En el año 1983, Wendy Farrier, empleada del Museo Madame Tussaud (Londres) le cortó un trozo de cabello a David Bowie. La estilista quería elaborar una peluca para la figura de cera que inmortalizaría al artista británico. Farrier, fan del Duque Blanco, decidió guardar el mechón durante 33 años. A finales del pasado mes de junio, la casa de subastas Heritage Auctions subastó el codiciado trozo de pelo junto con otras pertenencias de Bowie, seis meses después de su desaparición. El precio de salida fue de 4.000 dólares, aunque finalmente se alcanzaron los 18.750 dolares (cerca de 17.000 euros). Un valor que superó las expectativas iniciales.
El mechón se adquirió dentro de un marco, acompañado de una foto de Farrier con Bowie el día que se lo cortó. Así se aprecia en la web de la empresa que lo subastó. Parece ser que la empleada destinará parte de los ingresos a la Soi Dog Foundation, una ONG que cuida perros y gatos abandonados en Tailandia. Junto con el trozo de cabello, se subastó una copia del álbum Hunky Dory con autógrafo incluido, un dibujo también autografiado por el cantante, un disco de oro de su trabajo Let's Dance y un artwork alternativo del álbum Station to Station. Bowie falleció el pasado 10 de enero, dos días después de cumplir 69 años, víctima de un cáncer de hígado.
La guitarra de Prince
Junto con los objetos de Bowie, se subastó una guitarra del recientemente fallecido Prince. El genio de Minneapolis, como se le conocía en el ámbito musical, la tocaba en sus primeros vídeos y conciertos, hasta que se le rompió durante su actuación en un programa televisivo francés. Aunque la hizo arreglar, el artista la reemplazó, con el tiempo, por las guitarras Cloud que tanta fama le dieron. La guitarra se sacó a subasta valorada en 137.500 dólares. Prince Rogers Nelson murió el pasado 21 de abril a los 57 años de edad.