Amparo Fernández, al frente del salón La Pelu, lleva 25 años siendo una referencia en peluquería vanguardista. Desde que se inició en la profesión Amparo no ha parado de formarse, adaptándose a los tiempos y asistiendo a las principales ferias, congresos y cursos tanto a nivel nacional como internacional. Ha conseguido varios galardones y reconocimientos a su innovación, siendo colaboradora habitual en producciones audiovisuales y con diseñadores de moda.
B.M.: ¿Cualés fueron tus inicios?
A.F.: Ya desde muy joven, cuando me estaba formando para poder dedicarme en el futuro a esta hermosa profesión, soñaba con regentar mi propio salón de belleza y crear mi propio equipo, amoldándolo a mi forma de entender las cosas, profesionalmente hablando.
B.M.: ¿Cómo empezaste a labrarte un nombre dentro de la peluquería?
A.F.: Fue a partir de comenzar a trabajar en el mundo de lo audiovisual, con actores, actrices y demás gente de reconocido prestigio en este sector. Se fueron forjando contactos con diseñadores de moda y empezamos a crear nuestras primeras colecciones y catálogos.
B.M.: ¿Fueron bien recibidas estas primeras colecciones?
A.F.: El salto a la prensa profesional fue el siguiente escalón, lo cual siempre había sido un sueño para mí. Con la creación de Figaro nos lanzamos a la ilusionante aventura de crear nuestra primera colección... Pastel Glam, que así la denominamos. Por su enorme calidad conseguimos que nos dieran una portada. Y aquello fue algo increíble... el mejor escaparate.
B.M.: ¿Fue vuestro trampolín?
A.F.: De aquel trabajo de altísima calidad se hicieron eco las revistas más prestigiosas del sector... Y así fue como "el nombre" se fue posicionando en el mercado. De lo cual, obviamente, estamos muy orgullosos.
B.M.: ¿Se puede considerar que fue ese el momento clave de tu carrera?
A.F.: En veinticinco años de profesión se producen muchos momentos importantes que pueden merecer el distintivo de "clave", dicho lo cual me quedaría con el hecho de haber conseguido formar parte de un grupo de peluqueros de un talento y una profesionalidad increíble.
B.M.: ¿Cual es tu especialidad?
A.F.: Sin duda alguna, especialista en diagnóstico y tratamientos capilares, asesora de imagen y una parte muy importante como es la gestión de la peluquería, en la cual desarrollo mis propios patrones financieros.
B.M.: ¿Cómo definirías tu estilo?
A.F.: Camaleónica. Me gusta mucho cambiar y "jugar" con el look. El conservadurismo no va conmigo, pero ello siempre desde mi máximo respeto hacia el cliente: sé que éste tiene una idea inquebrantable acerca de lo que pretende.
B.M.: ¿Dónde encuentras inspiración?
A.F.: Reconozco que mi fuente de inspiración se desarrolla potencialmente durante los viajes, bien sean de carácter profesional o personal. Sin embargo, también alimento esa fuente devorando toda revista de moda que cae en mis manos, saco conclusiones y las voy perfilando hasta que alcancen el punto exacto que pretendo.
B.M.: ¿Cuál es la base para ser una buena estilista?
A.F.: La base radica en el amor que puedas sentir hacia tu propio trabajo, hacia tu profesión, como es mi caso. Con ello va implícito el hecho de que te estés formando constantemente, pues la evolución en esto, como en todo, es continua.
B.M.: ¿Cuál es el secreto de tu éxito?
A.F.: Creo que no es un secreto ciertamente, más bien entiendo que es un hábito, una constante en tu vida. En mi caso, creo que es el de saber, sobre todo, escuchar, luego entender y analizar cada idea, cada aportación y después de haberte exigido al máximo, finalizar el día con la satisfacción de haberlo hecho lo mejor posible, sabiendo que lo has dado todo por alcanzar la plena satisfacción del cliente.
B.M.: ¿Qué es lo que más te gusta de la profesión?
A.F.: La actividad diaria en el propio salón, saber que has puesto a la gente muy guapa y obtener por ello la recompensa de su aprobación basada en su sonrisa. Por otra parte, en lo que se refiere a lo puramente artístico, ser creativo, dirigir, estimular y sacar lo mejor de cada uno de los que forman mi equipo, realmente me fascina.
B.M.: ¿Quién ha sido tu referente?
A.F.: Existe alguien que ha sido y es todo un referente en mi vida profesional. Hace muchísimos años que tengo la dicha y el honor de conocerla. Ella es para mí toda una fuente de inspiración por sí misma. Me estoy refiriendo a Felicitas.
B.M.: ¿Cualés son las claves para lucir un buen cabello?
A.F.: Un buen cuidado del cabello requiere la máxima atención en todo el proceso, desde el mismo lavado pasando por unas buenas herramientas, mejores manos y unos productos de máxima calidad para el acabado.
B.M.: ¿Un buen corte hace milagros?
A.F.: Ayuda lo suyo, pero no genera el propio milagro en sí. Es necesario ayudarle con un buen color y un buen acabado.
B.M.: ¿Cuál es tu relación con el cliente?
A.F.: Cordial en todo momento. Procuro ser agradable y eso ya va conmigo. Pero sobre todo trato de ejercer mi profesionalidad absolutamente, con sinceridad para ganarme su confianza.
B.M.: ¿Te consideras una asesora de imagen?
A.F.: Por supuesto. Es más, tengo clientes que cuando tienen algún evento importante me piden consejo, en la plena confianza de que con mi aportación van a estar absolutamente a la altura de las circunstancias. Y en la medida de esa confianza, suelo involucrarme con ellos y ellas en una relación de profesionalidad y amistad que termina ofreciendo los mejores resultados.
B.M.: ¿Qué ofrece tu salón a los clientes?
A.F.: La mejor de las atenciones, máxima calidad y un servicio de absoluta diligencia. A lo que ha de añadirse la utilización de unos productos de última generación, así como una implicación total para con nuestra bonita profesión, intentando estar al día y a la altura de los tiempos que nos toca vivir, con todas las exigencias que el mismo nos va marcando.
B.M.: ¿En qué se diferencia La Pelu de otros salones?
A.F.: Creo que en el ejercicio constante de superación que hacemos todo el equipo. Asimismo, en la propia imagen de nuestro salón, siendo éste todo un referente de moda a nivel local, e incluso dentro del marco nacional. Y en tal sentido cabe añadir que dentro del salón disponemos de un espacio privado, una sala vip, en la que se puede ofrecer una atención personalizada e independiente por cuanto a la amplitud de nuestros servicios.
B.M.: ¿Cuál es el tratamiento o el servicio estrella de La Pelu?
A.F.: En este momento, sin duda, la keratina. Sin embargo diría que el cóctel perfecto es el corte más color.
B.M.: ¿Cuál es la filosofía del salón?
A.F.: Intentamos transmitir relajación y un ambiente distinto a lo habitual es este tipo de locales.
B.M.: ¿Cómo es el equipo que trabaja contigo?
A.F.: Agradable, trabajador y sobre todo consecuente e implicado para con la propia filosofía del salón.
B.M.: ¿Qué requisitos se necesitan para trabajar en La Pelu?
A.F.: Sobre todo educación y disciplina; del resto de la formación me encargo yo.
B.M.: ¿Quiénes son actualmente los mejores peluqueros de España para ti?
A.F.: Por suerte hay muchos merecedores de tan honorable distinción. Es más, creo que en este país se encuentra una gran parte de los mejores del mundo.
B.M.: ¿Cómo definirías a la peluquería española?
A.F.: Todo un potencial a nivel mundial..."Spanish revolution".
B.M.: ¿Cómo está el nivel de la peluquería en España?
A.F.: Al nivel que me muevo yo, altísimo. Ya lo he citado antes, estamos entre lo mejorcito del mundo entero.
B.M.: ¿Está devaluada la profesión?
A.F.: En absoluto. Pienso que al menos en España estamos en nuestro mejor momento.
B.M.: ¿Qué cree que le falta a la peluquería española para tener mayor presencia internacional?
A.F.: Yo creo que ya estamos ahí...
B.M.: ¿En qué país están los mejores estilistas?
A.F.: Hasta hace poco, en el Reino Unido; ahora, ya mismo, en España.
B.M.: ¿Cuáles consideras que son los principales centros de tendencias?
A.F.: Madrid, Barcelona, Londres, París, Milán...
B.M.: ¿Qué tendencias vendrán?
A.F.: Lo que viene son las formas naturales de inspiración ecológica, con ondas, brillo y mucho volumen. En cuanto a los cortes, la tendencia son los degradados y los ángulos en movimiento. Los colores, desde los marrones escardados, cobrizos, hasta los rubios más arriesgados. Todo ello sin olvidar los recogidos más glamurosos y los impresionantes cambios que nos proporcionan las extensiones.
B.M.: ¿Cómo te defines como empresaria?
A.F.: Tenaz, evolutiva, inconformista y, en consecuencia, una luchadora incansable en constante formación.
B.M.: ¿Cuál es tu relación con los productos que trabajas?
A.F.: Muy buena. Intento trabajar siempre con las mejores firmas del mercado. Sin duda, son las que ofrecen las mejores garantías de éxito.
B.M.: ¿Te gustan los medios de comunicación digitales?
A.F.: Es el futuro, no me cabe la menor duda.
B.M.: ¿Qué puede ofrecer Internet al sector?
A.F.: Sobre todo, información.
B.M.: ¿Cómo utilizas los nuevos medios digitales?
A.F.: Estamos en un montón de páginas web de estilistas. De igual manera que también disponemos de nuestra propia página web: www.lapeluamparofernandez.es. También estamos incorporados a Facebook, lo cuál nos facilita una mayor y mejor comunicación con el cliente.
B.M.: ¿Hacia dónde va la peluquería?
A.F.: Va de forma imparable. Como un cohete hacia el mismísimo espacio.
B.M.: ¿Cómo te imaginas los salones del futuro?
A.F.: Quizás un poco más cibernéticos.
B.M.: ¿Qué consejo les darías a los peluqueros para triunfar en la profesión?
A.F.: Pues que la base para el triunfo radica en la formación y en la superación continua del día a día. Es muy importante estar presente en todo lo que concierne al sector y se mueve a nuestro alrededor: congresos, ferias, galas..., lo considero incluso vital. Y ello se resume en estas tres cosas, lucha, lucha y lucha. Añadiría que, aún con todo ello, "puede" que no se triunfe, pero, incuestionablemente, sin ello "seguro" que no se triunfa.
B.M.: ¿Cuál es tu proyecto de futuro?
A.F.: El futuro es hoy y mañana, no mucho más allá. Este año estamos apostando fuerte con un par de proyectos, espero que nos den alguna sorpresa.
B.M.: ¿A qué dedicas tu tiempo libre?
A.F.: Tengo una preciosa hija de once años, se llama Adriana, y ella ocupa de mí absolutamente todo aquel tiempo libre del que dispongo. Aunque también de cuando en cuando trato de desconectar un poco para airear la mente, y lo mejor para ello es reunirme con mis buenos amigos, salir a cenar u organizar algún viaje... Aunque debo decir que es mi propia familia la que me recuerda continuamente que dedico demasiado tiempo a mi ejercicio profesional, pero ello, al menos por el momento, es inevitable. Cuando uno ama lo que hace, el tiempo se le pasa volando.