¿A dónde vas, Belleza?
Este es el slogan de Cosmoprof 2009, el cual nos da una idea del control y el buen funcionamiento de una feria que lleva más de cuatro décadas como cita ineludible para todos los profesionales del sector de la belleza.
Esta pasada edición, a pesar de que la crisis se dejara notar, arroja unos datos muy interesantes que le siguen otorgando el liderazgo sin ninguna duda.
Según datos de los organizadores, los expositores quedaron satisfechos con su presencia, traduciéndose en que ya un 30% de los espacios para el año 2010 se contrataron en la misma feria.
Este año, la comunicación previa de nuevas actividades profesionales y de negocio ayudaron a que los visitantes pudieran aprovechar al máximo su visita: una cena con más de 100 profesionales sumamente cualificados, cuyo objetivo era ahondar en soluciones y nuevos caminos para desarrollar sus negocios; más de 150 reuniones organizadas por Cosmoprof, que permitieron desarrollar nuevas vías de comunicación y relaciones comerciales entre los visitantes, y una plataforma internacional de relaciones humanas y de comercio, son solo algunos ejemplos.
Los números hablan por sí solos.
- 31.000 entradas vendidas por Internet: 63% más que el año pasado; un tercio de toda la venta. Todo un récord.
- 2.248 expositores: 3% más que el año pasado.
- 1.323 expositores extranjeros: 60% del total de los expositores.
- 60 países representados.
- 91.000 m2 para exposición:
3% más que el año pasado. - 513 periodistas acreditados.
- 139.523 visitantes: 7,5% menos que en 2008
- 33.338 visitantes del extranjero: 14,9% menos que en la anterior edición.
- 106.185 visitantes italianos: 4,8% menos que el año anterior.
A pesar de todo, cabe destacar la no presencia de L'Oréal en el evento, justificado por las numerosas actividades que esta firma lleva a cabo este año por todo el mundo, debido a su 100 aniversario.
La inversión en el montaje de stands de diseño también se dejó notar, salvo algunas excepciones como la del grupo Pietranera.
Con estos datos, podemos decir que la "fiera" sigue rugiendo con fuerza, aún en los momentos más difíciles.