Cada vez más implantada, la tendencia del consumo apunta a lo natural.
Noticias y titulares nos inundan con activos buenos y otros que supuestamente no lo son. Sobre todo cuando se trata de cosmética para la piel.
Pero, ¿qué pasa con la cosmética para el cabello?
Pues algo muy similar, que las etiquetas se han de leer. Eso sí, ante todo, con conocimiento. Porque sinceramente, son demasiadas las ocasiones en realidad en las cuales se desconoce el verdadero significado de lo que un champú o una mascarilla contiene o no y cómo afectaría ello a nuestro pelo y cuero cabelludo y al de nuestro cliente, por supuesto.
La experta en recuperación capilar de Aquarela Peluqueros, Valeria Costa, señala que la oferta de productos cosméticos para el cuidado del cabello es tan grande que muchas veces nos dejamos llevar por la primera impresión y obviamos lo verdaderamente importante a la hora de realizar cualquier compra: leer la etiqueta. "En ellas tenemos toda la información necesaria para saber si estamos adquiriendo un buen producto... O no" asegura. Aunque, en el caso de los productos capilares hay ingredientes que generan una mayor confusión.
Tres ingredientes a examen
En concreto, los ingredientes más debatidos o nombrados son tres, sales y sulfatos, siliconas y parabenos.
Vayamos uno a uno:
SALES Y SULFATOS.
A menudo, ambos términos se confunden, pero se trata de ingredientes distintos. Los sulfatos son productos detergentes que generan espuma y limpian a fondo el cuero cabelludo, irritando el cuero cabelludo y produciendo picor, caspa y sequedad.
Por otro lado, la sal sirve para aportar espesor y consistencia al champú, pero, debido a su composición, deshidrata el cabello. Por eso, el uso de productos sin sal ni sulfatos mejora considerablemente la salud del cuero cabelludo y, además, alarga la duración del color en el caso de cabello teñido.
SILICONAS.
Al contrario de lo que se piensa, el uso moderado de productos que contengan siliconas no perjudica nuestro cabello. Se reconocen bajo el nombre, aquellos ingredientes acabados en 'cone', 'conol' y 'xane' y sirven para mejorar el aspecto del cabello porque rellenan los huecos de la hebra dotándolo de suavidad y apariencia sedosa.
Pero es importante saber que las siliconas no desaparecen, sino que permanecen sobre la cutícula. Por eso, si abusamos, esta ‘capa protectora’ puede saturar y dificultar la oxigenación natural del cabello provocando deshidratación, cabello graso o picores en el cuero cabelludo.
Leer la etiqueta. "En ellas tenemos toda la información necesaria para saber si estamos adquiriendo un buen producto..."PARABENOS.
Hoy en día es fácil leer en las etiquetas frases como ‘Sin parabenos’ o ‘Libre de parabenos’, siendo cada vez más las marcas que prescinden de ellos en sus productos debido a su mala prensa. Su principal función es conservar el producto para evitar que pierda su efectividad, pero desde abril de 2014 la Unión Europea prohibió el uso en cosméticos de los parabenos de cadena larga (isobutilparabeno, fenilparabeno, bencilparabeno y pentilparabeno) porque diferentes estudios los asocian a problemas de la piel, alteraciones del equilibrio hormonal e incluso se han llegado a relacionar con el cáncer de mama.
En cualquier caso, y en lo referido a los parabenos, asegura Valeria Costa, "no existe unanimidad de la comunidad científica sobre su uso ni conclusiones definitivas al respecto".