Parece que estamos ante un revival de los champús en seco. Si nos preguntáramos ¿con qué relacionamos el champú en seco?, seguro que diríamos "con una persona enferma". Y aunque la respuesta no es del todo equivocada, lo cierto es que hoy ya no sólo se recurre a ese producto cuando alguien está imposibilitado de lavarse el cabello, sino que su uso se ha ampliado muchísimo más. Además la nueva generación de champús en seco vienen con muchas más propiedades que el antiguo producto y se han preparado para ganar de nuevo un hueco en el mercado que habían perdido.
Se describe al champú en seco como "una sustancia en polvo que se utiliza para limpiar el cabello cuando se quiere extender la duración de un peinado o cuando no resulta práctico utilizar el champú tradicional".
La nueva generación de champús en seco vienen con muchas más propiedades que el antiguo producto y se han preparado para ganar de nuevo un hueco en el mercado que habían perdido.
Sin embargo, también hay mujeres que lo usan para evitar que su cabello se reseque y dañe con el exceso de lavado, o bien cuando necesitan que su pelo se vea limpio pero no tienen suficiente tiempo para asearlo, como por ejemplo después del gimnasio o justo antes de una salida nocturna. También son una buena opción para prevenir resfriados en pleno invierno.
Además, ahora los nuevos champús en seco ya no dejan ese residuo blanco en el cabello como si se hubiese aplicado talco.
Limpiar en seco es un hábito centenario. Ya se hacía en la era victoriana. No hablamos de lavar, sino de limpiar. Estos productos están realizados con polvos que absorben la grasa que provoca la suciedad.
Los champús secos son complementarios a los tradicionales. No los sustituyen. Hace falta energía para usar unos y otros. Es un producto para usar entre lavados, para refrescar el pelo.
Este tipo de champú apareció en el mercado en el año 1972 de la mano de Klorane. De esta marca se vende un champú seco cada 30 segundos en todo el mundo. Ahora las marcas insisten en encontrar su hueco y en reinventarlo con nuevas y espectaculares propiedades.
En spray, polvo o espuma
Este producto va a sufrir varias modificaciones con tal de adaptarse a las nuevas necesidades y exigencias de un mercado que desconoce en su mayoría sus propiedades. En breve vamos a asistir a diversas modalidades y versiones que van a servir incluso para lavar y darle un tono de color al cabello, además de tratar y cuidarlo.
En algunos casos es un spray que se aplica en las raíces, se distribuye bien con los dedos (como cuando realizamos un masaje craneal) y listo. El cabello queda con rico aroma y las raíces muy sueltas. No provoca sequedad. El producto se puede utilizar en cualquier tipo de cabello, aunque sin duda los mejores resultados se obtienen en las raíces grasas. Se trata de una formulación de aerosol en polvo que enmascara raíces desagradables o grasas, y hace que el olor del cabello sea más fresco, consiguiendo un increíble volumen.
El champú en seco también se puede encontrar en formato en polvo, formulado normalmente también a base de harina de maíz, a lo que se le suma talco, aceite de lima y pomelo.
También hay champú en seco en formato de espuma, el cual limpia y desengrasa a la vez que deja el cabello suave, brillante y fácil de peinar. La espuma debe aplicarse directamente sobre el pelo, el cual luego debe frotarse y limpiarse con una toalla, y peinarlo para terminar el proceso.
Según dryshampoo.com, es seguro utilizar el champú en seco sobre cabellos tratados, ya que como el producto está orientado a eliminar la suciedad y absorber el exceso de oleosidad, por lo general no contiene sulfatos ni otras sustancias químicas.
"De hecho, es una gran idea usar el champú en seco si tienes alisado de keratina o de otro tipo, ya que es ideal para evitar lavarse el cabello durante varios días después del tratamiento", sostiene la página.
Beneficios del champú en seco
» Uno de sus beneficios, por supuesto, es el ahorro de tiempo. Cuando sólo hay tiempo para una ducha rápida y no para secador o planchas, utiliza el champú en seco un par de días a la semana.
» Es una opción para aquéllas clientas que van a la peluquería una vez por semana pero no quieren estropear el peinado en el día a día. Así se mantendrá limpio hasta la próxima cita con el peluquero.
» También se puede utilizar si la cliente se suele lavar el pelo cada dos o tres días, para aquellos días en los que lo deja descansar. La imagen será saludable y bella, y no castigará el pelo con el secador o las planchas cada vez.