Aduho: pura dinamita
Inma y Laura Álvarez son ¡pura dinamita! Más de 25 años al frente de Aduho y mucho que contar de la peluquería. Hoy es Inma quien lo hace y nos regala con algunas frases memorables, como lo es también la conversación mantenida con ella
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Inma es una de esas mujeres reales, de carne y hueso, sólida, solvente, poderosa. Que de tanto que lleva y trae y le sale de dentro se convierte en ¡pura dinamita!
Menudo regalo para la peluquería. Lo hubiera sido en cualquier faceta artística pero sobre todo humana. Porque, ¡sí!, su elección, esta profesión que trata de cabellos y personas, hombres y mujeres que confían y desconfían a la par y se ponen en manos de quien en el principio es un desconocido, lo tiene todo de artística, pero más que nada, de humana. De sensaciones y sentimientos a flor de piel que nacen de dentro y corren por las venas hasta llegar a la punta de los dedos, donde con movimientos precisos y certeros, ¡zas!, crean obras maestras.
Es un placer para nosotros estar aquí y ahora con Inma y presentar Shine, la última colección de Aduho, que no sólo es Inma, sino también Laura, Inma y Laura Álvarez, el yin y el yang, el contrapunto, el equilibrio, la balanza de la justicia que a lo largo de sus dos décadas de trayectoria, con sus luces y algunas sombras, porque no todo son rosas en el camino, han logrado convertirse en nombre propio, indispensable. Testimonio de un modo de concebir y hacer peluquería al que ellas le aportan todo lo posible e imposible. Porque Aduho es eso, la propia visión del mundo de dos mujeres en comunión y sus respectivas versiones, posturas y percepciones. Tal y como lo es la icónica Shine, otro motivo para admirarlas y caer rendidos ante ambas. Shine es la misma y pura dinamita que acompaña a Inma en su pasión por la vida. Avanzadilla de tendencia. Lentejuelas, glitter, gold & silver... ¡Brillo! Porque, "quién no quiere un pelo shine, una imagen brillante, una vida con destellos...", me pregunta Inma. "Yo sí, desde luego", le respondo. Y en Shine el brillo abunda, en cuantiosas formas y formatos y se contagia. Y te hace creer que todo es posible y querer peinarte y que te peinen, y que un trenzado fantástico y un naranja incombustible o un rubio seducido sean tu identidad, tus señas, el accesorio que te transforma en reina de tus días y tus noches.
Laura es mi otra mitad, yo la necesito a ella. Y ella igual a mí. No concebimos la vida la una sin la otra.
"Cuando las cosas son brillantes parece que son mejores", ríe Inma. Y afirma. Y yo asiento con un gesto de cabeza y sonrío al mismo tiempo que ella porque la veo y la siento. Y me contagio de destellos. En fin, de puro glamour que es lo que en definitiva contiene Shine, la apuesta por la moda y su ejecución certera.
Beauty Market.: ¡Menudo momento vive Aduo, Inma!
Inma Álvarez.:¡Sí!, sí. Un buen momento. No voy a negarlo. No paramos, la cadena sigue en marcha, 14 salones ahora mismo. Trabajamos, formamos y sacamos adelante todos nuestros formatos. Porque Aduho no son solo salones, son personas. Continuamos adelante con nuestros weekends, punto de encuentro de todos los equipos, los weekends que nos unen. Colecciones, actuaciones, colaboraciones...
B.M.: Los weekends, instantes mágicos y famosos para muchos. ¿Qué son, qué hacen los equipos Aduho en un weekend?
I.A.: Nos reunimos un fin de semana una vez al año. Uno de los días es de formación, se presenta la colección, se preparan los cursos, los rankings; la gente se va eufórica, llena de motivación. Éste es el objetivo del formato. A partir de ahí, programamos a lo largo del año un calendario de formaciones para los equipos con el objetivo de que todo el mundo trabaje mejor y más a gusto en todos los sentidos. Buscamos la excelencia, lo que nos une, lo que nos impulsa, el objetivo.
Lo que perseguimos es que el cliente perciba que le estamos dando más de lo que lo que va a pagar por entrar en la peluquería. Le sorprendemos en pequeñas cosas, con muchos y cuidados detalles.
B.M.: ¿Y cómo se consigue ésta, la excelencia?
I.A.: Tratamos de perfeccionar todos los valores de la peluquería y la profesión. Porque ésta posee muchos y hay que potenciarlos y saber cómo hacerlo para diferenciarte así del resto y que te elijan, dejando aparcada la guerra de los precios. Si te ponemos un café lo hacemos en una bandeja de bambú con tu taza, tu magdalena, tu galleta, tu cruasán... Si te hacemos un zumo, con dos colores y en una copa de cóctel. Si te proponemos un tratamiento, añadimos un peeling facial. Lo que perseguimos es que el cliente perciba que le estamos dando más de lo que lo que va a pagar por entrar en la peluquería. Le sorprendemos en pequeñas cosas, con muchos y cuidados detalles. Estamos obsesionados con el bienestar de los clientes.
B.M.: 25 años de trayectoria, ¿qué ha sido lo más difícil y cómo lo habéis superado?
I.A.: Luchando, ha habido momentos mejores y peores. Pero por suerte somos dos y cuando una decae la otra levanta. Siempre hay una luz al final del túnel, así has de creerlo, así lo pensamos. El que las personas sigan confiando en ti es nuestro principal baluarte. Clientes, equipos, eso es lo que me da, nos da la fuerza.
B.M.: ¿Qué es Laura para ti?
I.A.: Laura es mi otra mitad, yo la necesito a ella. Y ella igual a mí. No concebimos la vida la una sin la otra.
B.M.: Inma, como profesional, qué es en lo que destaca y Laura, bajo tu punto de vista, qué es lo que mejor domina.
I.A: Laura, la parte colorista, es muy buena, sin duda. Y yo, los cortes, sí. Como verás (ríe divertida, algo que por otro lado le es habitual y le caracteriza), el yin y el yang.
El peluquero es muy visual y siempre ha buscado canales donde dejarse ver. Por eso, sí, pienso que hay que estar en las redes y por supuesto en 'on-line'. O te adaptas o mueres, lo creo firmemente.
B.M.: Y cuando afrontáis la dirección de la empresa, cómo lo hacéis, cómo os ayudáis, en quién confiáis...
I.A: Yo llevo más la parte artística, Laura, más la parte de gestión. Aparte y por supuesto de todo el de oficinas, central, etc. Una empresa ha de estar estructurada y confiar a cada uno la parte que le toca.
B.M.: Aparte de vuestras colecciones y salones, habéis lanzado un nuevo formato en lo referido a formación, llamado Shooting Days que está teniendo gran repercusión y proyección. ¿Qué son en concreto los Shooting Days?
I.A.: Sí, sí (se emociona Inma, tiene un acento de pasión a lo largo de toda esta entrevista, que se traduce en su voz, en su expresión, propia y constante). Se trata de dos días intensos en los que recreamos un shooting de moda. Orientamos al peluquero que no sabe por dónde empezar una colección. Primero les proporcionamos a todos ellos materiales y trucos para crear sus propios apliques que utilizarán en las modelos. Todo con cabello natural, el cual colorean, texturizan, aportan forma y volúmenes. Lo que quieran en función de cuál será el peinado y la imagen que buscan retratar. Les damos cabello blanco, un lienzo sin estrenar, y a partir de ahí ellos eligen el color, le hacen el corte, lo trabajan, en definitiva. En la segunda jornada de nuestros Shooting Days, montamos un backstage en toda regla. Modelos, ropa, zapatos, maquilladores, fotógrafos... La réplica exacta del backstage de cualquier producción o pasarela. Así que con el aplique que han trabajado previamente se viste y prepara a la modelo y se disparan las fotos que luego formarán parte de su colección o book. Una vez terminamos se pasa a trabajar de nuevo sobre el aplique para crear otro acabado y propuesta. Es súperemocionante. Muchas profesionales cuando entran en el backstage, lloran, no se creen dónde están. Es increíble. Pero sobre todo, satisfactorio y reconfortante, tanto para los alumnos como para nosotros.
B.M.: Formaciones habéis hecho toda la vida, de todo tipo y formato, pero ¿cómo os recicláis o qué tiempo le dedicáis a vuestro propio aprendizaje y perfeccionamiento?
I.A.: A aprender le dedicamos las 24 horas, porque aparte de los salones tenemos también un taller polivalente, que se transforma, siempre, en un maravilloso circo. Si vamos a hacer Shine, de repente se llena de lentejuelas. Y cuando viajamos, lo cual hacemos bastante, nos interesamos por saber cuál es el salón de moda o más importante de cada ciudad que visitamos. Vamos, nos peinamos, vemos qué es lo que hacen, cómo trabajan y qué lo que podemos trasladar a nuestro negocio. Aprendemos y nos reciclamos de modo constante, porque nos inspiramos y basamos nuestra experiencia en todo aquello que vivimos y hacemos. La inspración y la motivación nos asalta y pilla por sorpresa en cualquier sitio y lugar y cuando menos te lo esperas. Vemos el menú de una carta en un restaurante, una carta original y diferente, y pensamos, por qué no hacemos una carta así en el salón.
Hay gente que sigue pensando que no somos nadie, por desgracia, y gente que sabe todo lo que significa nuestra profesión, su esfuerzo, dedicación, entrega, exclusividad y naturaleza única.
B.M.: Colecciones, shottings, creación infinita tras más de dos décadas... ¿Cómo comienza Shine, cómo se da origen a una colección cuando se trata de Aduho y de Inma en concreto?
I.A.: Sale solo. Un día vi en mi cabeza Shine y a partir de ahí empecé a pensar que todo es brillo y en ello me inspiré. El resto viene después, como un ciclón. Eso sí, siempre intento fusionar una tendencia del momento con algo más. Con materiales, texturas, diseño... Así son nuestras colecciones, nuestro concepto del cabello.
B.M.: Y un cliente, a nivel moda y tendencia, qué es lo que se encuentra cuando entra a un salón Aduho.
I.A.: Cundo yo entro a un salón Aduho es porque lo hago buscando algo distinto. No sólo a nivel moda y cabello, sino también porque a nuestros clientes les encantan nuestras instalaciones. Entran y permanecen porque además disfrutamos de un equipo distinto, cerano, amable y atento.
B.M.: ¿Cómo se logra dirigir y controlar a los equipos?
I.A.: Nosotros lo que hacemos es todos los viernes un training, los training son sagrados desde hace años. Repasamos objetivos y también las disputas o los desencuentros, errores y aciertos. Resolvemos el conflicto y no dejamos que se haga más grande o permanezca.
Aprendemos y nos reciclamos de modo constante, porque nos inspiramos y basamos nuestra experiencia en todo aquello que vivimos y hacemos.
B.M.: ¡Menuda aventura Inma! ¿Cómo os metisteis en ella, cuál fue el origen, los principios...?
I.A.: Empecé yo, en mi familia no hay nadie peluquero. Tampoco me entendían cuando iba a la peluquería, por desgracias y por suerte, porque así comencé a cortarme yo misma el pelo, mis amigas querían que yo también les cortara. Y entonces le dije a mi madre, mamá quiero ser peluquera. Y mi hermana, la verdad es que se hizo peluquera por casualidad, empezó a ayudarme lavando cabezas para cubrir una vacante, y ahí se inició todo. Y a partir de ahí también fuimos inseparables, ya no concibo la vida sin ella.
B.M.: ¿Imaginaste llegar hasta aquí?
I.A.: No, no. Si alguien me lo cuenta, le digo que no.
B.M.: Salones, shootigns, colecciones y escenarios, muchos escenarios.. ¿Qué se siente bajo los focos y sobre las tablas?
I.A.: ¡Adrenalina, pura adrenalina! (Y me lee un párrafo escrito por ella misma correspondiente a la presentación de Shine en la revista Aduho). "Cuando nadie nos ve, cuando el corazón se acelera y las manos te sudan y los nervios está a flor de piel, cuando respiro como si tuviera contracciones, cuando le pido a mi padre que desde el cielo me acompañe y a mi amor que me abrace muy fuerte, y cuando se abre el telón y rezas para que nada falle pero en realidad amo esta locura que se esconde entre bambalinas y nos recuerda lo afortunadas que somos por estar ahí..." ¡Esto es el backstage! La gente me dice, ya estarás acostumbrada. No, ¡nunca! Y el día que me acostumbre, malo, significará que ya no siento.
Nuestro objetivo o prioridad no es la expansión. No nos obsesiona, es más, buscamos profesionales en la cantera, queremos que nazcan de nosotros, que consoliden nuestra marca
B.M.: ¿Y tú crees que el resto y la mayoría entiende lo que significa un escenario y lo que hacéis sobre el mismo?
I.A.: Por suerte o por desgracia, no puedes gustarle siempre a todo el mundo. Hay compañeros que te admiran y otros no, y eso es así, ha sido y será. En este momento, además, existe cierta polémica, que si hay demasiados artistas, demasiados peluqueros subidos a un escenario. Lo que sí te puedo decir es que yo sí admiro a cualquiera que lo haga, porque sé lo que es. Y todos deberíamos tener la oportunidad de transmitir lo que se lleva dentro.
B.M.: ¿Cómo ves a la peluquería en este momento en España?
I.A.: Al alza. Que también está la gente que se sube al carro, sí. Pero en conjunto, la peluquería española disfruta de personajes y figuras principales y con un relevo generacional que viene pisando fuerte, muy potente.
B.M.: Inma, ¿cómo te organizas la vida?
I.A.: Con la nevera vacía. Pero bueno, lo llevo muy bien, es un no parar. También es cierto que tras una actuación, al día siguiente no salgo de casa, porque necesito recargar energía. Pero lo hago rápido, y cojo la maleta otra vez si es necesario. Viajar, además, te abre mucho la mente, en eso, yo confieso, soy muy afortunada.
A aprender le dedicamos las 24 horas, porque aparte de los salones tenemos también un taller polivalente, que se transforma, siempre, en un maravilloso circo.
B.M.: ¿Qué le pides o qué esperas del futuro?
I.A.: La estabilidad, la tranquilidad, el estar, encontrarme más o menos cómoda. Tampoco pido mucho porque lo que me da el presente está bien, si lo puedo mejorar, fantástico y si no tampoco pasaría nada. ¿Qué le puedo pedir más? Me ha dado la oportunidad de conocer, de viajar, de tener amigos increíbles, de disfrutar de gente maravillosa, de estar dentro del sector de la profesión más bonita del mundo.
B.M.: La profesión más bonita del mundo... ¿El cliente percibe el valor real de la peluquería?
I.A.: Algunos sí y algunos no. ¡Qué le vamos ha hacer! Hay gente que sigue pensando que no somos nadie, por desgracia, y gente que sabe todo lo que significa nuestra profesión, su esfuerzo, dedicación, entrega, exclusividad y naturaleza única. Ojalá, eso sí, se nos valorara como en Inglaterra u otros países.
B.M.: De cualquier modo, vosotros la prestigiáis siempre y de muchas formas y maneras a la peluquería. Cuéntame por qué y cómo de la revista Aduho.
I.A.:La hemos tenido siempre, desde hace 15 años. Con ella transmitimos la información a todos los salones. 5.000 ejemplares, los ponemos en nuestras puertas, también para clientes y no clientes, para que nos conozcan. Aparecemos, aparecen todos los colaboradores y todo lo que hacemos, formaciones, shootings, espectáculos...
Nos reunimos un fin de semana una vez al año. Uno de los días es de formación, se presenta la colección, se preparan los cursos, los 'rankings'; la gente se va eufórica, llena de motivación.
B.M.: Aduho, Inma y Laura también son rostros conocidos en las nuevas tecnologías. ¿Qué han supuesto, qué suponen éstas al negocio de la peluquería?
I.A.: El peluquero es muy visual y siempre ha buscado canales donde dejarse ver. Por eso, sí, pienso que hay que estar en las redes y por supuesto en on-line. O te adaptas o mueres, lo creo firmemente. Animo a todos a que se dejen ver en las RRSS, poseen un alcance impensable que nunca hubiéramos imaginado antes.
B.M.: ¿En qué momento de desarrollo o expansión se encuentra la franquicia, marca Aduho?
I.A.: Sinceramente, nuestro objetivo o prioridad no es la expansión. No nos obsesiona, es más, buscamos profesionales en la cantera, queremos que nazcan de nosotros, que consoliden nuestra marca. Por eso, nunca nos ha movido un ansia de conquista. Nos interesa más la consolidación, que el salón que se abra no cierre, que transmita nuestra filosofía, nuestra imagen, nuestro saber hacer, nuestro modo de hacer peluquería.
B.M.: Inma, dime, un momento que recuerdes de una manera muy especial, muy feliz, que no se te borre nunca y que te haya hecho vivir, que te haya dado esta profesión.
I.A.: Varios, en cualquier shooting, show, conferencia que participe, los aplausos son mi gasolina. Me empujan, me emocionan, me ponen las pilas, hacer que algo de ti le llega a la gente, le cale, eso, eso es inexplicable.
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