Josep Pons: 'Mi objetivo compartido con L'Oréal es crear nuevos conceptos que aporten un mayor valor añadido al sector de la peluquería'
Su lema, desde hace más de cuarenta años: 'persiste, prosigue y consigue'
-
Enhorabuena, el sector se organiza para ser útil
-
EgoXperience: la innovadora propuesta de evento inmersivo de Alter Ego Italy Ibérica
Esta nueva idea, es una experiencia participativa que promete más que un show y un espectáculo. Creatividad, arte y glamour, combinado con las últimas tendencias en peluquería
-
Nombres de peluquerías originales
Un negocio suele comenzar con una buena idea. Además de hacer un concienzudo plan de empresa también hay que buscar un nombre original, único y moderno que haga funcionar a nuestra peluquería
-
Effortless chic o por qué el look de las francesas es el más buscado en salones y cómo conseguirlo
El flequillo baby bang ha ganado popularidad por su apariencia juvenil y fresca hasta convertirse en uno de los más demandados
-
'Refresca tu Look' con la innovadora propuesta artística de Carol Bruguera
Aunque el verano se despide, la campaña "Refresca tu Look" de Carol Bruguera desafía la estacionalidad, celebrando la creatividad sin límites y llevando la peluquería al terreno del arte
-
Just Meches, las mechas más perfectas y fáciles de hacer
Descubre todas las posibilidades de Just Meches de Dielle para hacer mechas de la forma más fácil, cómoda, rápida y precisa
-
CONCURSO BEAUTY MARKET PELUQUERÍA
Beauty Market y Joico regalan 6 packs de productos K-PAK Hair Repair System, cabello más saludable, más fuerte y más brillante
Optimiza la reconstrucción del cabello antes y después de aplicar productos químicos
Aunque hoy todos le conocen como maestro de maestros, hace más de cuarenta años que Josep Pons abrió en Barcelona la primera escuela homologada para formar a los peluqueros del futuro. Muchos de ellos hoy pueden presumir de triunfar y, sobre todo, disfrutar de su día a día como él les enseñó: anteponiendo la ilusión a cualquier forma de virtud con la tijera o el pincel y la paletina.
Él es el mejor ejemplo de que la voluntad le puede al talento, como dice siempre que se le pregunta por cómo ha conseguido llegar a los más de 60 años en la misma profesión. Levantarse al alba, estudiar cada día y una familia con la que hace equipo en lo personal y profesional han hecho de Josep Pons el partner de L'Oréal más valorado por los equipos de formación de la división profesional.
Más allá de la peluquería, cuyas bases y desafíos domina por completo, la gran pasión de Josep es la comunicación. Tiene en Barcelona varias peluquerías y academias de formación, que son el core de su relación con L'Oréal pero, además, participa en varios programas de radio y televisión, también en plataformas de lucha por la igualdad para la mujer. Él dirige y presenta y a su set acuden mujeres de diferentes perfiles (abogadas, jueces…) que trabajan en temas de solidaridad en general. Estos programas se pueden ver a través de redes sociales y YouTube. Cada semana hace, mínimo, dos programas de radio y tres de televisión. Unas veces como colaborador y otras como director y presentador.
Además de tres centros y un salón en Esplugues, Josep Pons tiene un centro de formación donde se pueden obtener Grado Medio y Grado Superior de peluquería, estética y asesoría de imagen, homologados por la Generalitat, y otros programas formativos de iniciación o perfeccionamiento. En 40 años de actividad, han formado ya a más de 10.000 estudiantes en el sector de la imagen personal.
Hoy, y tras este adelanto, conocemos un poco mejor a este genio cuyo lema en la vida es: persiste, prosigue y consigue.
A mi edad todavía disfruto trabajando, sea cual sea la ocupación: dar clase, una conferencia, participando en la gestión o motivación de los equipos… Todavía puedo decir que adoro lo que hago.
¿En qué consiste tu colaboración con L'Oréal?
Yo aporto dos cosas: La formación en asesoría de imagen (nuestro centro tiene el grado superior homologado para formar profesionales en este terreno) y todo el universo de la cosmetología capilar, para que los peluqueros puedan analizar el cabello y el cuero cabelludo y aconsejar el tratamiento más conveniente. Desde 1973 he hecho shows, presentaciones, galas,
formaciones… Estoy encantado con la relación y con la filosofía de nuestro acuerdo. A lo largo de todos estos años han ido cambiando las personas pero el espíritu sigue siendo el mismo. Tenemos una afinidad total.
¿Cuál es la filosofía de tu forma de trabajar?
Mi objetivo es siempre llegar a la excelencia en el servicio, ofrecer la máxima calidad. Nunca ha sido mi intención estirar más el brazo que la manga, crecer sin control y expandirme para luego vender la marca. Yo quiero controlar los protocolos de trabajo y la idea de crecer sin control de forma impersonal y hacerme grande a costa de desvirtuar mi esencia no me interesa nada.
¿Qué adjetivos definen a Josep Pons?
Apasionado, innovador y constante. Solo con estos pilares se pueden dedicar 61 años a tu profesión sin perder la ilusión ni las ganas de seguir aprendiendo todos los días. Eso es ilusión. En cuanto a la constancia, cada día empiezo de nuevo y me digo: solo sé que no sé nada. Me levanto muy temprano, desayuno y estudio filosofía. Después me marcho a trabajar con ilusión
pensando en innovar. Intentar mejorar absolutamente todo lo que hago es lo que me mueve a seguir.
Hay que transmitir a la gente joven que se está formando para esta profesión que es maravillosa, que tiene fantásticas compensaciones. Ellos llegan a la academia con la etiqueta de perdedores puesta porque no han estudiado una carrera superior y eso me da pena.
¿Cómo se ve desde tu lado el futuro de la peluquería?
Nuestra profesión necesita dar un salto cualitativo teniendo en cuenta varios factores: el concepto de asesoría de imagen, los protocolos de atención al cliente, la capacidad de poder diagnosticar los problemas o necesidades de cada cabello y cuero cabelludo y la excelencia en el servicio. Que la clienta viva una experiencia diferente (con rituales, asesoría, feedback…). Cualquier salón que no evolucione estando dispuesto a dar este salto cualitativo tendrá muchas dificultades para sobrevivir. Desde la pandemia han cerrado miles de peluquerías y muchas están en apuros.
En mi opinión, existen dos tipos de peluquerías. Unas con servicio estándar y guerra de precios y otras muy profesionales que aportan un valor añadido al servicio de corte, color, peinado, etc. Este valor añadido, se centra en el trato excelente por parte de los profesionales, asesoría de imagen, tratamientos punteros, diagnóstico previo, recomendación de buenos productos para cuidar en casa para mejorar el cabello y el cuero cabelludo.
¿Quién se quedará con el pastel de la peluquería del futuro?
Por supuesto, estos últimos, porque pueden cobrar tickets altos. Los otros se pelean por sobrevivir con estrategias como ofertas salvajes y horarios interminables. Son conceptos no tienen nada que ver y este es el momento de darse cuenta que estamos en un punto de inflexión; es ahora o nunca. ¿Cómo empezar? No cayendo en la monotonía, hay que actualizarse
constantemente para dar la mejor atención. Y no perder de vista que cuesta mucho captar y fidelizar a una clientela que, en nada, puedes perderla.
Estoy encantado con mi relación con L'Oréal y con la filosofía de nuestro acuerdo. A lo largo de todos estos años han ido cambiando las personas pero el espíritu sigue siendo el mismo. Tenemos una afinidad total.
¿Qué área está más verde para el peluquero del futuro?
Sin ninguna duda, la mentalidad. Hay que cambiarla. Hay que transmitir a la gente joven que se está formando para esta profesión que es maravillosa, que tiene fantásticas compensaciones. Ellos llegan a la academia con la etiqueta de perdedores puesta porque no han estudiado una carrera superior y eso me da pena. Lo más difícil es transmitirles ilusión. A nivel técnico todo se puede aprender pero si trabajas sin ilusión nunca formarás parte de la peluquería del futuro. Yo siento ilusión cada día, al ver que se me valora tanto. Y eso que, en principio, ser peluquero no me atraía nada. Cuando le dije a mi padre con 13 años que no me hacía ninguna ilusión irme a trabajar a su peluquería de aprendiz, ¡menudo disgusto le di! Y menos mal que lo hice porque, con el tiempo, fui viendo lo mucho que esta profesión te reporta en varios sentidos (reconocimientos, valoración, respeto, contactos, amistades...). Yo me siento muy reconocido y por eso en la academia dedicamos mucho tiempo a la
faceta de motivar. Es importante que se lo crean.
Si tuvieras frente a ti a tu yo de 26 años, el momento en el que Josep Pons abrió su primera peluquería ¿qué le dirías?
Le diría: sigue el camino elegido, sé consecuente con tu sueño. Llegarás a los 75 años siendo muy feliz. A mi edad todavía disfruto trabajando, sea cual sea la ocupación: dar clase, una conferencia, participando en la gestión o motivación de los equipos… Todavía puedo decir que adoro lo que hago.
Además de L'Oréal, ¿quién es tu mejor partner en tu vida?
Claramente, mi mujer. Es el cincuenta por ciento de todo el éxito conseguido a lo largo de estos sesenta años. Llevamos 51 años casados y fuimos novios ocho. Los dos venimos de familias humildes pero los dos hemos sido muy trabajadores y hemos hecho siempre equipo, compartiendo el proyecto. Ella para mi es un apoyo decisivo porque mientras uno está en el escenario, el otro tiene que estar en la taquilla vigilando que el dinero no se escape. Además, volver a casa del trabajo y tener un buen ambiente es fundamental. Aunque discutamos a veces, somos un gran equipo. Yo soy muy innovador, ella muy conservadora. Cualquier decisión abre debate pero hay amor auténtico y eso puede con todo.
Recomendamos