Con una estética rompedora, al más puro Barber Old School, y una mujer barbera, directora de salón y experta colorista, en toda regla, Por Fin Estilistas, en el madrileño barrio de Getafe es un soplo de aire fresco y motivador en el mundo barbero. Y no solo eso, también lo es para la peluquería en general. ¿Por qué? Pues porque a su pericia, maestría, estética, imagen y servicios une el 'expertise' de los barberos y barberas, empezando por su artífice, Conchi Gálvez, y siguiendo por su motivado equipo. Que además, no solo practica la barbería, sino que también atiende a la mujer y cuida de su cabello, estilo y peinado.

Son ellas quienes aquí mandan, hacen y deshacen con la batuta de la navaja y la tijera abriendo el camino. Y son ellas, efectivamente, quienes saben y ejercen el poder y dominio de esta ciencia y arte que no es otro que el de la barbería en particular y la peluquería en general.

Nos encanta hablar de las nuevas mujeres barberas y profesionales de salones que lo apuestan todo al servicio y la calidad extremas. Aunque para Conchi, Concepción Gálvez, hoy nuestra protagonista, lo de la pasión por esta profesión milenaria ahora en expansión, la barbería, le viene de lejos... ¡Desde el principio! Cerca de 3 décadas, se dice pronto, trabajando por y para la labor que le ocupa y preocupa, y por la que lucha a diario.

En mi salón ¡'Por fin'! quise fusionar mis dos grandes pasiones, creando un espacio con dos conceptos diferentes: la barbería enfocada en el cuidado integral del cabello y la piel para el hombre, y para la mujer un concepto de cuidado integral de su pelo y el color, que es mi otra pasión.

BEAUTY MARKET: Conchi, nunca mejor dicho, “Y Por Fin”, una nueva mujer barbera en Madrid y en nuestro país. ¿Por qué la decisión de abrir una barbería?
CONCEPCIÓN GÁLVEZ: La barbería ha sido mi gran pasión en los 26 años que llevo en la profesión, culminada hace seis cuando pude cumplir mi sueño de montar mi propio salón, ¡'Por fin'! En él quise fusionar mis dos grandes pasiones, creando un espacio con dos conceptos diferentes: la barbería enfocada en el cuidado integral del cabello y la piel para el hombre, y para la mujer un concepto de cuidado integral de su pelo y el color, que es mi otra pasión. Este último es uno de los servicios estrella de mi salón donde, cada uno de los miembros de mi equipo, combina creatividad y profesionalidad. Tengo la suerte de tener un equipo 10 (Conchi no se resiste a decirlo desde el principio. Se siente orgullosa de su salón y su equipo. Y por eso esboza un gesto no disimulado de satisfacción en el rostro y la voz).

B.M.: ¿La barbería sigue manteniendo el listón, sigue siendo un boom?
C.G.: Digamos que se ha normalizado. Cierto es que, la barbería como tal tuvo un momento muy propicio hace unos años aprovechando el renovado interés por el estilismo masculino. Vivimos en una sociedad que trata de cuidar al máximo la imagen y, en este sentido, los hombres han ido adquiriendo una mayor conciencia sobre su aspecto, razón por la que tratan de cuidarlo y mejorarlo en la medida de sus posibilidades.

B.M.: ¿Cómo se traduce eso en cifras? ¿Se gana más con una peluquería que con una barbería o viceversa?
C.G.: En cuanto a la rentabilidad económica, la barbería sigue estando a años luz comparada con la peluquería tradicional. En este sentido, y aunque los progresos son evidentes, los hombres siguen estando muy por detrás en lo que a las cifras se refiere.

B.M.: ¿Crees que el cliente masculino elige antes una barbería que una peluquería?
C.G.: Indudablemente sí. Suelen ser más proclives a confiar en un profesional de su propio género por razones de afinidad o confianza.

El salón es el lugar en el que paso la mayor parte de mi vida, de ahí que trate de aunar estilo y darle confortabilidad al espacio. Un lugar de encuentro en el que todo el que entre en él se sienta como el verdadero protagonista que es.

B.M.: Abres Por Fin Estilistas en 2016, de por medio y hasta aquí, una pandemia. ¿Cómo lo has superado? ¿Cuál es el resumen de tu evolución en este tiempo?
C.G.: Desde luego, no ha sido nada fácil. La pandemia ha trastocado todo a todos los niveles obligándonos a adaptarnos a casi cualquier circunstancia. Aún con todo ello, lo mejor es que parece que al fin estamos dejando atrás esta terrible enfermedad que tanto dolor ha causado. Por naturaleza soy una persona sumamente optimista que trata de sacar una enseñanza de cada uno de los aspectos que afectan a mi vida. Sin duda (hace una pausa...), esto nos ha hecho más fuertes (lo dice segura, y afirma con un movimiento de sus manos), adaptándonos y preparándonos como equipo y negocio para seguir progresando y creciendo profesionalmente.

B.M.: Un salón al más puro estilo Old School. ¿Cómo lo decoraste, qué querías y quieres transmitir al cliente con la decoración elegida? ¿Qué supone la decoración a la barbería?
C.G.: Para mí la decoración es una prolongación de mi personalidad. Es mi sello. El salón es el lugar en el que paso la mayor parte de mi vida, de ahí que trate de aunar estilo y darle confortabilidad al espacio. Un lugar de encuentro en el que todo el que entre en él se sienta como el verdadero protagonista que es (Miramos a nuestro alrededor y pensamos: ¡es cierto! Qué salón más bonito, acogedor y espectacular en sus motivos y atención).

B.M.: Al pensar en el hombre en peluquería y barbería lo hacemos generalmente en términos de corte, ¿pero y el color? ¿Los hombres quieren color para su pelo, o incluso, su barba?
C.G.: Sí (afirma segura, sin duda alguna), aunque no en el mismo nivel que la mujer. Primavera y verano son las estaciones donde el cliente masculino demanda mayoritariamente este tipo de servicios en el que puedo desarrollar tanto en barba como en el cabello el color deseado.

B.M.: ¿No existen demasiadas barberías? ¿Cómo te distingues de la competencia?
C.G.: Yo siempre digo que la demanda siempre regula el mercado. Si existen un número determinado de barberías es porque existe también un mercado masculino que necesita sus prestaciones. En mi caso trato de dar siempre un servicio de calidad acorde con las exigencias y gustos de mis clientes, tratando siempre de estar a la altura de sus expectativas.

Personalmente, yo no distingo entre hombres y mujeres a la hora de realizar un servicio. Hay buenos barberos/as que son excelentes profesionales y otros que no lo son tanto pero esta excelencia va en consonancia con su trabajo, no con su género.

B.M.: ¿Existen diferencias y/o desigualdad entre mujeres y/u hombres barberas(os)? ¿Lo tienen más difícil las mujeres barberas?
C.G.: Rotundamente si (sonríe). Quizá sea una cuestión de educación o simplemente de afinidad. Personalmente, yo no distingo entre hombres y mujeres a la hora de realizar un servicio. Hay buenos barberos/as que son excelentes profesionales y otros que no lo son tanto pero esta excelencia va en consonancia con su trabajo, no con su género.

B.M.: ¿Por qué te decides a convertirte en empresaria, dueña de tu propia barbería?
C.G.: Fue una cuestión de independencia (hace una pausa antes de su siguiente frase en esta respuesta). Tenía claro que para plasmar mis ideas, mis creaciones, desarrollar mi propio sello era la única forma de lograrlo. Trabajar en otros salones te ofrece la oportunidad de adquirir conocimientos, bagaje profesional e intelectual, coger un poquito de aquí o algo de allá hasta modular o afinar tu propio estilo. Pero es evidente que si después quieres ofrecer éstos al público solo lo puedes hacer creando tu propia empresa.

B.M.: ¿Qué ha sido lo más difícil de la experiencia?
C.G.: Encontrar profesionales y crear equipo.

B.M.: ¿Con qué equipo cuentas? ¿Cuál es tu relación con ellos? ¿Cómo les motivas y educas?
C.G.: Actualmente somos cinco los profesionales que formamos la plantilla. Disfrutamos de una relación maravillosa, formamos una pequeña familia y así debe ser dado que pasamos juntos gran parte del día. La labor en equipo es esencial en nuestra profesión y es precisamente esta cercanía la que estimula la relación tan estrecha que existe entre todos nosotros. Nuestra motivación no es otra que nuestro afán de superación, el querer mejorar cada día para lograr la excelencia y que nuestros clientes quieran repetir su experiencia con nosotros. Para ello es fundamental la formación que a través de I.C.O.N. recibimos cada semana y que nos permite ser un poquito mejores cada día.

Nuestra motivación no es otra que nuestro afán de superación, el querer mejorar cada día para lograr la excelencia [...] Para ello es fundamental la formación que a través de I.C.O.N. recibimos cada semana y que nos permite ser un poquito mejores cada día.

B.M.: ¿Existe formación de calidad en barbería en nuestro país?
C.G.: Si, aunque los centros que se dedican a esta labor, en mi opinión, sean todavía escasos en sus programas de formación.

B.M.: ¿Cuál es tu mejor cualidad como barbera?
C.G.: Sin duda escuchar al cliente y plasmar lo que mis clientes desean. En este sentido me hago llamar “pelucóloga” (ríe). Te explico, 'pelucóloga' debido a la relación tan estrecha que terminamos estableciendo estilistas y clientes. Es tan real el grado de afinidad que los clientes comienzan entregando el cuidado de su cabello, para después confiarte sus tristezas o alegrías cuando tocan… (Reflexiona...) No deja de ser algo muy íntimo y personal.

B.M.: ¿Qué es lo que más te gusta hacer en el día a día?
C.G.: Crear mi estilo dando forma al corte y, ¡cómo no, a la coloración! (Desprende pura pasión).

B.M.: Tu marca de cabecera es I.C.O.N., ¿por qué la elegiste para tu salón?
C.G.: Principalmente porque es la que me acompaña en mis ideas y características. Además, todos sus productos están elaborados con ingredientes naturales orgánicos, sostenibles y ecológicos lo que denota una especial preocupación no solo en el uso de los mejores ingredientes naturales para el cuidado del cabello si no también por cuidado del medio ambiente.

B.M.: ¿Qué oferta I.C.O.N. se ajusta al cuidado y mantenimiento del cabello masculino?
C.G.: Tienen una línea específica para caballero aunque todos sus productos carecen de género. Todos ellos son indistintamente para hombres, mujeres o no binarios (lo dice con orgullo).

[...] Debo resaltar la figura de mi 'coach', Gema González, que me lleva de su mano aportándome día tras día su fuerza y sabiduría. Ella se ha convertido en un pilar esencial en mi vida y en la de otros muchos profesionales que, al igual que yo, necesitamos sus conocimientos.

B.M.: ¿Cómo definirías a I.C.O.N. como empresa y en su relación con el profesional?
C.G.: Es una corporación puntera en el sector comprometida con el medio ambiente y que ofrece un producto de calidad en el que fusiona los ingredientes más ecológicos con la tecnología más avanzada. Lo que más me gustó de ellos fue su cercanía y ayuda con el profesional tanto en la educación de equipos como en el desarrollo de mi negocio. En este punto debo resaltar la figura de mi coach, Gema González, que me lleva de su mano aportándome día tras día su fuerza y sabiduría. Ella se ha convertido en un pilar esencial en mi vida y en la de otros muchos profesionales que, al igual que yo, necesitamos sus conocimientos. Siempre tiene la frase perfecta para que yo no decaiga nunca.

B.M.: ¿Y a su producto? ¿Qué le diferencia, qué consigue frente a otras firmas cosméticas?
C.G.: Fundamentalmente la sostenibilidad, sus laboratorios. El cuidado en la selección de sus ingredientes y la creación artesanal en la que dan vida a sus productos.

B.M.: Conchi, ¿ilusionada? ¿Hasta dónde quieres llegar?
C.G.: Cada día es un reto. Afortunadamente sigo conservando la ilusión del primer día y espero que esta me siga acompañando durante mucho tiempo. Yo siempre he dicho “nací barbera y moriré barbera”.

B.M.: ¿Cuáles son los servicios estrella de tu barbería?
C.G.: Dado que vivimos en una sociedad muy heterogénea trato de dar el servicio más diverso acorde con los gustos o exigencias de mis clientes. Si tengo que elegir destacaré el corte y la coloración.

En cuanto a la forma de fidelizar clientes, creo que no hay secretos para ello. Mi empeño personal siempre ha sido el hacer de 'Estilistas Por Fin' un lugar de encuentro donde todos mis clientes se sientan cómodos, importantes y queridos.

B.M.: ¿Cómo ha respondido el público hasta el momento en tu salón y a tu oferta? ¿Cuál es el secreto para fidelizar clientes?
C.G.: Estoy profundamente agradecida a todos y cada uno de ellos porque son el motor y la gasolina que nos permite abrir nuestras puertas cada día. En cuanto a la forma de fidelizar clientes, creo que no hay secretos para ello. Mi empeño personal siempre ha sido el hacer de Estilistas Por Fin un lugar de encuentro donde todos mis clientes se sientan cómodos, importantes y queridos. Trato siempre de prestar un servicio cercano personalizado y de máxima calidad. Indudablemente ellos son los protagonistas de mi salón y en ellos se centran todos nuestros esfuerzos. Me debo a mis clientes.

B.M.: ¿Optimista ante el futuro?
C.G.: ¡Por supuesto! (sonríe con dulzura) Por naturaleza soy una persona muy optimista que trato de ver siempre el vaso medio lleno o el lado bueno de las cosas. Si no fuese así lo dejaría en este mismo instante.

B.M.: ¿Qué opinas de las redes sociales y el comercio on-line? ¿Utilizas lo digital?
C.G.: La digitalización se ha convertido en una herramienta imprescindible que nos permiten llegar a un público cada vez más amplio y diverso. El comercio on-line, al igual que las redes sociales nos han permitido establecer un mercado que de otro modo estaría fuera de nuestro ámbito de actuación. El mundo digital ha propiciado la expansión de nuestro sector conectando a personas de todo el mundo con tan solo pulsar un clic.

B.M.: Un sueño cumplido.
C.G.: ¡Ser madre! (Conchi también tiene vida personal y concilia).

B.M.: Otro por cumplir.
C.G.: Estoy llena de sueños por cumplir (no puede resistirse a exclamar).

Conchi, deseamos sin duda ¡que los cumplas todos!









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