No descubro nada nuevo cuando afirmo que el sector de la peluquería es conocido entre otras buenas cosas por su constante solidaridad con distintas causas a sectores o grupos de personas necesitados. He de afirmar que reiteradamente somos testigos de las distintas acciones de las que no sólo las empresas son los actores principales, sino de las que los propios profesionales llevan a cabo allí donde se encuentran, a través de propuestas de ayuda encaminadas a solidarizarse con los más necesitados.

Si leéis en nuestro foro encontraréis diversas propuestas que los profesionales activan a través de descuentos, días especiales para los parados, tratos favorables a grupos sociales en situaciones precarias, etc... todas con una misma esencia muy interesante a tener en cuenta. Con muy poco podemos ayudar a hacer felices a otros que lo necesitan más que nosotros -argumentan la mayoría de profesionales-, en lugar de quejarnos constantemente de lo mal que lo estamos pasando. Es otra visión y otra postura mucho más positiva y constructiva que redunda a favor y directamente en el propio profesional y seguro que en su propio negocio. Es decir, contribuir, ayudar y aportar valor a los demás, posiblemente de las más antiguas máximas en la vida y porqué no de los negocios.

Acabamos de recibir información desde Vigo de la peluquería Dosis, de Ana Maria Torrado, que celebra su 30 aniversario organizando una recogida de comida entre sus clientes para entregar a una ONG. O desde la otra punta del país, en Tarragona, donde la peluquería Rubias de bote ha destinado los lunes exclusivamente a cortar el pelo gratuitamente a aquellas personas que no dispongan de dinero para ello. Una muy parecida campaña llevada a cabo por peluqueros ondas desde Argentina. Como éstas, muchas otras podríamos detallar, dignas de imitar.