Mujeres que mueven el mundo, mujeres peluqueras

Esther González, Sonia Atanes y Roxana Gutu son tres mujeres realizadas y exitosas dentro de su profesión: la peluquería. Pese a las restricciones del Covid-19 y las demandas por un IVA más bajo que atenazan en estos momentos al sector, este mercado no para de crecer, una actividad, además en la que las mujeres tienen mucho que decir, más aún a pocos días del 8M.

Por eso nada mejor que hablar con ellas acerca de los grandes retos de la mujer en general y de la mujer peluquera en particular, en el presente y de cara al futuro. Y así lo hacemos, entablando con ellas un intenso debate acerca de feminismo, conciliación familiar y los desafíos del futuro dentro de su sector.

Se sabe que por cada diez mujeres, entra en las peluquerías un único hombre. Paralelamente, en la peluquería por regla general y mayoritariamente (más antes que ahora) se habla de hombres, profesionales peluqueros, cuando a su vez y realmente, son las mujeres, ya sean formando parte de las plantillas o creando su propio negocio, las que engrosan mayoritariamente las filas de los profesionales peluqueros en nuestro país.

¿Existe la igualdad real en el mundo de la peluquería?

Para Sonia Atanes, directora del centro SAHB en el núcleo neurálgico del Paseo de la Castellana en Madrid, la peluquería, y en su opinión, "es bastante democrática al respecto". Aunque todavía sean más las menciones de peluqueros del sexo masculino en los medios, convocatorias y concursos de peluquería, por ejemplo.

Lo cual no quita, para que las pioneras en el mundo del cabello y a belleza, existan, reivindicando su condición. "Recordemos que la primera empresaria que se hizo multimillonaria con la venta de sus productos no solo fue mujer, sino también negra Madam CJ Walker, nacida a finales del XIX. Pasó de ser hija de esclavos a vecina de Rockefeller", revisa Atanes, ahora que la biografía de CJ Walker (1867-1919) se ha hecho famosa gracias a la exitosa serie de Netflix que relata su vida.

Atanes, menciona ahora un curioso capítulo de la historia más reciente: "En los años 70, el estilista Peter Coppola acudió a la corte de EE.UU para que permitiesen a los hombres ir a peluquerías de mujeres. Con esto quiero decir que la igualdad es tanto cosa de hombres como de mujeres, lo mismo que la peluquería",

Con lo que Sonia Atanes no está tan de acuerdo es con los prejuicios y ciertos estereotipos que por ejemplo el cine ha mostrado de su profesión, al igual que ese cliché afortunadamente cada vez más arrinconado de ser peluquera porque la niña no quiere estudiar. "Yo veo y concibo a la peluquería como una profesión integradora, capaz de dar un lugar en la vida a mucha gente y muy diferente".

Esther González, responsable de marketing e imagen de los salones Menta Beauty Place, reconoce que el hombre tiene mucho ganado en el mundo de la peluquería: "Cuando un peluquero nos dice que nos va a dejar divinas o lo guapas que estamos, tendemos a darle mayor credibilidad y confianza que si nos lo dice una mujer, aún cuando la forma de trabajar el cabello en color, corte o styling es exactamente igual", pone el dedo en la yaga, Esther.

Por eso "debemos ser nosotras mismas quienes empecemos a valorar este trabajo. Hacer entender a la cliente y a la sociedad en general, que lo importante para encontrar a un estilista, independientemente de su género, consiste en dar con una persona, no hombre o mujer, que se interese por crear una imagen adaptando las últimas tendencias a nuestros gustos, rasgos y personalidad. Que sea, efectivamente, un profesional, hombre o mujer".

¿Cómo ha cambiado para la mujer el sector de la peluquería?

"La peluquería ha cambiado más a nivel general como concepto, es más profesionalizada y hay mucho más respeto a la profesión y al profesional. En cuanto a hombre o mujer, tenemos grandes referentes de siempre y de ambos sexos", dice Sonia Atanes. "Ahora sólo hay que conseguir mayor relevancia no solo sobre el papel, sino de reconocimiento social a todos los niveles para alcanzar la plena igualdad".

Sobre el futuro y los nuevos retos de la mujer peluquera

Roxana Gutu, directora de Lobelia Sagasta, salón sito en la calle del mismo nombre en la ciudad de Madrid, observa con satisfacción cómo cada vez son más las mujeres que se animan a emprender en su sector: "Muchas autónomas se están atreviendo a dar un paso que no siempre es fácil si no disponemos de un buen soporte económico, y por desgracia es más rápido cerrar un negocio que abrirlo", reflexiona. "Yo siempre les doy el mismo consejo: formación, formación y más formación, que cuando ya ninguno de los servicios que nuestras clientas nos piden supongan un reto, podamos sentarnos y decir, este es el momento".

Para Esther González, el objetivo es crecer y consolidarse: "Este mes de marzo es también especial porque Menta Beauty Place cumple 8 años con siete salones en Madrid a nuestras espaldas. Como mujer, espero seguir ofreciendo a otras mujeres la experiencia de lujo que a mi me gustaría disfrutar. Conocer, entender y compartir gustos y preferencias me permite por un lado diseñar servicios versátiles y novedosos basados en nuestras necesidades y en las últimas tendencias, y por otro lado, cuidar todos los detalles y espacios donde podemos sentirnos cómodas para disfrutar de un momento de relax, de toda una experiencia accesible, a la vez que las estilistas crean la imagen personalizada que cada una de nosotras necesita".

La mujer que emprende es para Sonia Atanes una especie de heroína, y también, para ella, el emprendimiento es más una forma de vida que un trabajo. "Vendes no solo lo que sabes, expones quién eres y eso crea un impacto en los demás. Crecer y formarse van de la mano, desaparecen las barreras entre el trabajo y la persona, por eso es tan importante la pasión".

Y les dice a todas las mujeres peluqueras: "Busca lo que más te gusta hacer y hazlo de una forma única, perfecciónalo y conviértelo en tu experiencia, en tu sello de identidad y enséñalo, suéltalo al mundo y descubrirás un publico que ya te está buscando aunque tú no lo conozcas".