BM Peluquería > Entrevistas > Iván Rodríguez

Ha cruzado el charco y saltado a nuestras páginas porque todo lo que toca posee tal repercusión mediática y despierta tanto deseo y admiración que Iván Rodríguez, peluquero de raza, mexicano a más señas, es hoy por hoy figura de gira por el mundo, haciendo de la peluquería su estandarte, a la postre, ensueño y obra de arte.

Al frente del Salón Beauty Style y de Salón Weddings, Iván Rodríguez, 20 años haciendo peluquería es no sólo empresario, dueño y director de ambos templos emblemáticos. Acostumbrado a codearse con celebrities y las mujeres más bellas y famosas, él en sí mismo está considerado una estrella.
De hecho, maneja como nadie los entresijos de la farándula. De casta le viene al galgo, ha sido responsable del departamento de imagen de Univision y de numerosas producciones de televisión en México durante décadas y no es de extrañar verle en pasarelas y concursos de belleza entre otros eventos de similar calado y naturaleza.

Este periplo, único por su diversidad y condición, hace de Iván Rodríguez, maestro. Porque este mexicano internacional confiesa ser a su vez un enamorado de otra más de sus facetas, la educación. Vocación que le ha llevado a impartir un sinfín de seminarios, cursos y talleres en casi la totalidad de los 5 continentes, incluida la mítica Nueva York, todo un referente, o culturas tan dispares como la misteriosa Asia, sin obviar por supuesto a sus países hermanos, los que conforman Latinoamérica.

A Iván Rodríguez no se le escapa nada, hemos de ser sinceros, o al menos casi nada. Por eso revisar con él los fundamentos de la peluquería y lograr entablar un tú a tú como el que sigue, dinámico, certero y auténtico, es para nosotros también un verdadero ejercicio de aprendizaje y conocimiento.

Beauty Market: Primera pregunta, obligada y necesaria para comenzar a conocerle, la cual siempre nos gusta hacer y a la que no renunciamos, ¿cuándo y por qué peluquero?
Iván Rodríguez: Creo que nací siendo peluquero, eso es algo para lo que naces, es para lo que vine a este mundo. Y elijo cada día, cada despertar, seguir siéndolo.

B.M.: Desde entonces y hasta ahora, 20 años, ¿imaginó alguna vez una carrera como la conseguida?
I.R.: Sí, la imaginé, y lo mejor es que la he ido construyendo día a día.

B.M.: ¿Qué es lo que más le gusta de ser peluquero?
I.R.: Que me mantiene siempre alerta, despierto, atento... Estudiando y creando constantemente. También me gusta mucho la moda, las tendencias y la comunión que existe entre el cabello y el estilo de vida de cada cliente, o entre el concepto del proyecto editorial que se está creando.

B.M.: ¿Cómo se definiría entonces como profesional de la peluquería? Me refiero a sus mejores virtudes o características más destacadas.
I.R.: Me defino como un amante del cabello y de crear look totales. Mis virtudes no me toca decirlas a mí pero me considero comprometido con la educación, apasionado del corte y el color, enamorado del peinado y me dejan sin aliento, vuelvo a citarlos, los proyectos editoriales.

B.M.: Efectivamente, le distingue una gran pasión por el mundo editorial, pasarelas, colecciones, colaboraciones con marcas icónicas y de cabecera... ¿Cómo elige o encuentra, comienza a andar por este camino?
I.R.: Bajo mi punto de vista, no se trata de un solo camino, sino de muchos y cada uno de ellos es diferente y los busco día a día, trabajando arduamente para que mis looks de cabello puedan conectar con los diseñadores, con los directivos de los eventos de belleza. En el caso específico de la creación de colecciones, que son parte de mi vida, las realizo cada vez que algo me inspira.

B.M.: Sin dejar de lado la dirección de sus dos salones.
I.R.: Por supuesto, pero me gusta combinarlo, porque creo que mi modo de trabajar y esta combinación de distintos trabajos y esferas me mantiene despierto y a un ritmo que no me deja caer en la zona de confort, algo que nunca quisiera.

B.M.: ¿Cuál es el valor de la peluquería en México?
I.R.: La considero en una etapa de crecimiento y de pronta consolidación. Tenemos muchos peluqueros que trabajamos todos los días para darle cada vez más valor a la peluquería mexicana, sin embargo sí me considero uno de los pioneros en llevarla alrededor del mundo.

B.M.: ¿Qué le diferencia del resto y en concreto de la española?
I.R.: La diferencia es la pasión y la entrega. Sin embargo creo que España ha sido un país inspirador y de mucha influencia en la peluquería mexicana.

B.M.: Lo que más le gusta hacer dentro de la peluquería a Iván Rodríguez, es...
I.R.: Por supuesto, la creación de estilos diferentes para cada cliente donde incluyo color y corte, hacer alto peinado y hacer peinado nupcial.

B.M.: ¿Qué le ha dado esta profesión?
I.R.: Todo lo que soy (exclama).

B.M.: ¿Y qué le ha quitado?
I.R.: Nada (sentencia rápidamente, no hay duda en su voz ni gestos).

B.M.: ¿Cuál ha sido su formación?
I.R.: Joss Claude & Bellver (México), Rizos Peluqueros (España), Sharon Blain (Autralia), Alexander de Paris (Francia), Paulo Persil (Brasil) y un sinfín de cursos y actualizaciones con diferentes marcas y especialistas, nunca paro.

B.M.: Ha trabajado para primeras estrellas y los salones más importantes del mundo, ¿qué le han aportado estas colaboraciones?
I.R.: Disciplina, constancia, formación, educación y grandes amigos.

B.M.: ¿A quién admira?
I.R.: A toda las personas que hacen que sucedan las cosas, admiro a la gente que ama, se apasiona, estudia y sabe de su trabajo, admiro a la gente que me entretiene y que me enseña.

B.M.: ¿Cómo definiría su sello personal?
I.R.: Actual, comercial y elegante.

B.M.: ¿Dónde encuentra la inspiración Iván Rodríguez?
I.R.: ¡En todo! Puede ser un viaje, una película, un libro, una canción, un sentimiento o una tendencia...

B.M.: Qué peluquería, me refiero a qué país, del mundo, considera que es la número uno.
I.R.: Me gusta la precisión y la disciplina de la peluquería inglesa, la creatividad y el atrevimiento de la peluquería española, el diseño y el gusto de la peluquería italiana y el alto peinado de la peluquería latina.

B.M.: ¿Dónde situaría en el ranking a la peluquería española y dónde a la mexicana?
I.R.: A la española la meto en mi top 3 y a la mexicana trabajando arduamente para entrar en el ranking muy pronto de mi top 10 (sonríe).

B.M.: ¿El público en general sigue las tendencias en peluquería?
I.R.: Sí, por supuesto, creo firmemente que la peluquería es moda.

B.M.: ¿Qué le sobra a esta profesión en general?
I.R.: Ego (no ha dudado, lo dice casi al momento).

B.M.: ¿Y qué le falta?
I.R.: Humildad y compromiso.

B.M.: Sueña con...
I.R.: (Nos hace un guiño) Los sueños son secretos.

B.M.: Para ser un buen peluquero se necesita...
I.R.: Formación, disciplina y constancia, reitero, y por supuesto, habilidades, aptitudes, amor y, de nuevo, pasión.

B.M.: ¿Cree que hoy por hoy la formación es la adecuada en cuestión de peluquería?
I.R.: La educación profesional sí, los youtubers sin conocimiento no creo que estén aportando demasiado ni contenido que realmente sume a la carrera de un peluquero.

B.M.: El cabello es a la mujer...
I.R.: Parte de su carácter, de su personalidad, de su estilo de vida, su mejor accesorio.

B.M.: Y el pelo más bonito es aquel que...
I.R.: Está sano y se lleva con seguridad.

B.M.: ¿Qué papel en su opinión desempeñan las marcas de cosmética profesional en la industria de la peluquería?
I.R.: El más importante, porque tienen a sus espaldas la responsabilidad de innovar y desarrollar cada vez mejores productos para nosotros.

B.M.: ¿En qué trabaja actualmente?
I.R.: Estoy creando la imagen de una Expo de Belleza en México para el año 2020 y me hallo inmerso también en la realización y colaboración con algunas producciones para revistas y plataformas en una gira que comienza en abril. Además, preparo la apertura de un nuevo salón, algunos anuncios de televisión y como decía shows, formación y también, nuevas colecciones.

B.M.: Iván Rodríguez no podría vivir sin...
I.R.: Sin música, sin café y sin chocolate... ¡Y sin peluquería, por supuesto!

B.M.: ¿Qué le pide al presente?
I.R.: Tiempo.

B.M.: ¿Y al futuro?
I.R.: ¡Más tiempo! (Y parece que cierra los ojos pensando en ése, el futuro, que Iván Rodríguez construye a diario con mimo, dándolo de sí al máximo).