Cumplidos los 30 años, muchos hombres empiezan a padecer alopecia y caída del cabello. La calvicie representa, para buena parte de ellos, un síntoma inequívoco del paso del tiempo. Sin embargo, en algunos puntos del Globo, como en el gigante asiático, no sucede así.
La República Popular China presume de contar con el número más bajo de calvos del mundo. Algo que podemos observar en algunos de los famosos más conocidos del país asiático, como los actores Jackie Chan, Jet Li, Chow Yun Fat o el desaparecido Bruce Lee. O Wen Jiabao, exprimer ministro chino, quien a sus 76 años luce una poblada cabellera que es la envidia de buena parte del colectivo masculino de otros países. Son algunos ejemplos de ciudadanos chinos que gozan de una buenísima salud capilar, a pesar de su edad.
Grosso modo, China, con más de 1.300 millones de habitantes, cuenta con un 19,24% de población que sufre calvicie, según datos facilitados por estudios recientes. Por el contrario, el porcentaje de calvos en la República Checa alcanza el 42,79% respecto del total poblaciona.
La culpa la tiene una enzima
Especialistas en endocrinología creen que una de las principales responsables de la alopecia es una enzima menos activa en los asiáticos que en los caucásicos. Esta enzima, alojada en el bulbo piloso del pelo, transforma la testosterona masculina en DHT (dihidrotestosterona). La DHT nfluye en el bulbo piloso, disminuyendo su tamaño e incluso atrofiándolo, lo que da pie a la caída del cabello. Por lo tanto, los niveles más bajos de DHT, debido a la menor potencia de la enzima en la raza asiática, contribuyen a una menor caída de pelo.
Cuando la testosterona no presenta niveles óptimos, se convierte en DHT con las consecuencias perjudiciales que supone, como la aparición de alopecia androgénica o masculina.
Por su parte, algunos dermatólogos opinan que la composición de los genes que conforman los cromosomas tiene mucho que ver en la pérdida o no del cabello.
La alimentación, clave en la conservación del pelo
A tenor de dichos estudios, la alimentación saludable y el hecho de dormir las horas necesarias también influyen en una buena salud capilar. Para hacerse una idea, los chinos, además de los factores ya comentados, no escatiman en el consumo de vegetales, sobre todo de hoja verde, y algas. Una dieta que facilita un gran número de nutrientes a todo el organismo, y en especial, al cabello. Así se desprende del libro El estudio de China, a cargo del bioquímico T. Colin Campbell, quien alaba las propiedades beneficiosas de la alimentación rural china.