Una de las pruebas olímpicas más seguidas por los aficionados españoles es, sin duda, la natación sincronizada. Esto es así gracias a que España lleva muchos años en la élite de esta disciplina, consiguiendo importantes triunfos a nivel internacional. En los Juegos Olímpicos de Londres, el equipo español también consiguió dos medallas más para ampliar su impresionante palmarés.
Sin embargo, hubo una noticia que sorprendió a todo el mundo en relación con la última prueba de ejercicios. Las chicas del equipo español se debían cortar el pelo, sí o sí. De otra forma, no se podrían poner el bañador seleccionado para la Final...
Para conseguir un ejercicio más espectacular, el bañador se diseñó con un casquete integrado, de forma que cualquier cabello largo entorpecería la fijación natural del casquete. Por eso, las melenas de las nadadoras debieron pasar por las tijeras.
El corte de pelo se realizó en la Casa de España en Londres, y el encargado de hacerlo fue el estilista Joan Pérez, un peluquero de la firma Josep Pons, que ya había trabajado anteriormente con el equipo de natación sincronizada. Pérez tuvo bastante trabajo, ya que casi todas las chicas llevaban el pelo muy largo, y también debió encontrar un corte que las convenciera. Finalmente, gracias a una aplicación tecnológica, se optó por un corte y peinado inspirado en la tenista María Sharápova.
Y muchos se preguntarán, ¿es necesaria toda esa parafernalia para conseguir una mejor puntuación? Pues parece que sí. Aunque es cierto que es vital realizar un ejercicio perfecto, con dificultad y riesgo, el nivel de igualdad actual entre los equipos hace que la victoria se consiga con unas pocas décimas de diferencia. Y es aquí donde aspectos como una buena puesta en escena, un atrevido look o cualquier otro elemento pueden hacer que los jueces se decanten por un equipo u otro.
Por ejemplo, el ejercicio donde las españolas se jugaban las medallas era el del ejercicio libre, donde se ponen en práctica las acrobacias, la dificultad y el riesgo, pero también adquiere un valor especial la música, la coreografía, los bañadores o cualquier otro detalle que sorprenda al público, tal y como confesó Anna Tarrés, la entrenadora española, al referirse al bañador: "es un tema de look y de puesta en escena. Éste será el punto definitivo, el punto de innovación que pondremos en práctica en estos Juegos".
El bañador del equipo nacional simulaba el cuerpo de un pez, incluso con sus escamas. Ha sido diseñado por Marc Arañó, de la empresa Detaildesign, y confeccionado por Dolores Cortés, que ha usado un material laminado con efecto reflectante que configura en forma de escamas el cuerpo de las nadadoras sobre un tul transparente.
Durante la prueba anterior, la de la rutina técnica, el equipo chino aventajó a las españolas en ocho décimas, y pensando que en la prueba final de ejercicio libre las actuaciones serían muy similares en cuanto a ejecución y dificultad, el bañador podría servir para arañar esas pocas décimas de diferencia. Sin embargo, y a pesar del buen ejercicio realizado, no se consiguió el objetivo y las chicas españolas se tuvieron que conformar con el bronce.