"Sí, creo moda. Creo estilos de vida”, asegura Albert Catalán, profesional peluquero desde siempre. Aunque hoy asegura que esta profesión es 50% arte y 50% empresa, no fue hasta los 25 años, cuando ya llevaba una década trabajando como peluquero, primero en Francia y luego en Barcelona, cuando se dio cuenta de la necesidad de comenzar a formarse en la faceta empresarial del negocio.
Abre así su primer salón unisex “con una técnica y un método”, nos explica. La evolución y reconocimiento a partir de ahí han sido imparables: cuatro salones Catalán Perruquers propios, uno en franquicia, shows, colecciones, premios, y el Taller Albert Catalán, además de muchas expectativas de desarrollo y futuro.
Albert, divertido y comprometido, responsable y muy consciente de todo lo que le rodea, declara: “Bebo y me inspiro de lo que pasa en el mundo; de la calle, de observar y ver cuando viajo, de conocer las nuevas tendencias y las nuevas maneras de vivir... Después, procuro sintetizarlo todo y plasmarlo en el trabajo”. ¿El secreto de su éxito?: “La constancia, la perseverancia. El mirar la empresa desde fuera para luego entrar dentro de ella e interiorizar cada experiencia”.
Beauty Market: ¿Ha sido difícil llegar hasta aquí?
Albert Catalán: Yo diría que difícil no, sí que ha habido algunos problemas y contratiempos, pero, por otro lado, cuando haces las cosas con ganas y las disfrutas, las dificultades son menores.
B.M.: ¿Albert Catalán cree en las personas?
A.C.: En el 100%. Pensamos muchas veces que las personas tienen que hacer sólo lo que nosotros digamos. Nuestra máxima, sin embargo, es: “Haz las cosas como tú crees, entrégate a las personas y no esperes nada a cambio”.
B.M.: ¿Cuáles son sus proyectos más inmediatos?
A.C.: Seguir la línea de cinco años de expansión de la empresa. “Hacer marca”.
B.M.: El futuro de la peluquería pasa necesariamente por...
A.C.: Los cambios a los que los empresarios nos tenemos que adaptar.
B.M.: Algo que no quiera dejarse en el tintero...
A.C.: La peluquería ha de buscar sus raíces, que no están sólo en las escuelas, ni en el mundo liberal, ni en el técnico. Atreverse a buscar en el camino en el que uno más se divierte o en el que más se disfruta, para así, también ser mejor.