Un profesional de salón agotado es una invitación a la desconfianza y la insatisfacción del cliente. Pregúntate, ¿qué necesito para estar en mi mejor momento profesional? ¿Cómo puedo ofrecer continuamente un servicio memorable y sin estrés que asegure a los clientes que han tomado la mejor decisión en un estilista?
El experto Carlos Valenzuela, tiene las respuestas.
1. Abastecerse de productos ahora. Que los suministros no se te agoten y escaseen en la época de vacaciones.
2. Revisa el tiempo y el movimiento. ¿Hay una forma más fácil, más corta o menos agotadora de obtener el mismo resultado? Tal vez el champú, los reflejos o los stylings con un potente secador.
3. Ahorra para enero. No desperdicies tus ganancias navideñas. Guarda algo de ese dinero.
4. Limpia tu puesto de trabajo de cualquier desorden adicional. El desorden es estresante. Facilita la desinfección entre clientes y al final del día cuando todo lo que quieres es irte a casa.
5. Despeja tu calendario de cualquier tarea extracurricular innecesaria fuera del salón. Recuerda lo cansado que terminas el día.
6. Simplifica las compras navideñas. Regale tarjetas de regalo que permitan a tus clientes obtener lo que necesitan.
7. Planifica tus comidas en casa y en el salón. Puede que no sea glamuroso entrar con tu tupperware al salón, pero hace maravillas en tu estado de ánimo y cintura.
8. Deja tus zapatos Jimmy Choo para la fiesta y usa los zapatos más cómodos. Toma descansos. Bebe mucha agua pura.
9. No pierdas de vista la cuesta de enero. Brinda servicios durante las fiestas que conduzcan a los seguimientos de enero: un servicio de hidratación, reestructurante, un corte necesario...
10. Finalmente, piensa en cómo recortar los extras de tus pastas a la entrada del salón. ¡No las quites! Pero los dispendios hoy en día son menos necesarios que nunca. Haz tu mejor esfuerzo. No pasa nada si fallas.
Ah, y un tip final, personaliza y socializa con el cliente en Navidad. Dile: "Te deseo las mejores vacaciones y nos vemos de nuevo el año que viene". Si corresponde, os podéis abrazar, incluso daros un beso... ¡Es Navidad!