Las tijeras ya no se volverán a escuchar en la Peluquería Mario. Tampoco el mítico pivote de colores blanco, azul y rojo volverá a girar. Este mítico establecimiento ubicado en la carretera de Rellinars, número 23, ha bajado para siempre la persiana. Este fin de semana ha sido el último día que su propietario, Guillem, ha cortado el cabello a sus clientes. De esta manera, se pone punto final a un negocio que se inició en la década de los cincuenta del siglo pasado. Más de medio siglo de historia para una barbería que ha dado servicio a muchas familias de Terrassa.
Guillem y el alcalde Jordi Ballart.(Foto: Instagram @jordiballartpastor)
Este establecimiento iniciado por Mario ha sido capitaneado durante los casi 70 años de funcionamiento por tres generaciones de la misma familia. Ahora, Guillem se jubila, y con él se cierra el local que era el más antiguo del barrio. A pesar de la tristeza que toda despedida conlleva, clientes y propietario lo han celebrado con una gran fiesta en una última jornada llena de emociones y recuerdos.
El establecimiento más antiguo de la carretera de Rellinars
En esta ceremonia de despedida también ha estado presente el alcalde Jordi Ballart, quien ha querido dedicar unas palabras a Guillem. "Estos días y hoy he tenido el placer de hablar con algunos de sus clientes. Absolutamente todos dicen que es “un pedazo de pan”, detallista, amable, dedicado a sus clientes y comprometido con el barrio. La Peluquería Mario es un establecimiento mítico en Terrassa, el más antiguo de la carretera de Rellinars. Lleno de historias y nombres que han escrito para siempre la vida de esta peluquería que abrió en 1956 gracias al empuje de su padre, Mario", ha recordado.
Después de un «corte» simbólico de cabello, Guillem ha recogido sus herramientas de trabajo y han cerrado la puerta, para siempre.