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Con el tiempo y tratamientos como tintes o decoloraciones, la melena pierde su brillo natural.

Un proceso normal en el que los químicos de los productos capilares a veces nos juegan una mala pasada y tras los cuales nuestro pelo necesita cuidados extra. En este contexto, también afectan otros cuidados como las rutinas de planchado u ondulado mediante calor -y con las que muchas veces conseguimos un efecto ‘sano’ inmediato a cambio de sequedad o puntas abiertas a largo plazo- y que se potencian durante la temporada de verano. Algo que trae consigo las tan esperadas vacaciones y también el cloro de las piscinas, la sal del mar y los rayos UV, que acaban por debilitar nuestra fibra capilar. La doble cara de estas circunstancias, que si se prolongan hacen que nuestra melena sufra, conllevan una serie de atenciones y productos añadidos.

Al margen de las puntas abiertas y otros problemas que van de la mano a estas, como son la sequedad, la pérdida de volumen o la caída del pelo, viene asociada esa pérdida de brillo, que es una de las primeras consecuencias que vemos. Para evitarlo, es indispensable continuar con los tratamientos de hidratación y protección desde nuestras casas, no únicamente de forma puntual desde la peluquería.

Producto profesional con ácido glicólico

Con estas necesidades en mente, marcas como Franck Provost han desarrollado productos específicos que van dirigidos a ellas. Es el caso de su mascarilla Baume du Soin que pertenece a su línea vegana y cumple varios de los requisitos para convertirse en un favorito durante la temporada estival. Esta línea de Franck Provost cuenta con una serie de beneficios, veganos y sostenibles, que ayudan a mantener nuestro cabello en buen estado a la vez que se es consciente con el medio ambiente. En envases de plástico 100% reciclado, la gama excluye cualquier embalaje innecesario y reduce las emisiones de CO2 y cuentan con más de un 90% de ingredientes de origen natural.

Una aproximación a la belleza en la que únicamente se proporcionan los ingredientes esenciales para ser efectivos. Así, los parabenos, las siliconas y los sulfatos quedan fuera de las fórmulas de sus champús, acondicionadores y mascarillas. La Baume du Soin, parte de estas últimas, cuenta con todas estas características e hidrata desde la raíz hasta las puntas, al ser muy nutritiva. Además, reconstruye la estructura de las hebras y evita que se rompan, mientras aporta suavidad. En ella destaca su formulación, que contiene ácido glicólico y ayuda a la regulación de secreción de sebo.

Sumado a todo lo anterior, este ácido también previene la caída del cabello y proporciona, en conjunto, un cuidado integral que se ajusta a las peticiones de las melenas secas y que les devuelve la luz.









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