El miércoles de la semana pasada nos dejaba Aldo Coppola, desde su casa de Milán a la edad de 73 años, con 61 años de profesión, después de que su padre le planteara, a los 12 años de edad, si decidía estudiar o trabajar.

Posiblemente el peluquero contemporáneo italiano de mayor calado internacional. El Gran Maestro fue el icono de la moda italiana y referencia de una generación que supo elevar, como muy pocos, el arte de la peluquería al mismo nivel de la moda, trabajando a la par con los grandes diseñadores del star system tales como Giorgio Armani, Versace, Ferré, Valentino, Dior, Alberta Ferretti, Mila Schon, Chanel, Missoni... A la vez se codeó con los mejores fotógrafos de su época tales como Gian Paolo Barbieri, Horst, Carlo Orsi, Norman Parkinson u Oliviero Toscani, siendo íntimo amigo de éste.

Se le conoce profesionalmente como un peluquero elegante, con puro talento y creatividad, multifacético, fuente de inspiración para muchos y provisto de una capacidad inventiva deslumbrante, que le llevó a crear nuevas herramientas y productos con los que trabajar el cabello y revolucionar el trabajo de la peluquería a escala mundial.

Un compañero más entre los suyos, cercano entre sus colaboradores, se entregaba con todo su saber y todo su esfuerzo. Se sentía afortunado por el talento que había recibido, pero sin olvidar que era necesario invertir en el trabajo, la constancia y la perseverancia, sin perder nunca la capacidad autocrítica. Decía que "...el miedo a la caída de la cumbre le daba fuerzas aún para seguir luchando...". Afirmaba que el aprendizaje constante, el compromiso y la pasión son las claves que pueden llevarte al éxito. Exigente y severo decía que cada error era una derrota.

Contaba en una entrevista cómo había sido la labor para abrir su primer salón de 140 m² en Via Manzoni 14 de la ciudad de Milán, y el gran esfuerzo personal que le supuso. No podrá ver sin embargo lo que en breve, el día 9 de diciembre de este año, está previsto inaugurar y lo que será su último proyecto personal "Aldo Coppola Kingdom of Beauty". Un salón innovador, también en Milán, dividido en tres niveles: junior suites, suites, y una suite presidencial. Más de 1.000 metros cuadrados de bienestar. Un gran broche de oro para el final de su carrera.