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Había luchado por ello, con fuerza y mucha. No era la primera vez que aspiraba a colocarse en las filas de los estilistas reconocidos en nuestro país por su entrega y genio creativo. Entre entrada y salida del salón de peluquería y una vena artística y pasión ya reconocida, y de la que se alimenta y respira a sorbos y a borbotones cuando toca y así se lo exige el desempeño de su labor, Juanvi Camarasa quería convertirse en Peluquero Revelación del Año. Méritos para ello, le sobraban; le sobran. Por fin, este año, y hace tan sólo unos meses, Juan Vicente, Juanvi siempre y para todos, alzaba entre sus manos la preciada estatuilla sobre el escenario de los Premios Fígaro. Camarasa, que trabaja junto a Jorge DeSancho, artífice de la firma valenciana DeSancho Estilistas, de la que ahora Juanvi también es socio y director del segundo salón de la marca, saltó de su asiento cuando bajo el foco de las estrellas su nombre fue mencionado. Se convertía así en Peluquero Revelación Fígaro, los premios de la peluquería española. El resto fue, ha sido y está siendo historia.

Ha transcurrido el tiempo justo para saber con certeza qué se siente, qué supone, cómo repercute y en qué influye y se nota por encima del resto el convertirse en uno de los profesionales galardonados con tal distinción. Los galones que lucen los mejores en nuestro país y que tienen por objeto no sólo la gratificación sino también el impulso; la proyección. La tarea de prestigiar y a la vez asentar los cimientos de trayectorias y carreras, para que éstas trasciendan y coloquen a la industria y sus autores en las filas de cabeza y se les conozca y reconozca como genios del cabello y personajes influyentes, diseñadores de moda para el peinado y el cabello.

Dice Juanvi desde Valencia, en un día tibio y soleado de un otoño tímido entre naranjos y flores blancas de azahares hechas que éste es un sueño cumplido. "Todavía estoy metido en una nube", ríe y sonríe. Ésta ha sido una edición muy especial de los premios Fígaro. No sólo porque Juanvi por fin lo ha conseguido, por supuesto. Sino porque lo ha hecho entre los grandes y una pléyade de nombres llegados de todas partes, en un sano combate por el premio final con la mayor representación y variedad de firmas y marcas que hemos visto hasta el momento.

Beauty Market: Juanvi, ¿qué se siente cuando, sentado entre los finalistas, sobre la tarima de un gran y tan espectacular escenario, hecho un manojo de nervios, imagino, uno oye, escucha su nombre como ganador de los premios Fígaro?
Juanvi Camarasa: Sincera y curiosamente, no estaba nervioso, sino ¡muy tranquilo!. Yo mismo me sorprendo. Disfruté de cada momento previo al premio al máximo, en el backstage, preparando a las modelos, subiendo al escenario para disfrutar de la pasarela y el anuncio de los ganadores. Eso sí, cuando escuché mi nombre, se me salió el corazón por la boca. Fue una sensación impresionantes. Llevo siguiendo Fígaro desde sus inicios, durante sus nueve años de trayectoria y es brutal lo que significan y aportan, lo que te dan y el convertirse en uno de sus premiados. Quería conseguirlo y por fin lo hacia. Estoy convencido que la constancia y las ganas te llevan a eso, a conseguir lo que quieres.

B.M.: Este premio, ¿qué va a significar o ha significado ya en tu carrera?
J.C.: Un antes y un después. Tanto Fígaro como otros concursos nacionales e internacionales son el despegue de una carrera.

B.M.: ¿Y hasta dónde quiere llegar Juanvi Camarasa?
J.C.: Sinceramente, ésta es una carrera que no tiene final. Siempre has de intentar estar arriba del todo y ahí, presente, aprendiendo en todo momento, circunstancia y lugar e intentando dar el cien por cien siempre.

B.M.: Entonces y en tu opinión, bajo tu punto de vista y propia experiencia, los premios Fígaro ¿qué aportan a la peluquería en general y al peluquero en particular?
J. C.: Tanto al uno como al otro aportan en general ideas, ilusión, esperanza... Inspiración. Efectivamente es una pasarela para la inspiración, que sienta las bases para lo que ha de llegar después. Son además, un orgullo, un orgullo muy grande tanto para quien es finalmente ganador como para el que participe y aquellos que lo ven y lo disfrutan.

B.M.: Blow es la colección que sumada a tus méritos y labor te ha llevado a ser el Peluquero Revelación del Año. Una sucesión de looks muy frescos, dinámicos y comerciales. ¿Por qué esta opción?
J.C.: Sí, sí. Me decidí por Blow porque quería reflejar a la mujer en el día a día. Eso sí, con una técnica muy depurada, cabellos cortos peinados muy rectos y despeinados también. En la que el corte y el color se dan la mano y en la que se combinan para un efecto, un resultado, explosivo.

B.M.: ¿Y cómo y de dónde surge Blow?
J.C.: Sinceramente, un día me levanté y sabía que iba a hacer Blow. Mi inspiración ha sido mi propio día a día. El trabajo que realizo en el salón con algunos de mis clientes llevado a la pasarela. Así nació Blow. Llamé rápidamente a David Arnal, al que todos conocéis, quien retrató a la perfección lo que es Blow. Hago hincapié en él y aquí y ahora y quiero seguir haciéndolo porque sin él nada de esto sería posible, como tampoco sin Jorge DeSancho y todo el equipo DeSancho Estilistas. Sinceramente, he crecido y sigo haciéndolo al lado de ambos y todos y estoy encantado, no, lo siguiente, muy contento de poder trabajar junto a ellos.

B.M.: ¿Esta colección es tendencia? ¿Blow apunta y retrata las coordenadas de lo que es moda y tendencia en el peinado?
J.C.: Sí. Colores marcados, líneas y cortes muy desfilados. Una estética muy berlinesa y punk con la pátina de la modernidad que le aporta una cultura como la alemana y sus bares y pubs emblemáticos, que son recorridos por cientos de propios y extraños cada noche. Eso sí, siempre con mi sello, nuestro sello propio. Partiendo de las bases de mi primera colección que define mi estilo, mi forma de trabajar.

B.M.: Lo más fácil, lo mejor y lo más difícil de haber hecho Blow, ¿qué ha sido?
J.C.: Lo mejor, sin duda, el haber trabajado tanto y tan duro y haber recogido el fruto, ser premiado con el Fígaro. Lo más difícil (ríe), encontrar las modelos, había que cortar el pelo. Y lo más fácil, tener a mi equipo al lado siempre, entendiendo lo que pido. Reconozco que soy un poco complicado, pero trabajamos codo a codo. Mi equipo me entiende a la perfección y son muy buenos en su trabajo, lo cual a mí me lo aporta todo.

B.M.: Juanvi, cuando hablas del equipo DeSancho, ¿a quién incluyes ahí?
J.C.: A todos, al equipo al completo que saca adelante cada día el trabajo en la peluquería. Y por supuesto, a su fundador, a quien desde siempre y desde el principio, siendo el artífice, el creador de DeSancho Estilistas, ha estado ahí, Jorge, Jorge DeSancho. Nos entendemos a la perfección y sabemos muy bien lo que queremos y cuál es nuestro objetivo. Sin ir más lejos, acabamos de abrir un nuevo salón DeSancho en Valencia como asociados, del cual soy director. Los dos sabemos qué queremos hacer y por y para ello trabajamos llevando y dejando el sello DeSancho Estilistas allá donde vamos y en todo lo que hacemos. Una labor conjunta y un intercambio y apoyo mutuo que nos enriquece y motiva a los dos.

B.M.: Al hilo de tu respuesta, cuéntanos Juanvi, ¿quién es Jorge?
J.C.: Jorge DeSancho es una persona constante y entregada y que sabe muy bien lo que quiere y que siempre está ahí para lo que necesitas.

B.M.: Entonces, te resultará fácil trabajar con él.
J.C.: Trabajar con él es muy fácil, trabajar conmigo, también (ríe abiertamente. Entiendo ahora por qué son la pareja perfecta, y no me resisto a reír cómplice con él).

B.M.: Es el momento de preguntarte Juanvi por el sello 'DeSancho style' que identifica sin duda su modo peculiar y distintivo de hacer peluquería. ¿Qué es, singinifca y aporta el inconfundible sello DeSancho a la industria?
J.C.: Somos un modo de ver y hacer. Con una filosofía muy londinense, con influencias modernistas, derivadas de las tribus y corrientes urbanas, de distintas modas y estéticas, tal y como te comenté anteriormente, en Blow, marcadamente punk y berlinesas, por ejemplo. Por supuesto, con nuestro propio modo y peculiaridades a la hora de entender el cabello y la imagen. 'DeSancho style' es nuestro estilo, por el que se nos reconoce e identifica.

B.M.: Juanvi, ¿por qué quisiste ser peluquero, lo fuiste y lo sigues siendo?
J.C.: Me ha gustado desde que recuerdo. Lo tenía claro. En la peluquería he encontrado mi lugar. Soy peluquero y lo voy a ser toda la vida. Es un trabajo que me llena, me distrae, me divierte, que jamás me aburre y que me aporta mucho, muchísimo en y a mi vida.

B.M.: Lo mejor de ser peluquero es entonces...
J.C.: Que no existe límite ni final para la creatividad.

B.M.: ¿Con qué sueña Juanvi Camarasa?
J.C.: Con estar siempre arriba y conseguir todo aquello que me proponga. Y en este momento en concreto y tras la apertura de este segundo salón DeSancho, el cual dirijo, en llevarlo a lo más alto. Y todo ello acompañado, que siempre queda muy bien en recepción, del premio y la estatuilla Fígaro (lo tiene claro).

B.M.: De nuevo ese Fígaro soñado... Cuando lo tocaste... ¿Qué sentiste?
J.C.: Lo primero que hice al tenerlo entre mis manos fue... ¡mirar mi nombre a ver si estaba bien escrito! (no puede resistirse a contarlo y reírse de la anécdota y el momento) porque me dijeron Juanmi, no Juanvi y pensé ¡a ver si va a estar mal puesto en el Fígaro! Pero no, estaba bien, Juanvi de Juan Vicente, con todas sus letras. El resto, imagínate, ¡pura y agradecida emoción!

B.M.: ¿La peluquería española atraviesa un buen momento?
J.C.: La peluquería española está ahora en el TopTen del mundo.

B.M.: ¿Y el cliente, cómo concibe al cliente Juanvi Camarasa?
J.C.: Para mí el cliente es su cabello y su imagen. En realidad trato a una gran variedad de público, mucha gente joven, pero perfiles muy variados y distintos. Trabajo mucho los cabellos cortos, pero también siento debilidad por los cabellos largos y rizados, ¡que me encantan! Aunque se me conozca más por el corte que por el color. Cuando se habla de Juanvi Camarasa se habla de corte, de tijera.

B.M.: ¿Repetirás candidatura Fígaro en otra categoría en 2019?
J.C.: Por supuesto, intentaré de nuevo colarme entre los finalistas y optar al premio final. De hecho empiezo a trabajar en ello ya con la elaboración de mi próxima colección que presentaré al décimo aniversario de los premios de la peluquería española.