A punto de comenzar un año nuevo, llega el momento de plantear nuevos hábitos más beneficiosos para uno mismo. El cuidado de la imagen, especialmente del cabello, no se queda atrás. Aquarela Peluqueros da una serie de recomendaciones para empezar el año con buen pie, luciendo una melena sana, cuidada y bonita. La de nuestras clientas, que saben deben seguir fielmente nuestros consejos.
El primer paso comienza por el cuero cabelludo. La manera más efectiva de sanear el cabello no es cortar las puntas, sino cuidar la raíz, donde nace. Una vez al mes realiza un peeling u oxigenación capilar para eliminar las células muertas, el exceso de sebo, caspa o residuos de productos. A nivel interno descongestiona las capas internas de la piel y a nivel externo limpia la piel de la cabeza en profundidad, favoreciendo el crecimiento de un pelo más fuerte.
Elegir el champú adecuado, a partir de cómo es el cabelo y qué necesita. Partimos de factores cambiantes en cuanto a color -mechas, tintes, etc.-, problemas hormonales, cambios de estación, por ejemplo, que condicionan la salud capilar. A veces la clave es combinar varios productos, por ejemplo un champú para cabellos teñidos alternado con otro purificante. Ante la duda, lo mejor es preguntar en nuestro salón de confianza, adquiriendo únicamente aquello que necesitamos. El uso de un producto u otro afecta al aspecto y salud de nuestro cabello.
Cómo lavar el pelo. Desenredar el cabello en seco antes de mojarlo y después lavarlo a conciencia, masajeando bien sólo la zona del cuero cabelludo. Lo puedes aclarar con temperatura fría o templada, secándolo después con una toalla de algodón. Es preciso evitar frotar el pelo una vez mojado, porque es muy sensible y se rompe con facilidad. Usar un peine de púas anchas para el cepillado. Aplicar siempre un protector térmico para protegerlo.
Es preciso evitar frotar el pelo una vez mojado, porque es muy sensible y se rompe con facilidad. Usar un peine de púas anchas para el cepillado. Aplicar siempre un protector térmico para protegerlo.Aprende a valorar el estado del pelo. Si no sabemos si el cabello es un pelo normal, seco o dañado, difícilmente podremos cuidarlo correctamente. Muchas personas confunden el cabello normal con el graso y el cabello seco con el dañado. Si a esto añadimos la gran cantidad de información que recibimos sobre el cuidado del cabello, en ocasiones nuestras clientas aplican sin criterio productos que en realidad la melena no necesita. Esto es peligroso porque un pelo saturado pierde brillo y se vuelve opaco y sin vida. Además, no importa lo bueno que sea un producto si no se usa correctamente, ya que abusar de los sérums, mascarillas de reparación, acondicionadores, entre otros, puede dar origen a un verdadero desastre. Por ejemplo, si aplicamos productos nutritivos en un cabello que necesita hidratación provocaremos un exceso de grasa. Es mejor usar siempre productos sin sal y aplicar pequeñas cantidades. Después, se debe aclarar muy bien y que tu cliente no experimentar con el cabello como si estuvieras en un laboratorio. Por eso, debemos ser nosotros, su profesional de confianza, al primero y único que acuda en busca de consejo.
Cambio de color. Arranca un nuevo año y con él aparecen nuevos cortes, peinados y técnicas de coloración que invitan a hacer un cambio de look. Pues lo primero que debes tener en cuenta es que el pelo de nuestra clienta agradecerá que estos cambios sean graduales para no dañar la hebra y provocar rotura, porosidad y caída. Un daño que sólo podrás solucionar con tratamientos reconstructores de keratina como el Alisado Brasileño. Un buen truco para mantener el tono es recurrir a los champús con color o matizantes para refrescar la intensidad del tinte. Además, un cabello teñido necesita doblar sus cuidados, por lo que una hidratación de 30 minutos semanales, como mínimo, es más que recomendable. Tanto si le proporcionas a tu clientes los productos para que los aplique en el hogar como si este es uno de tus servicios estrella en el salón de peluquería.