Durante el embarazo, la presencia de sustancias endógenas influye en el ciclo del folículo piloso, provocando determinados cambios en el cabello que aumentan a medida que avanza la gestación, de forma que, durante el primer trimestre, la acción de la progesterona suele generar un cabello más debilitado y con menos brillo, mientras que, a partir del segundo trimestre, el incremento de hormonas tiroideas y estrógenos retarda la caída natural del pelo, llevando a que se éste se encuentre en fase anágena o de crecimiento constante y tenga una apariencia más fuerte y sana, según Hospital Capilar, corporación del sector capilar.
No obstante, tras dar a luz, el 45% de las mujeres experimenta el efluvio telógeno derivado del posparto, ya que estas hormonas vuelven a su equilibrio natural y recuperan sus niveles habituales, provocando que el cabello que había estado detenido en fase de crecimiento se caiga rápidamente y pase, en consecuencia, a estar en fase de reposo y se encuentre más débil o frágil.
“La diferencia a nivel capilar entre embarazo y posparto es clara, ya que, en primer lugar, se produce el aumento de hormonas como la progesterona, que tiene el efecto de mantener al folículo piloso en fase de crecimiento. Sin embargo, tras el parto, se produce una desregulación en estas fases, lo que inducirá una caída intensa del pelo que, por otro lado, será reversible. Cabe destacar que este proceso hormonal es común a todas las madres, por lo que, en mayor o menor medida, todas se verán afectadas por esta pérdida de cabello”, explica el doctor Francisco Pilo, de la clínica Hospital Capilar.
"Es importante que seamos conscientes de que la caída de pelo en el posparto es un proceso natural y temporal que, a priori, no necesita de ningún tratamiento médico en especial", dice el doctor Pilo.De esta forma, la alopecia posparto tendrá lugar entre el segundo y cuarto mes tras el alumbramiento y no durará más de cuatro meses, tratándose de un proceso fisiológico transitorio que, con el paso del tiempo, se irá ralentizando. Además, es importante recalcar que existen factores que influyen de forma determinante en la salud capilar, como el déficit de hierro derivado del embarazo o de la pérdida de sangre que se produce durante el parto, así como el estrés que se padece en esta etapa, sumando al cansancio y falta de sueño.
“Es importante que seamos conscientes de que la caída de pelo en el posparto es un proceso natural y temporal que, a priori, no necesita de ningún tratamiento médico en especial. No obstante, habría que descartar que existiera cualquier deficiencia a través de una analítica, ya que la anemia, déficit de hierro, zinc y ácido fólico, entre otros, podrían ser la causa de una alopecia orgánica que sí precisase de tratamiento; por lo que será primordial acudir a un especialista en medicina capilar ante cualquier sospecha en este contexto”, destaca el doctor Pilo.
Consejos para cuidar el cabello durante el posparto
A pesar de que sufrir este cambio hormonal es un proceso inevitable, los expertos señalan algunas recomendaciones para recuperar la melena y estimular su crecimiento durante este periodo, como evitar el uso excesivo de secadores y planchas u otros tratamientos agresivos para el cabello como los tintes, coloraciones o tratamientos de alisados o moldeados. Por otro lado, se deberá realizar ejercicio de forma leve o moderada de forma regular, no utilizar recogidos demasiado tirantes y escoger un producto adecuado a cada tipo de pelo y al problema capilar concreto, como un champú pH neutro, acondicionadores sin parabenos o lociones anticaída.
"Tras el embarazo, es común querer bajar de peso y recurrir a dietas de adelgazamiento, por lo que es vital elegir una que conlleve un correcto aporte de todos los nutrientes esenciales necesarios en esta etapa", explica Francisco Pilo.Asimismo, será fundamental llevar una alimentación completa, variada y equilibrada en el posparto con el fin de fortalecer la salud del cabello, sin exceso de grasas, azúcares ni ultraprocesados, y rica en verduras, frutas y proteínas. Por ello, se deberá ingerir alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3, vitamina B6, vitamina E, hierro, calcio, yodo, o zinc, sin olvidar la arginina, la metionina o la biotina, presente en el arroz integral, cereales, pescado, yema de huevo o frutos secos.
“Tras el embarazo, suele ser muy habitual querer bajar de peso y recurrir a dietas de adelgazamiento, por lo que será de suma importancia elegir una que conlleve un correcto aporte de todos los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita en esta etapa. Las dietas hipocalóricas, por ejemplo, pueden llegar a miniaturizar el folículo piloso, provocando, por tanto, una posterior caída del cabello”, concluye el experto de Hospital Capilar.