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Es uno de esos profesionales de raza, en los que la pasión, el sentimiento por el cabello, se hizo fuerte desde el origen, desde el principio, cuando era sólo un niño. "Mi memoria no alcanza, de tan pronto que fue a decirte un momento, un lugar... Sé que desde que tengo recuerdo la moda me ha fascinado. Sí, ésa es la palabra, fascinación..., desde mi nacimiento", y ríe.

Ángel Ostáriz ha inaugurado segundo salón, de culto y autor en una de los barrios más primigenios y evocadores del Madrid castizo, Chamberí y su bulevar de la calle Sagasta.

Y es que Ángel, quien se codea hace años con primeras figuras y estrellas del mundo de las artes y las letras y al que se ha denominado y se denomina, peluquero de las estrellas, se merecía este lugar, no cabía otro distinto. En Ángel Ostáriz Sagasta las luces proyectan el foco, nada más y nada menos que sobre las obras de arte de Pierre Dargyll. Los espacios, coquetos y de un gusto exquisito te atrapan y te dejan sujeto a ellos. Así ocurre cuando, por sorpresa, vislumbramos otro de los tesoros de este salón, un precioso maniquí que viste de Petro Valverde y que, en esta peluquería de autor, ocupa lugar preminente, junto a otras joyas, todas del arte del diseño y la decoración de las zonas que en Ángel Ostáriz te invitan a quedarte, a permanecer el mayor de los tiempos en manos, nunca mejor dicho, de este famoso y experimentado estilista.

Beauty Market: Ángel, ¡nos asombra! Qué salón tan bonito. ¿Por qué y ahora, este salón, salón de autor, tu segundo salón de peluquería?
Ángel Ostáriz: Se trata de un concepto avanzado de lo que son los salones en general y la peluquería en particular. Ángel Ostariz Sagasta es un salón creado por y para la atracción, la seducción de nuestros clientes, tanto mujeres como hombres, ya que disponemos también de un espacio para la barbería al más puro estilo Barber Old School. Y todo ello bajo un lema: Open mind (abre tu mente), donde otro tipo de servicio, exclusivo, hace su entrada.

B.M.: ¿Y cómo se capta a este tipo de cliente, exclusivo y lujoso?
A.O.: Con la integridad, el concepto y el trabajo bien hecho.

B.M.: Pero para llegar hasta aquí y tenerlo todo tan claro y trabajar tan bien, Ángel, hubo un principio... Ángel, sentimos curiosidad... ¿Cuándo y por qué peluquero?
A.O.: Lo mío es innato. Aunque empecé a estudiar Derecho, sabía que lo que realmente quería era ser peluquero. Así que cambié las leyes por la academia para liarme después la manta a la cabeza y viajar a Londres, donde se fraguaban en aquel entonces las tendencias y convertirme en un buen profesional desde el principio. Soy un poco autodidacta, me gustaba tanto la peluquería, en realidad, no es que me gustara, es que amaba la peluquería, que allí donde encontrara algo que me formara o de lo que aprendiera, me enriqueciera como peluquero, estaba yo.

B.M.: Investigas, viajas, te formas... Y un día, abres tu primer salón. ¿Por qué y cómo te conviertes en empresario?
A.O.: Estaba trabajando en una famosa agencia de modelos con Remedios Cervantes, Mar Flores, Sofía Mazagatos, y fue a partir de ahí que pensé en montar mi propio salón donde atender personalmente a todo el mundo que conocía. Estos fueron mis comienzos, hace más de 20 años, ¡casi 30!

B.M.: Y como estilista, ¿dónde se encuentra más a gusto o qué le gusta más a Ángel Ostáriz?
A.O.: A mí me apasiona trabajar el Total Look. Asesorar a la clienta. Eso nos distingue como salón. Pero, sinceramente, el corte me encanta, el color, también, y el peinado... De la peluquería me gusta todo (exclama y ríe, sincero y sencillo, dos virtudes que nos atraen especialmente de él).

B.M.: ¿Cómo combinas ambas facetas, el ser empresario y peluquero, estilista al pie del salón?
A.O.: Eso es ya más complicado. Tengo claro que el equipo es primordial y el delegar y saber cómo hacerlo. Apoyos, siempre tiene que haber apoyos, si no sería imposible.

B.M.: Desde que Ángel comenzara y hasta ahora, ¿cómo ha evolucionado la mujer con respecto a la peluquería en nuestro país?
A.O.: Ahora, al contrario que hace décadas, todo es más dinámico. Las clientas buscan sobre todo verse guapas, de un modo dinámico y activo. Si es verdad que las visitas al salón son más espaciadas, también lo es que las clientas valoran mucho más y buscan el asesoramiento a la hora de conseguir el total look, el look global del que hablaba antes y que en Ángel Ostáriz nos diferencia. Además, insisto, prima y prefieren la naturalidad y la frescura. Se preocupan por las tendencias y nosotros las tenemos y las ofrecemos. Además, ellas hoy en día trabajan, lo que les exige un ritmo acelerado, en ciertas ocasiones frenético. La mujer del siglo XXI es una mujer emprendedora y exige un estilista a la altura.

B.M.: Y focalizando nuestra atención en el Salón Ángel Ostáriz, ¿qué encuentra la clienta en él desde el momento que cruza el umbral de vuestra puerta?
A.O.: Hay una frase, por mi trayectoria y experiencia, a la que me siento unido y que me encanta: "Confía sólo en profesionales". Y eso es lo que somos. Con la mujer que nos visita, hacemos primero un diagnóstico capilar para pasar después a un estudio de visajismo: rasgos, tipo de piel, color de ojos, cabello, maquillaje, vestuario y por supuesto, peinado. Buscamos el toque fashion. Todo esto a la clienta le aporta un valor añadido y una satisfacción plenas, lo cual, por supuesto, fideliza.

B.M.: La mujer actual es Open Mind, como tú mismo has definido a tu salón, ¿se encuentra ésta receptiva y abierta a otros colores, a otras tendencias que hablan de cabellos cortes o volúmenes tan actuales y trendys?
A.O.: Pienso que la mujer actual se encuentra totalmente informada, abierta y receptiva a todo lo que es tendencia. Las redes sociales y la información on-line nos han abierto al mundo. Hemos abierto los ojos a todo un universo de posibilidades e información. La mujer del siglo XXI quiere, busca, demanda algo más... Y ese algo más (sonríe), es Ángel Ostáriz.

B.M.: Entonces Ángel, la peluquería es moda...
A.O.: Sí. De hecho, insisto, nosotros nos regimos siempre por ella, por la moda, y estamos siempre a la última, atentos a cada tendencia que trasladamos a nuestro salón y trabajo diario. Algo esencial para "vender" belleza y felicidad.

B.M.: Y en este camino, y esta frase que nos ha cautivado, "nosotros vendemos belleza y felicidad", cómo se recicla y forma Ángel Ostáriz. ¿Cómo estás al tanto de todos los cambios y tendencias, a las técnicas, los mejores productos, etc.?
A.O.: Acudo a los cursos, a las jornadas y formaciones de las marcas con las que trabajo, intento no perderme ninguno. Es algo que también me gusta mucho, muchísimo. Hoy en día además, tengo que decir, la formación ha evolucionado, por supuesto, para mejor. Acompañada de movimientos tan interesantes como, concursos, certámenes o premios tan importantes como los de la peluquería española, Club Fígaro, e iniciativas que prestigian y apoyan la creatividad, la creación. La alta peluquería me fascina, la peluquería como arte, arte que es y que hemos de defender para colocarnos a otro nivel.

B.M.: En esta larga carrera, has peinado a muchas mujeres famosas, ¿alguna con la que te quedes especialmente?
A.O.: Muchas sinceramente. Todas, Mar Flores, Elsa Pataky, Norma Duval... Todas son especiales y me han aportado siempre algo también especial.

B.M.: ¿Qué es lo que le agradeces eternamente a la peluquería?
A.O.: Como amante confeso que soy de la belleza, el trabajar en lo que me gusta tanto, la peluquería, no tiene precio. Y el que ello me permita estar siempre atento a la moda y las tendencias, aunque exija también mucho sacrificio, me encanta, sin lo que no podría vivir. Esta profesión me proporciona, me ha proporcionado grandes y numerosas satisfacciones personales, y la tranquilidad de hacer algo en lo que me encuentro feliz y satisfecho. Lo que me da de modo incesante es pasión; me mueve la pasión, ¿se puede pedir más...?

B.M.: ¿Y lo más complicado, si es que lo hubiera?
A.O.: Aquí tengo que citar la cuestión del IVA, una pena, un gravamen que nos ha perjudicado a todos en particular como dueños de un negocio que somos, y a la peluquería en general. Nos ha repercutido en enorme medida. Sí, salimos adelante con nuestro empeño y tesón, pero esta cuestión a veces te frena, te pone freno. Una pena, sinceramente. Cuando hemos alcanzado un momento de fuerza, una posición, cuando la peluquería en España se ha situado un altísimo nivel, llega el IVA y nos corta las alas. Algo muy triste, la verdad.

B.M.: ¿Hasta dónde quiere llegar Ángel Ostáriz?
A.O.: No tengo límites (exlama).

B.M.: Y con este salón, ¿cuál es tu meta?
A.O.: Que se convierta en icono, en icono de la moda.

B.M.: ¿Admiras a alguna figura en particular del panorama actual?
A.O.: A muchísimas, imposible decir sólo una.

B.M.: ¿Y a la peluquería de algún país en concreto?
A.O.: A la inglesa, sin ninguna duda. Para mí es un referente.

Como referente es Ángel Ostáriz, quien no quiere concluir sin dejar de decir e incidir: "Hemos de ser consciente que la peluquería es una parte de la moda, un complemento más de la moda. La cual además nos hace sentir bien como personas, en la vida y en todas sus facetas, día a día, en el trabajo, la familia, con nuestros seres queridos, con nosotros mismos. Porque la moda y la belleza engloban al cabello y a la peluquería. Lo creo, lo digo y no dejo ni dejaré nunca de pensarlo".