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Abrir la puerta y dar entrada al Espacio Isaac Salido es sin duda la apuesta más certera de cualquier hombre y mujer que quiera disfrutar de una experiencia única en torno a su belleza y su cabello. Hoy, andamos despacio los adoquines de una calle evocadora, en el centro de Madrid, la Puerta de Alcalá tras nuestros pasos. Se llama Villalar. En ella, para disfrute de viandantes y vecinos es posible reconocer los escenarios del pasado y las vetustas imágenes del Madrid nobiliario y castizo de antaño. Casi se nos posa y ensucia la carbonilla de las antiguas estufas y escuchamos las voces de los tenderos y los carruajes y las herraduras. E inmersos en este viaje, brota -ésa es la palabra- este Espacio, nunca mejor concebido ni nombrado, Espacio Isaac Salido.

Con una decoración contundente, a la vez que serena, incluso austera, en hierro y madera y luces y sombras calurosas a pesar del frío, que te dan la bienvenida e invitan, que atemperan, este centro de la belleza en plena 'Milla de Oro' es oro él mismo, y no sólo eso, sino también la mirra y el incienso, riqueza de esferas y de emociones hecha. Y pura nobleza, la que desprenden las manos de su dueño y artífice y su equipo al completo.
Isaac, grande, fuerte, omnipresente, a la vez que acogedor y grato declara y enfatiza ser peluquero. "No hay otra palabra para definir lo que hago, ni estilista, ni cualquier otro término o significado. Soy -insiste- peluquero", la profesión que escogiera.

Relato y escenas

Se ha sentado en uno de los altos taburetes que dejan ver al completo la obra de Isaac Salido. Una peluquería que lo cuenta todo entre sus espejos y lavabos y zonas de alquimia para deleite y mezcla de pigmentos orgánicos y un rosal inmenso que trepa. Y sillones para barberos y muros de piedra. Junto a él, el resto de los profesionales que laboran en Espacio Isaac Salido, su equipo, al que mima y con el que se integra y al que ofrece toda la sabiduría posible a la vez que él mismo se retroalimenta en ecuación inversa.

Estoy sorprendida, realmente a gusto (pienso), en calma. Isaac conversa y responde a algunas dudas, a distintas cuestiones y nos cuenta. Y relata sus raíz mediterránea, de isla principesca, Menorca y sus deseos de ínsula, movido por la búsqueda. Barcelona fue su primer destino y el maquillaje y la peluquería el cetro guía. Después vinieron sus viajes por el mundo, Londres como bácula y Estée Lauder y Aveda como parada, entre otras, pasando por la luz lisboeta, esa que se refleja en la desembocadura del Tajo y lo inunda de salitre azul y esencia.
Isaac lo lleva escrito, tiene el periplo de su viaje impreso, la raíz que lo contiene. A la cual impregna de la paz que se desprende de las cosas bien hechas.

Hemos parado el tiempo. Y ahora, la única imagen que vemos es a él con su Tablet sobre la mesa, como el resto de quienes ponen el alma y la presencia, y el arte del cabello como sello e identidad de este espacio, Isaac Salido. Y con ella reciben a la clienta. Le muestran cortes y colores y looks a la última, y asesoran y aconsejan. Deciden finalmente cuál va a ser la metamorfosis, la que más favorezca a quien les ha confiado algo tan sagrado como es la propia imagen, que Isaac Salido y su equipo definen y optimizan con el convencimiento pleno de que trabajan un tesoro, la carta de presentación al fin y al cabo de cada rostro, de cada persona entera.

Al hilo, Isaac, sin darse cuenta nos regala con una clase magistral, breve pero intensa: "Cortes hay cuatro, por así decirlo. En peluquería está todo inventado, gracias a Vidal Sassoon, el fundador de las bases del mismo y sobre las que se sostiene cualquier uso de la tijera en el presente y en el futuro, de eso estoy seguro". El mítico Sasson con el cual Isaac se formara.

El resto es alta costura, señala Nano García, su socio en esta aventura, que no por ello, por lo que de emprendimiento posee, no sea sólida y asentada y con el horizonte al frente, puesta la vista en el mañana. "Isaac maneja el cabello -dice Nano- como si de un bolso de Hermés se tratara, creativamente ha de ser potente, muy potente, pero si el acabado, los pespuntes, el remate, no son perfectos, entonces no hay, no tendremos nada". Así nos lo cuenta su mano derecha, Nano, como le llaman, su otra mitad en el Espacio Isaac Salido, "la parte numérica y teórica del negocio, el publicista", apuntilla Isaac, "aunque para ello también se haya de ser artista".

Un cabello excelso

Isaac defiende la idea de las mujeres omnipresentes, vitales; "de alto impacto". Lo cual no nos extraña, así es su propio espacio. Para ello sólo basta conceder el papel protagonista a la genialidad de la tijera. Tras lo cual, resta saber además si es necesario seguir apostando por nuestro color preferido y soñado o cerrar los ojos y dejarse llevar por la ciencia de las fórmulas. A tal fin, Isaac Salido confía, no podía ser de otra manera, en el producto y la cosmética profesionales. Isaac es un peluquero Davines por convencimiento y pruebas, por supuesto. "En esta tendencia que mueve al mundo actual y que deja de lado y ahuyenta lo que no sea natural, nosotros nos hemos decantado por esta marca, con el mínimo de químicos posible se ha convertido en nuestra herramienta, básica para optimizar cualquier resultado, busques lo que busques, ya sea color, luminosidad, cuerpo, volumen... Máxima calidad y belleza, en definitiva".

Mientras así seguimos se escuchan unos acordes. Son como una guía que nos dirige y acompaña por este salón incólume y pétreo, casi etéreo por divino. Porque Isaac es un melómano confeso, que no renuncia a disfrutar en momento alguno de su música. Notas de pentagramas que él conoce al dedillo y que nos abren los ojos a más rincones de este salón alejado de cánones y usos para rayar con ellos las reglas de lo excelso. Personal e intransferible, en el Espacio Isaac Salido descubrimos aún más bellas invitaciones para seguir siendo conquistados, como la parte dedicada a manicuras y maquillaje y el fantástico café de época que se integra entre sus otros cónclaves y recodos. Todo "a la búsqueda de lo perfecto", en cualquier sentido, empezando y terminando por la imagen, a la postre, también perfecta de todo aquel que elige el Espacio Isaac Salido.

Awalo, directora de coloración, Jose Bartol, colorista, Javier Seco, parte del equipo y Nano García nos acompañan en este itinerario. Nano, por su parte, continúa mostrándonos imágenes y fotografías, rostros famosos para producciones de primera publicadas en revistas de cabecera. Porque Isaac Salido es un experto director artístico, al frente de fantásticos shottings y editoriales. Es el caso de su más reciente colección de peluquería, 'Hotel La Belle Nuit', que hoy también presentamos. "Un viaje a través del imperecedero París y sus calles, donde sus mujeres disfrutan con las tendencias y colores, no se esconden, viven la moda en su aspecto más cíclico y cambiante, pero siempre con esa elegancia regia a la vez que vibrante y que las hace oscilar como juncos a la hora de vestirse, de maquillarse, de peinarse..."

Cuenta Isaac que en sus creaciones -es el caso de "Hotel La Belle Nuit" así como el de cada una de sus colecciones, alejadas en todo momento de clichés y convencionalismos, atípicas por lo que reflejan, suponen y consiguen y por cómo queda retratado-, siempre tiene en cuenta a las que él califica y ya ha citado como mujeres de alto impacto. "Mujeres -dice-, que experimentan y sienten, seguras, sin dudas".
Y aquí vuelve a sobresalir una de sus señas de identidad más preclaras, "el corte perfectamente estructurado y adaptado al rostro teniendo en cuenta todos los detalles".

Nunca mejor broche ni cierre, ni epopeya como "Hotel La Belle Nuit", la caída de telón perfecta de una mañana en la que se nos detuvo el tiempo de tanto y tan bien hecho. De tan gran belleza y sosiego y alquimia y ciencia y líneas rectas de tijeras de acero y colores en pigmento, de éste que es sin duda un espacio único y que hemos descubierto, Espacio Isaac Salido.