España tiene infinidad de ventajas frente a otros países en cuanto a la recepción de turistas. Además de cultura, monumentos, historia, gastronomía, etc., poseemos un clima que nos permite recibir turistas todo el año. Es cierto que en los meses estivales la presencia de turistas se dispara, pero no es menos cierto que la afluencia de turistas es muy alta en cualquier época del año.

Los grandes beneficiarios de este turismo son las empresas hoteleras, restaurantes y museos, pero… ¿por qué no nuestro sector? No hablo del famoso turismo estético que consiste en ir a otro país para realizarse un tratamiento o una cirugía estética por cuestión de precios, sino de aprovechar que el turista está aquí para ofrecerles nuestros servicios, de igual modo que ellos acuden a sus lugares de origen a realizarse sus tratamientos cotidianos.

Las fórmulas para que un turista entre en nuestro centro a realizarse un tratamiento pueden ser diversas, desde ofrecer nuestros servicios por Internet en los países de origen de los turistas como contactar con turoperadores o diversos establecimientos hoteleros para presentarles nuestros servicios.

Aunque la estancia media del turista en España es de unos cinco días, hemos de contar con todos aquellos que, aparte de tener una estancia más larga, adquieren o contratan una segunda residencia en nuestro país. Durante esos días de descanso, el turista come, duerme, visita museos… y también puede tener tiempo para realizarse un tratamiento.

Hemos de aprovechar que España tiene una excelente reputación en el ámbito de la estética, sobre todo en el llamado turismo de salud y de cirugía estética, para ofrecer al turista todo aquello que puede encontrar aquí. Además, nuestro país es el décimo del mundo que recibe más turismo estético, gracias a su relación calidad-precio.