y crezcan nuevas raíces, la tintura permanente permanece hasta que se corte el cabello. Existen dos tipos de tinturas permanentes, las de oxidación y las de coloración progresiva, y trabajan a base de reacciones químicas que abren la cutícula para después penetrar a las moléculas de pigmentación del cabello.

La mayoría de estas tinturas permanentes funcionan con un componente de dióxido de hidrógeno al 6% en agua y una solución de amoniaco, que trabajan para disolver y remover los pigmentos naturales para después agregar colores. Una vez mezclada la tintura, la solución de amoniaco se aplica al cabello, que hincha la cutícula y remueve los pigmentos naturales para colorear las células. El proceso de hinchazón sirve para anclar los pigmentos de color de forma permanente en el cabello. La capacidad de hinchazón del cabello es mucho mejor con amoniaco que con las alternativas que últimamente se están presentando en el mercado.
Los tintes con amoniaco poseen propiedades excelentes para dar brillantez, cubrimiento eficaz para las zonas grises y gran durabilidad del color.

Una de las ventajas del amoniaco es su volatilidad. El cabello se hincha por su efecto, pero vuelve a su posición normal cuando se evapora el amoniaco, y el PH del cabello vuelve a los niveles iniciales. Otros tintes sin amoniaco utilizan otras sustancias alcalinas que, debido a su lenta volatilidad, hace que el PH permanezca constante durante más tiempo.


Los inconvenientes del amoniaco

Sin lugar a dudas, el amoniaco tiene bastantes detractores por diversos motivos. Aunque su uso en los productos de tinte profesional es bastante seguro y, como hemos mencionado, mejora el rendimiento del color, el desagradable olor que desprende hace que no estemos seguros sobre su peligrosidad.
Y es que el amoniaco es tóxico y, en concentraciones elevadas, produce irritación de garganta, inflamación pulmonar y daños en las vías respiratorias y en los ojos. Debemos tener claro esto: en concentraciones elevadas es peligroso. Las concentraciones en tintes suelen ser bajas, y por este motivo, además de ser seguro, las marcas siguen apostando por el amoniaco aunque tengan a la venta otras líneas de tintes sin amoniaco (menos efectivas para el tinte).


Efectos nocivos del amoniaco

Aparte de lo mencionado anteriormente, el amoniaco gaseoso puede producir irritación, quemaduras y ampollas en la piel, pero en concentraciones atmosféricas superiores a 300 ppm, cosa que no encontraremos haciendo uso de los productos elaborados para el tinte. Otra cosa es que manipulemos nosotros mismos el amoniaco para fabricar tintes caseros…

Debemos pensar que, además de que nuestro cuerpo fabrica amoniaco, si lo consumimos a través de alimentos o en el agua, se transforma rápidamente en otras sustancias no perjudiciales o lo eliminaremos en la orina en unos días.
Es poco probable que una cantidad significativa de amoniaco en tinte pueda ser consumida accidentalmente sin producir un vómito de forma refleja. La ingestión accidental de colorantes para el cabello no ha sido, en general, causa de significativos problemas para la salud. Eso sí, en el caso de embarazo, es conveniente no usar tintes con amoniaco, ya que puede llegar al feto a través de la sangre. El amoniaco es una sustancia altamente perjudicial para el desarrollo del feto.

El Hospital Carlos Haya de Málaga advierte de su peligrosidad para los peluqueros y clientes A pesar de que, insistimos, un uso correcto de los tintes que venden las marcas no debería ser un peligro, Leandro Martínez, responsable de la Unidad Láser de Dermatología del Hospital Regional Carlos Haya de Málaga ha declarado que los tintes capilares elaborados con amoniaco pueden ser perjudiciales para el profesional y sus clientes.
Según él, estos problemas se manifiestan en forma de dermatits irritativa o alérgica y pueden incluso afectar al sistema respiratorio y a otros órganos. También puede producir inflamación, picor y descamación del cuero cabelludo. Asimismo, declara que las personas más vulnerables son aquellas con dermatitis seborreica previa, psoriasis o piel sensible. En la misma reunión donde se realizaron estas declaraciones, se hizo un llamamiento para que el Gobierno prohíba el uso del amoniaco, ya que ha llevado al 33% de los peluqueros a la baja laboral por problemas respiratorios.

Nosotros no hemos podido verificar estos datos, que nos parecen muy elevados, ni tan siquiera hemos podido encontrar las investigaciones que han llevado al responsable de la Unidad Láser de Dermatología del Hospital Regional Carlos Haya de Málaga ha realizar dichas declaraciones, por lo que no podemos ni poner en duda ni contradecir tales informaciones. Es evidente que un paciente con problemas de dermatitis no se debe poner nada que contenga amoniaco. Ni amoniaco ni ninguna otra sustancia que le pueda producir irritación, ya que hay tintes sin amoniaco que llevan otras sustancias que también pueden ser perjudiciales en caso de dermatitis.
Lo que si es cierto es que un uso excesivo de tinturas permanentes pueden conducir al resquebrajamiento del cabello debido a una excesiva sequedad.









Recomendamos