Alfredo Lucas García es, como profesional, "artista a la vez que peluquero a partes iguales", así lo confiesa. Y lo hace desde su atalaya, un templo por y para la belleza en Navalcarnero, un precioso enclave, de los más visitados por sus bondades, de la sierra madrileña.
Alfredo Styler, así se llama el salón de este profesional de pro, te deja, literalmente, sin palabras. No se trata efectivamente de una peluquería al uso, sino de una apuesta por el concepto art déco, amalgama de estilos, propios, algunos retro y otros muy modernos, aderezados todos ellos con estratégicos toques claramente industriales salpicando una impresionante y amplísima planta de concepto abierto.
Y no solo eso, es que en tan espectacular espacio hay sitio para todo. Si algo define a este salón es el gusto por el detalle, en todas sus vertientes. No solo en lo referido a la decoración sino también al disfrute, haciéndolo al máximo al pasar por sus distintas áreas de servicio, incluida una barbería, relajarse y salir (si es que por fin te decides a hacerlo, porque la verdad es que salir de Alfredo Styler no es fácil, da mucha pereza, de lo bien que se está allí), salir, como decíamos, totalmente renovado, reconfortado y sobre todo guapo, muy guapa o guapo.
Creo que si algo me caracteriza es la tenacidad y la paciencia. Lo que más me gusta hacer, siempre en mi estilo, son los recogidos. ¡Me entusiasman!
Alfredo Styer es el alma de Alfredo Lucas García, eso es innegable. Alfredo, un peluquero entregado y apasionado por lo que es y lo que hace al que le recorren numerosas vetas, influencias y propósitos. Todos ellos conseguidos. Y siempre con la visión certera de lo que viene después, de lo que está `por delante, de un futuro que conquista y cincela no sobre la roca, sino a golpe de muñeca entre cabellos que él doblega, trata y sublima con sus manos, su ojos y un corazón que se le sale y es el que bombea la pasión que le mueve y entroniza como un profesional de primera.
Hoy, nuestro protagonista, rememora cómo lo suyo le vino de nacimiento. "Con cuatro años, en el parvulario, ya hacía trenzas a mis compañeras en el recreo. Hoy, siguen siendo mis clientas", entrecierra los ojos mientras recuerda. De ahí a abrir su propio salón, varios pasos. "Una vez acabada mi formación en La Milagrosa y haber trabajado en varios salones, rápidamente tuve claro que quería desarrollar mis propios conceptos y volcarlos todos ellos en la visión que tenia de mi propio salón". La prodigiosa carrera de Alfredo, comienza...
Dice: "Necesitaba desarrollar mi creatividad, mi pasión desde que tuve razón de ser, y la única manera de poder expresar mis sentimientos y el amor hacia mi trabajo, se trataba de tener plena libertad para poder plasmar en mi negocio todo lo que un día soñé y hoy he logrado". Corría el año 1998.
En este momento lo más difícil ha sido no tener contacto estrecho con mis clientes y amigos. Lo he superado enfocándome en lo positivo, en mi negocio, equipo, clientes y en las oportunidades que han surgido de los cambios de los hábitos de consumo de las personas.
Beauty Market: Desde entonces y hasta ahora, ¿cómo hemos cambiado?
Alfredo Lucas García: Por aquella época el cliente de la peluquería era más asiduo, con visitas semanales, por contra, los servicios eran más sencillos. Actualmente el cliente espera la excelencia, sus visitas son más espaciadas y los servicios realizados más complejos y elaborados.
B.M.: Alfredo Styler no es un salón al uso como ya hemos relatado. En cuanto al diseño y los espacios, cuáles son sus características más destacadas.
A.L.G.: Un nuevo modelo de negocio, en el que el cliente busca que la comunicación con su peluquero sea más personalizada, un salón de peluquería en el que se le inspira y se le educa en un concepto que ha crecido en estos años: 'El cuidado del cabello'; tanto en el salón como en casa. Por eso es importante la formación y el entrenamiento del equipo para poder crecer profesionalmente y conseguir que el cliente no busque simplemente un servicio, sino que, le mimen, le cuiden, le escuchen y todo ello se vea reflejado en el resultado final. 'Vivir la experiencia Alfredo Styler'.
B.M.: Además, proyectado y decorado por ti mismo, ¿qué querías conseguir y qué has conseguido?
A.L.G.: Es un salón conceptual donde cada área ha sido diseñada para vivir una experiencia emocional a través de un viaje que activará los sentidos. Un concepto basado en la salud, belleza y cuidado integral del cabello, y donde el cliente se sorprenderá de nuestros constantes cambios para que siempre puedan descubrir algo nuevo.
B.M.:¿Fue difícil acometer el proyecto?
A.L.G.: Quería conseguir el salón y concepto de mis sueños. He plasmado en cada rincón lo que quería, y sin saberlo, el día antes de la apertura, entré (deja pasar unos segundos, mientras sonríe emocionado) y vi pasar mi vida y trayectoria personal a través de cada rincón de Alfredo Styler . ¡Es mi vida reflejada en mi salón! Imagina 8 meses transformando un garaje de 450 metros con todo lo que conlleva una obra de tal envergadura. Y no solo eso, transmitiendo, explicando y educando a todo el equipo de i>Alfredo Styler la experiencia que quería que sintieran los clientes en cada espacio. No fue una tarea sencilla, e implicó mucho esfuerzo y a muchas personas.
La excelencia en la peluquería, como en otras profesiones, no consiste solamente en cubrir necesidades del cliente, es superar sus expectativas, es ver su mirada de felicidad reflejada en el espejo cuando terminamos el servicio.
B.M.: En general, ¿no crees que los salones en nuestro país, en su mayoría, carecen de diseño?
A.L.G.: Sí, pero por suerte hoy en día cada vez se da más importancia a los espacios y a la imagen para poder reflejar así el servicio y la personalidad de cada salón.
B.M.:¿Perjudica este hecho, la carencia de diseño, a la imagen en general de la peluquería?
A.L.G.:Más bien, quienes no lo hacen, se perjudican a ellos mismos ya que los consumidores somos ahora más exigentes y el valor del negocio está en cada detalle (servicio, imagen, profesionalidad, etc.).
B.M.:En Alfredo Styler contáis con peluquería femenina y barbería, ¿por qué ambas prácticas y por qué su separación en distintas zonas?
A.L.G.: Hoy en día el sector de la peluquería masculina es igual de importante que la femenina. Se subestima mucho el sector masculino y las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y sólidas en cuestión de tendencias, por eso hemos creado una zona específica para ellos, para preservar su relax e intimidad.
B.M.:¿Cuál es el área que más te gusta de tu salón?
A.L.G.:No podría decidirme por ninguna, ya que cada una ha nacido de mi propia inspiración y sentimiento.
Realizamos 'briefings' semanales para buscar cómo mejorar el servicio al cliente, entrenamos protocolos y técnicas de comunicación y repasamos las campañas, junto con la ayuda de nuestra 'coach' Gemma en muchas ocasiones.
B.M.:¿Y a tu clientela?
A.L.G.:Les encanta la pared de espejos creada al lado de nuestra 'I.C.O.N. Boutique', así como la ampliación realizada tras el confinamiento, más de 100 metros de nueva creación.
B.M.:¿Cuentas con clientes fieles desde tu apertura?
A.L.G.: Si, clientela fiel desde la apertura del primer centro, hace 25 años y hoy nos visitan hasta tres generaciones de la misma familia, como Vicenta, de 98 años, que no falta ni un mes, ni su hija y nietas.
B.M.:¿Cómo se consigue la fidelidad del cliente?
A.L.G.: Superando sus expectativas y haciendo que en cada visita viva la experiencia y se sienta como la primera vez. Nos gusta complacer a nuestros clientes.
B.M.: ¿Con qué equipo cuentas?
A.L.G.: Cuento con un equipo de 9 personas cualificadas recepción, relaciones públicas, estilistas, auxiliares y maquilladora, todos formamos el equipo de Alfredo Styler.
Somos un equipo de profesionales organizado, disciplinado y entrenado. Utilizamos protocolos y rituales en cada servicio para así poder superar las expectativas de nuestros clientes, consiguiendo trasladarles a través de viajes sensoriales, a un estado de relax sin precio.
B.M.:Algunos de los componentes del equipo de Alfredo Styler permanecen contigo casi desde el principio, ¿cómo se consigue dicha permanencia? (Tan importante o más que la del propio cliente).
A.L.G.: Tienes razón, es lo más importante. Se mantiene con el respeto, la admiración mutua, la empatía y mucho cariño. Es mi familia ( y lo afirma satisfecho, pero sobre todo, contento; le brillan los ojos).
B.M.: ¿Tu equipo es la extensión de tus manos?
A.L.G.: Sí, sin ellos no existiría el Alfredo Styler que somos hoy en día, se han convertido en tanto o más importantes que yo.
B.M.: ¿Cuál es el equipo perfecto?
A.L.G.: El que tengo, sin duda. Somos un equipo de profesionales organizado, disciplinado y entrenado. Utilizamos protocolos y rituales en cada servicio para así poder superar las expectativas de nuestros clientes, consiguiendo trasladarles a través de viajes sensoriales, a un estado de relax sin precio.
B.M.:Muy implicado con la formación del mismo, el equipo, cuentas incluso con un espacio dedicado a tal fin en tu salón de peluquería. Cuéntanos en que consiste este programa de entrenamiento y excelencia.
A.L.G.: Realizamos briefings semanales para buscar cómo mejorar el servicio al cliente, entrenamos protocolos y técnicas de comunicación y repasamos las campañas, junto con la ayuda de nuestra coach Gemma en muchas ocasiones.
Tenemos la gran suerte de que nuestros clientes son amantes de nuestros productos. Nos encargamos de asesorarles y educarles en cómo tratar su cabello y les enseñamos a crear su estilo en casa junto con un seguimiento del producto que consume.
B.M.: ¿Qué es la excelencia en la peluquería?
A.L.G.: La excelencia en la peluquería, como en otras profesiones, no consiste solamente en cubrir necesidades del cliente, es superar sus expectativas, es ver su mirada de felicidad reflejada en el espejo cuando terminamos el servicio. Eso para mí es la excelencia en la peluquería.
B.M.:¿Y cuál es el buen peluquero?
A.L.G.: Un buen peluquero es aquel que cuenta con una buena técnica de corte, de color y comunicación, capaz de formar excelentes equipos de trabajo y que tiene visión de negocio (resume en un segundo, sin dudarlo).
B.M.: Antes, hemos hablado de la educación y entrenamiento de los equipos, pero ¿cómo se forma Alfredo y te reciclas?
A.L.G.: Mi formación como profesional y crecimiento como líder es continua, siempre de la mano de I.C.O.N., con seminarios, entrenamientos y también de una manera virtual con I.C.O.N. View. Y mi inspiración nace de mis viajes, seguir tendencias en redes sociales, cazar nuevos looks cuando paseo por las calles…
B.M.: Además, polifacético, también elaboras colecciones de temporada, ¿por qué y con qué fin y objetivo?
A.L.G.: Me apasiona (hace un gesto con las manos, que le reafirma en esta su faceta artística como profesional peluquero), creo mis propias colecciones para inspirar al equipo, motivarles, crecer profesionalmente y sobre todo para sorprender a nuestros clientes que son el corazón de Alfredo Styler y para quienes las creamos.
I.C.O.N. me ha enseñado a trabajar mejor en equipo, a mejorar cómo me comunico. Me ayudan a desarrollar mi negocio, a aumentar la excelencia en el servicio y a desarrollar herramientas 'marketing'.
B.M.:¿Cómo se abarca tanto? ¿De dónde sacas el tiempo?
A.L.G.: ¡Uff!, ¡que pregunta! (ríe). Se abarca tanto cuando pones tu pasión y tu vida en el proyecto. Sacando tiempo a través de la optimización y eficiencia de los recursos, la organización y la disciplina. Cuando te apasiona lo que haces el tiempo no existe.
B.M.: Antes hablábamos de cómo te inspiras, pero ¿cómo te mantienes atento a las tendencias?
A.L.G.: Hoy en día se utilizan las RR.SS. como principal fuente de tendencias, pero no hay nada como salir a la calle, insisto, y observar, coger una revista y hojearla o simplemente ponerme a crear en mi salón.
B.M.: ¿El cliente pide tendencias?
A.L.G.: Sí. Internet es una ventana al mundo, para nosotros y para ellos, los clientes, y vienen preparados con las fotos que les han inspirado para que les hagamos los cambios de look. Nosotros nos encargamos de adaptarlo para cada uno de ellos, dándoles nuestro consejo tras el diagnóstico.
B.M.: Entonces, hoy por hoy las redes sociales y en tu opinión, influyen y mucho en los gustos de los clientes.
A.L.G.: Sí. Juegan un papel primordial. El cliente, como decía, ya viene con su idea plasmada en su cabeza, con una imagen y deseo de color, técnica, producto... Y yo, como profesional, tengo que adaptarlo a su personalidad.
Un buen peluquero es aquel que cuenta con una buena técnica de corte, de color y comunicación, capaz de formar excelentes equipos de trabajo y que tiene visión de negocio.
B.M.: ¿Y cómo funciona lo on-line en la relación y conocimiento por parte del cliente del profesional y su salón de peluquería?
A.L.G.: Lo on-line permite una comunicación más abierta y continua de cliente con el peluquero, lo que hace también que trabajemos en el perfeccionamiento y la calidad de los servicios que ofrecemos.
B.M.: ¿Y cómo influyen las redes sociales y lo digital entre y en los propios profesionales peluqueros?
A.L.G.: Te acercan más a otros profesionales pudiendo así compartir ideas, diferentes técnicas y tendencias, creando vínculos de admiración entre nosotros.
B.M.: Por cierto, Alfredo, ¿peluquero o estilista?
A.L.G.: Ambas facetas, tal y como las considero, para mí van unidas. Como estilista soy creador del look que mejor le va a una clienta y como peluquero, desarrollo el proceso de trabajo para conseguirlo.
B.M.: ¿Cuál es tu mejor cualidad y/o lo que más te gusta hacer en la peluquería?
A.L.G.: Creo que si algo me caracteriza es la tenacidad y la paciencia. Lo que más me gusta hacer, siempre en mi estilo, son los recogidos. ¡Me entusiasman!
B.M.: ¿En Alfredo Styler se practica el diagnóstico capilar?
A.L.G.: Sí. Forma parte de nuestro protocolo. No hay un buen servicio sin un buen diagnóstico.
La barbería atraviesa un momento álgido. El caballero cada vez se cuida más, busca diferentes estilos, y nos demanda productos, tratamientos y servicios para mantener su 'look'.
B.M.:¿Cuáles son tus servicios estrella en cuanto a tratamientos capilares?
A.L.G.:Pues es que me gustan todos ( y vuelve a reír como lo ha hecho en numerosas ocasiones a lo largo de esta entrevista), tenemos un gran portfolio de tratamientos para satisfacer todas las necesidades que podamos requerir para cada momento y cada tipo de cabello. Algo esencial.
B.M.:¿Y tu producto o productos fetiche?
A.L.G.: Si tengo que elegir uno... CBD Oil de I.C.O.N. Uno de los productos más completos que conozco, con el que estamos dando solución a muchos problemas capilares y de cuero cabelludo de nuestros clientes. Por otro lado, he de decir, que son ellos, los clientes, quienes más contentos están con este fantástico productos, ya que comprueban en primera persona y se benefician de sus fantásticos resultados.
B.M.:¿Por qué I.C.O.N. y no otra marca?
A.L.G.: En I.C.O.N. no soy un número, soy Alfredo, 'Alfredo Styler', formo parte de la familia I.C.O.N. y así me hacen sentir.
B.M.: ¿Si tuvieras que definir al producto capilar I.C.O.N., cómo lo harías?
A.L.G.: El alma de los productos I.C.O.N. está en su creación artesanal, en sus ingredientes, en sus fórmulas. El espíritu y la pasión está en cada uno de ellos.
B.M.: ¿Y a la filosofía en general de la marca?
A.L.G.: Una filosofía comprometida tanto con el peluquero para cubrir las necesidades profesionales y con la procedencia de sus ingredientes, de la tierra, veganos, con vitaminas, aceites y otros activos obtenidos todos ellos de manera sostenible, como sus envases. Tenemos que cuidar la tierra (dice muy serio).
Creo mis propias colecciones para inspirar al equipo, motivarles, crecer profesionalmente y sobre todo para sorprender a nuestros clientes que son el corazón de 'Alfredo Styler' y para quienes las creamos.
B.M.: ¿Qué has aprendido con I.C.O.N.?
A.L.G.: Pues nada más y nada menos que lo que es hoy Alfredo Styler (vuelve a exclamar con alegría y satisfacción no disimulada, todo lo contrario). I.C.O.N. me ha enseñado a trabajar mejor en equipo, a mejorar cómo me comunico. Me ayudan a desarrollar mi negocio, a aumentar la excelencia en el servicio y a desarrollar herramientas marketing. Mi crecimiento en los últimos 12 años ha ido unido y de la mano de I.C.O.N. y también el de los miembros de mi equipo.
B.M.: ¿Qué ofrece una compañía como I.C.O.N. en momentos tan delicados como el que estamos viviendo?
A.L.G.: Siempre están ahí, pero en el momento más duro emocionalmente durante la pandemia, me sentí arropado, motivado, acompañado con sus iniciativas de crecimiento personal y de negocio aún estando cerrados, poniendo a nuestra disposición sus infraestructuras para mantener mi negocio y poder asesorar a mis clientes. Sentí en esas circunstancias a una empresa fuerte y humana derrochando cada día, que no es nada fácil, motivación y empatía.
B.M.: En general, ¿qué opinas de las grandes compañías de cosmética capilar? ¿Cumplen el papel que debieran?
A.L.G.: No sabría que decirte, en mi salón trabajamos exclusivamente con productos y herramientas I.C.O.N. y me aportan todo lo que pueda requerir para las diferentes necesidades de mi negocio.
B.M.: ¿Qué ha sido lo más difícil de tu trayectoria y de este momento en particular y cómo lo has superado?
A.L.G.: Después de lo vivido en pandemia, los demás es parte del crecimiento. En este momento lo más difícil ha sido no tener contacto estrecho con mis clientes y amigos. Lo he superado enfocándome en lo positivo, en mi negocio, equipo, clientes y en las oportunidades que han surgido de los cambios de los hábitos de consumo de las personas.
Al futuro le pido que todos nuestros proyectos prosperen. Le pido que podamos seguir creciendo como hemos venido haciendo en estos 25 años de profesión.
B.M.: ¿Cómo defines y percibes a la peluquería española?
A.L.G.: Percibo que se encuentra en un momento de crecimiento continuo a pesar de las circunstancias. Equipos cada vez más preparados y comprometidos en tendencias, técnicas y creatividad.
B.M.: ¿Y la barbería, por qué momento atraviesa?
A.L.G.: La barbería atraviesa un momento álgido. El caballero cada vez se cuida más, busca diferentes estilos, y nos demanda productos, tratamientos y servicios para mantener su look.
B.M.: ¿Qué busca tu cliente, hombre o mujer cuando cruza el umbral de tu puerta?
A.L.G.: Un buen servicio, ideas, inspiración, asesoramiento y que cumplamos sus expectativas pudiendo así convertirles en 'fans' de Alfredo Styler, nuestro fin último.
B.M.: Tu cliente, ¿te compra productos para el cuidado de su cabello en casa? ¿Por qué crees que en general no lo hace y acude al super y otro tipo de tiendas de retail?
A.L.G.: Tenemos la gran suerte de que nuestros clientes son amantes de nuestros productos. Nos encargamos de asesorarles y educarles en cómo tratar su cabello y le enseñamos a crear su estilo en casa junto con un seguimiento del producto que consume. Muchas personas acuden al producto de gran consumo, sí, unos porque no se les educa en qué utilizar en casa y otros porque todavía no tienen ese concepto de 'cuidado del cabello'.
B.M.: La venta de producto en el salón, ¿es un buen negocio?
A.L.G.: Es la artillería dentro de mi salón (ríe Alfredo de nuevo, que tiene las cosas claras). No hay nada mejor que el cliente compre un producto asesorado y educado por mi equipo o por mí, y con un servicio también de asesoramiento y seguimiento desde sus propias casas.
Internet es una ventana al mundo, para nosotros y para ellos, los clientes, y vienen preparados con las fotos que les han inspirado para que les hagamos los cambios de 'look'.
B.M.: ¿El profesional peluquero ocupa el lugar que merece a ojos de la sociedad?
A.L.G.: Creo que no, pero por suerte cada vez más se nos reconoce ante la sociedad. El estilo es una forma de decir quién eres, sin tener que hablar.
B.M.: ¿Qué le pides al futuro? ¿Y al presente?
A.L.G.: En el presente estamos desarrollando la página web del salón, para aumentar nuestra visibilidad y captación de clientes, al mismo tiempo que hemos creado nuestra propia tienda on-line www.iconboutique.es, para que los clientes o potenciales clientes puedan adquirir los productos cómodamente desde su casa o trabajo, en el bus o mientras toman un café. Al futuro le pido que todos nuestros proyectos prosperen. Le pido que podamos seguir creciendo como hemos venido haciendo en estos 25 años de profesión, cuando sólo estaba yo trabajando en mi pequeño saloncito, ahora tan grande, tan abierto, tan especial y emotivo, cuando ahora somos nueve compañeros en un 'Gran Salón: Alfredo Style'.