Era la noche más esperada y el Auditórium Norte del recinto ferial Ifema, feria de Madrid, extendió la alfombra roja para dar entrada y cobijar los pasos de la peluquería española, muchos de sus profesionales y por supuesto a sus ganadores y finalistas.
Si hay algo que nos guste especialmente de estos premios, entre otras cosas, caso de su impronta y prestigio a la búsqueda del impulso de la industria, es precisamente la alfombra, la alfombra roja, la que muchos han dado en llamar red carpet. Pero no porque allí y sobre ella brilles como una estrella, no, sino porque es el momento previo, ése en el que reinan los nervios y abrazos y frases y besos. Donde puedes verles a todos reunidos, hombres y mujeres que hacen de su profesión, salones, equipos y clientes su razón para la vida, la razón de su existencia. Así lo confiesa la mayoría, así lo reiteran quienes luchan por llevarse esa noche a casa y bajo el brazo la estatuilla más codiciada, la estatuilla Fígaro.

A punto de cumplir 10 años desde su creación, esta novena edición cambiaba de escenario, no por nada, simplemente porque la pasarela habitual está en proceso de nueva construcción, algo que agradecemos sinceramente puntualizara la presidenta del Club Fígaro, Felicitas Ordás, en su discurso de bienvenida, porque la mayoría lo desconocía y así incluso nosotros mismos tuvimos que explicar en los minutos y días previos a la gala más esperada del año.

Platea, butacas, pasarela...

Platea y butacas eran un bullicioso escenario en el que se prodigaban saludos, holas, ahora te veo y se palpaba inquietud y ganas de ver el espectáculo, el cual no defraudó, acercándose cada vez más en sus desfiles a la moda y sus pasarelas. Y todo ello con el handicap de dotar al Auditórium de una propia, pasarela, que permitiera desarrollar un show al uso sin perder un ápice de grandeza, aroximando cada propuesta al público asistente. Hemos de decir que sinceramente, y dada las condiciones e infraestructura de dicho auditórium, en general, la novena gala de entrega de los premios Fígaro, patrocinada por Revlon Professional, nos pareció bien resuelta.
Este año, también, apostando por el jurado y distintos profesionales peluqueros tanto en la apertura del sobre de los ganadores como en la entrega de la estatuilla, todos utilizando para ello un discurso breve, haciendo que el ritmo no se perdiera ni que la noche se alargara más de lo necesario. Una gala conducida por el periodista Sergi Bancells, nuevo Embajador Internacional Club Fígaro y nuevo rostro también elegido para esta tarea, la de presentador, a la que dotó de personalidad propia, frescura e incluso momentos de perfecta y divertida improvisación.
Aquí, Sergi, nos ganaste por la manga, por lo menos a mí, yo confieso, cuando te sacaste de la chistera la celebérrima frase con la que sentara cátedra y culto en la ciencia ficción la cinta Blade Runner y su replicante Roy Batty al decir con voz queda: "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais."
Sergi utilizó dicha sentencia para recorrer el mundo y contar las cosas que ha visto de la peluquería española en el planeta "y vosotros no creerías", de tanto que ha hecho y conseguido.

Y tras el impás necesario y el saludo de la presidenta de Club Fígaro, Felicitas Ordás, llegó el momento crucial, la entrega a los ganadores y reconocimiento Fígaro.

Y los 15 ganadores 2018 que pasan a los anales de la historia de la peluquería española son:

Peluquero Español del Año: Carlos Valiente. Salones Carlos Valiente. Alzira, Valencia.
Un hito más en la carrera de este valenciano de pro y talante universal que con Dona da un paso más hacia el universo en el que los límites no existen. Carlos optó por una pasarela que aprovechó no sólo como escaparate de tendencia y vanguardia, sino de defensa igualitaria de la mujer a través de la sensibilidad y el texto de la joven periodista y escritora, Luch García.

Peluquero Revelación: Juanvi Camarasa. De Sancho Estilistas, Valencia. Juanvi lo consigue por fin, no podía estar más contento, ilusionado, feliz. En Blow, la colección que le impulsa, Juanvi domina con facilidad pasmosa las reglas del corte y el color más intrincado. De Sancho, ha sido su maestro y él le pone lo que de esfuerzo y pasión le han catapultado a los puestos de cabeza.

Colección Comercial Masculina. Paco López. The Barbershop by Paco López, Sevilla. Paco, se marca un zapateado a manos llenas de compases, en el que el hombre opta por desprenderse de clichés y etiquetas y elige ser abanderado de las más sofisticadas y elegantes 'influencias' anglosajonas con su colección Influencia.

Colección Comercial Femenina. Landry Agres. Milk, San Sebastián. Puro charmé francés para un creador que maneja a la perfección todos sus trucos, recursos y secretos en Skandal, 4 top looks a la última que pisan fuerte, y sientan cátedra, moda y tendencia.

Colección de Vanguardia: Manuel Mon, Salón Manuel Mon, Oviedo y Gonzalo Zarauza, Centro Beta, San Sebastián. (Con una colección realizada en conjunto). Qué decir de la colección Graphite, qué decir de su pasarela, de sus modelos, estilismo, styling, fantasía, vestuario, maquillaje, potencia. La que pasa a ser a partir de este momento una de las parejas del año consiguió una espectacularidad de tal calibre en su confección y puesta en escena, que la pasarela desapareció bajo los pies de Graphite.

Pasarela Fígaro: Carles Sánchez, Pelsynera, Barcelona. Carles, o lo que es lo mismo, Pelsynera, o viceversa disfruta de un sello personal e intransferible desde sus orígenes que le distingue y le hace único. Un de los sellos de autor en peluquería incólumes e incorruptibles que con 'Punto de Mira' arrancó en tres ocasiones, pude contar, el aplauso de las butacas, que así le premiaron desde que el primer zapato, pie, pierna, vestuario, cabeza y cabello de su desfile se decidieran a pisar la pasarela. Carles se llevaba consigo el reconocimiento de un trabajo espectacular, poderoso hasta tal punto que llega a resultar irreverente a consecuencia de su falta de imperfección.

Llegados hasta aquí la novena edición de los Premios Fígaro es el preludio de su décima convocatoria y aniversario. La novena, ha sido más abierta y plural, hemos disfrutado de algunos nombres que en otras ocasiones no habíamos visto entre los finalistas y seleccionados. Y nos ha gustado. No hemos de olvidar que el objetivo de una acción de esta envergadura es representar lo máximo posible a la industria, sin obviar tampoco, claro está, que sólo las colecciones y profesionales destacados por sus cualidades son las y los que han y deben estar entre los competidores.
La 10ª gala de los premios de la peluquería española, en 2019, representará un meridiano, reto y acicate a partir del cual seguir adelante, en marcha y no estancarse. Para hacer aún más extensa su amplitud de miras. Esperamos mucho de ella. Y con su aniversario y ceremonia, "poder llegar a ver cosas que el resto no creerían..."









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