Los organizadores de la feria Cosmoprof Worldwide Bologna anunciaban, hace unas semanas, una medida realmente de gran interés para las empresas expositoras. Como en otras ocasiones, esta feria tomaba una decisión pionera y modélica que consistía en ayudar a la financiación de los numerosos gastos que conlleva a los expositores asistir a dicho evento.
En unos momentos no solamente de difícil situación económica, sino de reformulación de los viejos modelos de ferias, una disposición de este tipo oxigena y facilita la decisión de muchos expositores, que se replantean cada vez más su presencia en este tipo de certámenes, donde los resultados de la fórmula inversión=rentabilidad no están siendo los mismos que en años anteriores. Otras herramientas de comunicación, entre ellos Internet, han influido en ello.
Sin embargo, esta ayuda afecta sólo a expositores italianos, quedando fuera el resto de clientes extranjeros. No obstante, es un ejemplo que podrían seguir muchas organizaciones de ferias en nuestro país, donde la situación ferial es más precaria.
Desde aquí nos permitimos apuntar otra interesante medida para Sogecos, empresa organizadora del evento italiano: la regulación, en alguna medida, de los precios, a nuestro entender abusivos, de los hoteles de la ciudad y alrededores durante los días de la feria. ¡Por pedir que no quede!
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