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Es uno de los pesos pesados en lo referido a la dirección y gestión de los salones en la industria de la peluquería. Conocido desde siempre por el sector, con un amplio bagaje y sólida trayectoria, Frédéric Logodin, en la actualidad, socio fundador y director general de Provalliance España, se halla al frente de un grupo que cuenta con enseñas de gran notoriedad, caso de la mítica Llongueras, Franck Provost y Jean Louis David, además de marcas propias, como The Barber Company, y uniones de prestigio, como la realizada recientemente con Loida.

Tras el confinamiento de la crisis del coronavirus, y en los primeros momentos de la desescalada, Fase 0, Provalliance, que se encontrara en pleno y franco proceso de expansión y desarrollo en nuestro país de modo previo a la cuarentena, acaba de abrir sus salones de nuevo en todo el país, excepto los situados en grandes superficies y centros comerciales, que no lo harán previsiblemente hasta el próximo 25 de mayo, Fase 2. El grupo, aborda el corto plazo y más inmediato futuro, con muchas ganas, aunque con la precaución inherente a una crisis como la del Covid-19. Una circunstancia excepcional "que plantea muchas dudas, pero a la que hemos de enfrentarnos con el mayor positivismo posible y nuestras mejores armas, aplicando lo aprendido durante el período de confinamiento", dice Frédéric Logodin.

Comienza la actividad minorista, y las peluquerías han sido de los primeros establecimientos en reabrir. Para hablar de esta crisis, el corto plazo, el presente y futuro de la peluquería, hoy, el director general de Provalliance en nuestro país, Frédéric Logodin, responde a nuestras preguntas.

Beauty Market: ¿Qué le ocurre a una cadena en plena expansión, con un ritmo creciente de nuevas aperturas y alianzas con otros salones cuando el 14 de marzo se anuncia la entrada en vigor de un estado de alarma y se paraliza la actividad económica no esencial debido a la pandemia de la Covid-19, una circunstancia realmente excepcional?
Frédéric Logodin: Obviamente, una cierta incertidumbre. Es una crisis totalmente inesperada y nueva para todos. Con dificultades a resolver a las cuales nunca antes te habías enfrentado. Pasados los primeros momentos, la reacción fue la de enfrentarse a esta situación excepcional con seguridad, fuerza y con la determinación firme de volver a levantarse. Recuperarse, seguramente con unas nuevas normas que van a regir a partir de ahora y que evolucionarán a medida que lo haga la propia desescalada, para dibujar un nuevo modo de atender al cliente, concebir los negocios en general y la nueva peluquería.

B.M.: Una crisis inédita, que ha puesto freno, por otro lado, a cualquier empresa o compañía y sus perspectivas de crecimiento, caso de la propia política de expansión y desarrollo que el Grupo Provalliance venía practicando, no solo en España, sino también en América Latina. ¿Cuál es el momento actual de la compañía?
F.L.: Efectivamente, a nosotros esta pandemia nos ha pillado en plena expansión y desarrollo de nuevas aperturas, facturación, puntos de venta e implantación de distintos modelos de negocio. Ahora, Provalliance, vuelve a abrir sus salones, todos, propios y asociados, que forman parte de nuestra gran familia, eso es lo que somos, una numerosa familia, en toda España. En concreto la reapertura ha sido ayer mismo, miércoles día 6 de mayo, salvo los salones situados en grandes superficies y centros comerciales, que lo harán en la Fase 2 de la desescalada. Nuestro primer reto, como el resto, es continuar y sostener esta reapertura, que sea un éxito.

B.M.: Una familia con una cabeza visible, Llongueras, una marca mítica, pero en Provalliance hay mucho más detrás.
F.L.: Somos una compañía líder en Europa, y en España concretamente. Efectivamente, el grupo está compuesto por los salones Llongueras, la firma de barberías The Barber Company, la prestigiosa y referente cadena Loida, que se unía poco antes de la crisis del coronavirus a nosotros, además de la Universidad Provalliance y el Instituto Llongueras, para formación, y las marcas Jean Louis David y Franck Provost. Quiero destacar que la alianza con Loida, que tenía lugar como he dicho, poco antes de producirse esta situación excepcional a causa de la Covid-19, es algo muy importante para nosotros. Loida es un referente, una profesional muy admirada en nuestro país, con una impecable y destacada y trayectoria y que se suma a Provalliance, quiero remarcar, porque respetamos profundamente la industria y a la peluquería desde la defensa de un servicio de calidad. Provalliance representa el trabajo bien hecho y practica y aboga por la peluquería concebida como artesanía. Que Loida se haya unido a nosotros es sin duda todo un privilegio.

B.M.: ¿Hablamos entonces de un sello de peluquería de autor? Y si es así, ¿cómo se logra sostener tal concepto entre las marcas que componen el grupo?
F.L.: Sí, se trata, sí, de peluquería de autor. A Llongueras lo podemos considerar como tal, tanto en lo referido a su estilo como a su concepto, es más, quizás es el principal 'autor' español, uno de los personajes más influyentes de la historia de la peluquería en nuestro país y también de repercusión internacional. Un hombre que ha sido muy generoso con la industria, respetado por la competencia y la industria. En Provalliance queremos seguir su legado y hacer que el resto nos vea de igual manera, en nuestro 'know how' se halla impresa esta dinámica, queremos ser dinamizadores de la peluquería al objeto de la recuperación del prestigio de la profesión.

B.M.: En la tarea de devolver a la peluquería a la cumbre, colocarla de nuevo en el lugar que merece, defendiendo la práctica y desarrollo de una peluquería de autor, ¿qué lugar ocuparía la franquicia, sistema de desarrollo y crecimiento, por otro lado, intrínseco al grupo?
F.L.: Provalliance maneja una regla fundamental, la del equilibrio entre el número de salones propios y el de salones franquiciados. Las dos actividades y conceptos de desarrollo y crecimiento son muy importantes para nosotros, porque se conciben y son complementarias.

B.M.: Y en este camino, y filosofía de empresa, ¿qué supone y por qué esa apuesta por la barbería con The Barber Company?
F.L.: La verdad es que comenzamos con este proyecto recientemente, cuando el 'boom' de la barbería ya no era tanto como al principio, pero queremos recuperar el tiempo perdido por así decirlo, porque éste continúa siendo un nicho de mercado solicitado, muy demandado, que necesita de grandes profesionales, preparados y conocedores al milímetro de sus propia idiosincrasia y modos de hacer y atender al hombre y sus necesidades. Para ello contamos con Álex Corcuera, que es un gran barbero español, como director artístico de The Barber Company, el cual lidera el proyecto. Tanto es así, que actualmente, contamos ya con 6 barberías, esperamos crecer rápidamente cuando todo se normalice.

B.M.: Los salones Provalliance, como decíamos, han abierto el 6 de mayo en la Fase 0 de la desescalada en nuestro país. ¿Cómo se ha desarrollado esta jornada, histórica, por otro lado?
F.L.: Sinceramente he de decir que hemos podido ver cómo nuestra clientela regresa con muchas ganas, ganas de peluquería, ganas de belleza. Con menos miedo de lo que cabía esperar. El deseo de volver a la peluquería ha minorado en cierta medida su temor a volver a pisar y permanecer en determinados espacios. También es verdad que el grupo dispone de un protocolo de seguridad e higiene muy completo y eso ha contribuido a ver a nuestros clientes relajados y disfrutando en nuestras peluquerías.

B.M.: Queda demostrado, a raíz de esta crisis, y si queremos ver el lado bueno de las cosas, que la peluquería no es un bien de lujo sino un servicio de primera necesidad. El cliente demanda y necesita a la peluquería y a su peluquero.
F.L.: Efectivamente, lo que nos hace pensar y defender más todavía si cabe la corrección del IVA para peluquerías. Todas las industrias que en 2012 pasaron del 8 al 21% de IVA, todas tuvieron una rebaja a posteriori. La única sin apoyo en este sentido y exceptuada, fue nuestra industria. Y creo que ya es hora de corregir dicha injusticia, sobre todo a raíz de esta crisis, la del coronavirus, que en este sentido ha colocado al peluquero y a la peluquera en un lugar de primera necesidad en la reapertura.

B.M.: ¿Es dificultoso para el trabajador, el director de salón y el cliente seguir el protocolo higiénico sanitario necesario para el servicio en el salón?
F.L.: Como decía, disponemos de un protocolo propio hecho específicamente para el grupo, adaptado a los salones que de hecho, no se ha confeccionado de un día para otro y que hemos grabado también en formato vídeo. Hemos trabajado en formaciones previas para su difusión, conocimiento y puesta en práctica. Por otro lado, quiero destacar que no se trata solo de cumplir con una regla sanitaria, sino que es algo esencial, de máximo respeto y cuidado hacia nuestros equipos y clientes.

B.M.: ¿Es Frédéric Logodin optimista con respecto a las próximas fases de la desescalada?
F.L.: Optimista, lo soy de naturaleza. Realista, también. Hemos de tener en cuenta que vienen tiempos complicados, donde la gestión va a ser muy importante y en los que pertenecer a un grupo va a ser también algo esencial, un tiempo en el que y donde establecer alianzas ayudará y mucho. Más que nunca y en momentos tan especiales, difíciles, la máxima 'La unión hace la fuerza', cobra todo su sentido. No estar solo en esta desescalada y posterior recuperación se va a convertir en algo crucial.

B.M.: ¿Cuáles son en ese sentido los principales valores que aporta el Grupo Provalliance a quienes quieran adherirse a él?
F.L.: El primer valor, es el respeto. Y siguiéndole los talones, en segundo lugar, nuestra pasión por la industria, somos gente a la que nos gusta la peluquería, somos todos peluqueros, y buscamos y practicamos y defendemos a la peluquería como arte, artesanía del cabello, el trabajo artesanal. El tercero de nuestros valores es el trabajo en equipo, creemos en los equipos, uno más uno, igual a tres. Y por último, en Grupo Provalliance creemos en la profesionalidad y educamos en la profesionalidad, todo por y para el bien general del grupo e individual de cada uno de nuestros asociados.

B.M.: ¿Qué ha significado el formato on-line, las redes sociales y plataformas, la información digital en esta crisis para un profesional como el peluquero, sobre todo y a raíz del confinamiento cuando era imposible el contacto físico de ninguna manera, todos sin salir de casa?
F.L.: Mucho. Hemos visto y asistido por ejemplo al auge de la formación digital por un lado y a la vez, de las plataformas de comunicación e información digital, a destacar en esta crisis.

B.M.: ¿Cree Frédéric que este 'boom' de contacto y comunicación digital ha unido más al profesional peluquero con su cliente?
F.L.: Sí. Y como reflexión primordial de esta experiencia, en lo referido a la cuarentena, lo que sacaría en conclusión y quiero destacar es que no somos, la peluquería, la hermana 'pobre' de la belleza, la moda y la imagen personal. Somos de igual de importante o más que un buen maquillaje, la calidad de la piel, un accesorio, complemento, joya o vestido. La sociedad en general se olvida en demasiadas ocasiones del papel esencial de la peluquería y que ésta genera bienestar y felicidad. Ha habido tanta información sobre la peluquería en esta crisis que ha demostrado lo esencial y vital que es para la población en general y el papel que juega en la vida cotidiana de las personas, hombres y mujeres que confían en ella para la mejor de su aspecto y ser más felices.

B.M.: ¿Objetivo para la reapertura?
F.L.: Que sea un éxito total de la seguridad, y que la experiencia para nuestros clientes y clientas resulte la mejor posible. Y que la reapertura económica de nuestros salones sea igualmente satisfactoria.

B.M.: ¿Confía Frédéric en que en un momento u otro se produzca esa reactivación y crecimiento económico ya si no en forma de la famosa V, al menos de modo similar y que la recuperación sea más pronto que tarde?
F.L.: Espero que sí. Vamos a confiar. Lo que no sé es cuánto vamos a tardar. ¿Se van a recuperar en 2021 los niveles de consumo de 2019?, no me podría pronunciar, pero debemos de trabajar en ello.

B.M.: Un consejo final, Frédéric, para el cliente y el profesional que te lea.
F.L.: Para el cliente, obviamente, elegir las peluquerías que respeten al máximo las normas higiénico sanitarias y que se rijan por la calidad. Y para el profesional, algo que ya he citado, buscar la forma de afrontar este período de incertidumbre, con ayuda, el mejor de los apoyos, de manera individual le resultará muy difícil. E insistir en que demos la vuelta a la moneda y aprovechemos la notoriedad alcanzada por los peluqueros y peluqueras, por los salones de peluquería en esta crisis, para volver a colocar a la peluquería donde se merece y de donde nunca debiera haber desaparecido.