A pesar de su evolución alcista, existe poca información en torno a la alopecia femenina. Ello hace que las mujeres intenten frenarla por sus propios medios, con mejor o peor fortuna. Tras varios tratamientos sin éxito, algunas deciden acudir a un profesional.
En el mercado, se comercializan productos que prometen detener la caída o regenerar el cabello. Es probable que algunos contribuyan a mejorar la calidad general o a revitalizar el cabello, lo que no significa que solucionen el problema por completo.
¿Cómo se reconoce la alopecia femenina?
La alopecia androgénica femenina no tiene nada que ver con la del hombre. Los cabellos de la zona frontal conservan su aspecto habitual, mientras se cae o debilita el pelo de la línea central. En esta zona, el pelo se afina, visualizándose parte del cuero cabelludo. Es lo que se conoce como patrón difuso o de corona. Con la menopausia y la menor producción de estrógenos, el trastorno se acentúa. De este modo, algunas mujeres sufren carencia de cabello en la parte frontal.
Las causas de la calvicie femenina
Según datos de la Clínica de Trasplante de Pelo del Institut Vila-Rovira, el porcentaje de alopecia femenina se podría situar en el 40% de las mujeres mayores de 50 años, con una clara tendencia al alza de forma progresiva. Actualmente, la mitad de primeras visitas de la clínica las realizan mujeres con consultas relacionadas con la prevención de la caída anormal del cabello (la normalidad varía hasta una caída de 100 cabellos por día).
A los factores causantes de la alopecia desde siempre, como el recambio estacional, la herencia genética o factores hormonales (hirsutismo, prolactina elevada durante el embarazo y la lactancia y/o menopausia), cabría añadir otros motivos. Por ejemplo, el estrés causado por el trabajo, situaciones económicas complicadas, tensiones familiares y un ritmo de vida asfixiante, por citar algunos. Las dietas desequilibradas y el incremento de problemas hormonales acelerarían esas caídas ocasionales de cabello. Algunos pacientes, una minoría, presentan alopecias cicatriciales debido a causas tan variadas como traumatismos, quemaduras o alopecias por tracción (extensiones, peinados tirantes, etc.).
La sobreexposición solar reseca, decolora y provoca modificaciones en la estructura de la fibra capilar, volviéndolo frágil y fino. Asimismo, acelera la aparición de puntas abiertas y puede causar quemaduras a nivel de cuero cabelludo.Si bien se investiga la relación entre la caída del cabello en mujeres y el uso de tintes, no existen datos que lo corroboren, tal y como aseguran desde la Clínica de Trasplante de Pelo del Instituto Vila-Rovira. Lo que sí se ha probado es la posibilidad de debilitar la fibra por las alteraciones físico-químicas que causan sobre el cabello, sobre todo los tintes con agentes decolorantes. Un cabello débil y quebradizo ocasiona una pérdida de volumen generalizada, pero no una caída desde la raíz.
Igualmente nocivos son los efectos de los rayos UVA sobre el cabello. La sobreexposición solar reseca, decolora y provoca modificaciones en la estructura de la fibra capilar, volviéndolo frágil y fino. Asimismo, acelera la aparición de puntas abiertas y puede causar quemaduras a nivel de cuero cabelludo. Pero tampoco es un factor determinante en la alopecia femenina.
Los buenos hábitos previenen la alopecia
Así pues, el origen de la alopecia es multifactorial. Por lo tanto, es complicado determinar un tratamiento de resultado definitivo. Existen muchas posibilidades para retrasarla e incluso tratamientos quirúrgicos de última generación con resultados más estéticos y naturales.
Como prevención, igual que en el caso de los hombres, desde la clínica recomiendan seguir hábitos beneficiosos para la salud. Como una alimentación equilibrada, mantener una correcta hidratación, descansar ocho horas al día, practicar ejercicio con regularidad, eliminar hábitos tóxicos como el consumo de tabaco o alcohol y disminuir el nivel de estrés en la medida de lo posible.
Desde vitaminas a tratamientos como la Carboxiterapia Capilar
Tras visitar al paciente y analizar su caso (agentes causantes y expectativas) el Institut Vila-Rovira prescribe el tratamiento adecuado. Desde vitaminas por vía oral para suplir carencias nutricionales a infiltraciones, vasijeterapia (aplicación de distintos productos con un aparato en la epidermis del cuero cabelludo), Minoxidil, Finasterida, terapia con láser de baja intensidad, ozonoterapia o cosmética capilar. Como novedad, cabe destacar la Carboxiterapia Capilar.
La Carboxiterapia capilar consiste en la introducción del gas estéril CO2 a nivel subcutáneo o intradérmico con la ayuda de una sofisticada máquina, mediante pequeñas microinyecciones, prácticamente indoloras y muy poco invasivas. Se pretende así revitalizar los tejidos por efecto de la oxigenación y la neovascularización. En función del caso, se recomendarán entre 5 y 10 sesiones, a razón de una por semana o una al mes, según el diagnóstico.
Para los casos de alopecia androgenética, cuando no haya tratamiento preventivo posible, se ofrece al paciente la posibilidad de someterse a un trasplante de cabello. Los dos únicos requisitos para ser candidata a este proceso son gozar de buena salud y disponer de una buena zona de cabello donante, tanto en densidad como en calidad de cabello.
El trasplante de cabello consiste en redistribuir los folículos pilosos de las zonas donantes hacia zonas receptoras (las menos pobladas). Este proceso se efectúa de forma artística, respetando la armonía y naturalidad.
En la actualidad, la forma menos invasiva y más estética de extraer los cabellos es mediante la Técnica FUE (Follicular Unit Extraction) que permite una extracción individual sin cicatrices ni puntos. Para realizarla se requiere el rasurado de la zona donante por ser la medida idónea para la obtención del injerto, que se puede hacer con "cortinillas" para camuflarlo.
Una vez extraídos, se preparan minuciosamente bajo el microscopio y se implantan en la zona menos poblada respetando la simetría natural del cabello. El cabello trasplantado suele caer a las dos semanas, quedando dentro el folículo piloso que comenzará a crecer con normalidad transcurridos tres meses. A los nueve meses se pueden apreciar los resultados reales del tratamiento.