Erigido sobre una superficie de 77.000 m2 en Parma (Italia), el complejo ocupa alrededor de 11.000 m2 (equivalente al 20% del área total) e incluye espacios dedicados a las oficinas, a la formación, al laboratorio de Investigación y Desarrollo, a la planta de producción, al almacén, además de un gran invernadero central que acoge el restaurante y un espacio de co-working.

La superficie restante (alrededor del 80% del área total), proyectada por el famoso estudio de arquitectura paisajística Del Buono Gazerwitz, está destinada a espacios verdes de diversos tipos, entre los cuales se cuenta un huerto científico en el cual se cultivan algunas de las especies vegetales presentes en las formulaciones cosméticas.

Coherentemente con el espíritu que anima cada actividad del grupo, el Davines Village ha sido pensado para transmitir un mensaje de profundo cuidado por las personas y el medio ambiente. Transparencia, liviandad, naturaleza, sostenibilidad, comunidad y bienestar son algunas de las palabras clave que identifican el proyecto y se expresan a través del conjunto del diseño, las soluciones técnicas y constructivas sostenibles y virtuosas adoptadas y la elección como materiales predominantes del vidrio y la madera. Todo ello pensado por y para el bienestar de los empleados.

"El alma de Davines se expresa a través de sus profundos valores de la cual Davines Village constituye el emblema: una sede donde cobra vida el concepto de Belleza Sostenible que perseguimos cada vez con mayor empeño y pasión. El virtuoso proyecto arquitectónico que se ha hecho realidad pone en su centro el bienestar de quienes trabajan allí y se propone representar un lugar donde ética y estética conviven en equilibrio armonioso", dice Davide Bollati, presidente de Davines.

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