BM Estética > Entrevistas > Verónica García

A punto de cumplir cuatro años al frente de su propia marca cosmética, formulada por ella misma, Verónica García, investigadora y científica, volcada para más señas con la belleza interior que se refleja en el exterior, abandonaba sus 10 años viviendo y trabajando en Finlandia, para poco después apostar por su propio laboratorio y regresar a su tierra, Bilbao, la ciudad en la que naciera.

Hoy dirige Terai, "cosmética de autor", quiere dejar claro Verónica desde el principio. De concepto holístico y alquímico, haciendo de lo vegano y natural uno de sus más claros estandartes.

Terai es una amplio portfolio de productos para la belleza y el bienestar tanto en mujeres como hombres, confeccionado con mucho cuidado y mimo, en base al Ayurveda, las Flores de Bach y la Aromaterapia. "De forma artesanal", añade.
A Verónica y su marca le avalan su licenciatura en Químicas por la UPV y doctorado en Tecnología por la Universidad de Oulu (Finlandia).

Verónica García, de hecho, ha dedicado la mayor parte de su vida al mundo de la investigación en los campos de ingeniería química y medioambiental en universidades del país en el que residió, Finlandia, además de Reino Unido, Perú, India y España. Su trabajo en investigación ha sido premiado con el galardón de la mejor tesis en ingeniería química en Finlandia de los años 2008 y 2009, y con la obtención de la plaza Juan de la Cierva en la Universidad de Cantabria (2011-2014).

Ahora, es su cosmética la que le lleva a distintos destinos, con parada no solo en la venta a través de su propia tienda en Bilbao y otros puntos repartidos por la geografía española, sino también a los centros de estética profesional en los que el equilibrio y el bienestar primen y releven la naturaleza de la belleza que practican.

Desde pequeña "he sido una apasionada de las mezclas", confiesa. Con el tiempo su interés derivó en la cosmética natural. Y de este modo centró su atención en movimientos como la ecología y en el estudio de ciencias como la fitoterapia y las filosofías que se basan en el impacto del bienestar emocional en el físico. Confiesa que las fórmulas le nacen de dentro y rápidamente, "las llevo en la cabeza". De ahí que no nos sorprenda su éxito y creación prolífica.

Beauty Market: ¿Cómo decide Verónica García y afronta la creación de una marca propia de cosmética desde su origen hasta su formulación, pasando y asumiendo a su vez la cadena al completo y proceso de fabricación, venta y distribución?

Verónica García: Decido poner en marcha este proyecto, tras años trabajando en la investigación. Estuve 10 años en Finlandia y volví a España a la Universidad de Santander con plaza, aunque soy de Bilbao y allí vivía, tres horas de trayecto para ir y volver del trabajo a casa, entonces me planteé reconvertirme, ser emprendedora; la investigación, además, que es mi pasión y profesión, tenía, tiene una escasa salida. Al no conseguir trabajar como investigadora en Bilbao, y al haber estado siempre ligada al mundo ecologista, mis investigaciones siempre han sido referidas a la ecología, me decidí finamente a crear mi propia empresa. Y como basé todo mi esfuerzo en crear una marca de autor, he asumido a su vez todo el proceso de la cadena, sin olvidar que al ser investigadora, la formulación es mi pasión.

B.M.: Acaba de adelantarnos en su respuesta y decirnos cuál es uno de los pilares de su filosofía de vida y por lo tanto también de su cosmética y concepto de la misma, la ecología.
V.G.: Efectivamente. Manejo ingredientes vegetales y ecológicos y combino la parte científica, como doctora en tecnología medioambiental que soy, con la parte holística, el Ayuverda, la Aromaterapia y la Flores de Bach. Esos son mis pilares. Por supuesto, primero tiene que darse una labor científica y posteriormente formulo acorde con los activos, los omega, los antioxidantes, las vitaminas... El Ayurveda sobre todo lo utilizo en la parte emocional de la cosmética.

B.M.: Es decir, utiliza, elige y personaliza en función de un objetivo, un fin último.
V.G.: Sí. Por ejemplo, detrás de una piel seca siempre existe un factor o situación de estrés y mala circulación. Teniéndolo en cuenta esta premisa, utilizo los aceites que promuevan la circulación y los que ayudan a la relajación. Y las Flores de Bach, por supuesto. Sí, en mis fórmulas, cada ingrediente posee su función.

BM.: ¿Podemos hablar de cosmética personalizada?
V.G.: Es cosmética de autor, más que personalizada. De hecho solo podemos personalizar hasta donde nos deja Sanidad. Para poner una crema en el mercado hay que pasar los controles de Sanidad, estabilidad, conservantes, informes de seguridad y un largo etcétera de condiciones. Crear o confeccionar una crema personal e individual para cada uno de mis clientes sería carísimo y muy largo. No es entonces que le cree una crema especial a cada persona, pero sí que hay cosas a las que doy respuestas concretas, según cada necesidad. Valga el ejemplo de la piel seca y los componentes que utilizo para elaborar el cosmético a la hora de corregir este estado. Analizadas todas ellas, los tipos de pieles y también sus estados, desde el Ayurveda. Detrás de una piel grasa, con acné, hay más fuego, hay más ira, y detrás de una piel con poros hay más cariño, hay un poco más de pereza.

B.M.: Entonces, la cosmética de autor, en su caso, propone soluciones para distintos estados.
V.C.: Sí. Tú puedes ser de una forma, ser de un tipo pero estar atravesando un momento que te lleve a otro. Por lo que tratamos en ese momento y posteriormente utilizamos el cosmético indicado a su naturaleza. Yo, personalmente abogo por no usar siempre la misma crema. Se ha de aconsejar, elegir y utilizar acorde al estado emocional y también, por ejemplo, según la estación del año, que nos genera distintos sentimientos y momentos de la piel.

B.M.: Y en ese sentido, en cuanto a aromas y texturas, éstas serán a su vez y necesariamente muy específicas para así transmitir el espíritu Ayurveda y la filosofía del equilibrio y bienestar emocional.
V.C.: Nuestros aromas son muy personales. La marca se diferencia mucho por el aroma. Al utilizar hierbas ayurvédicas, esto confiere a la fórmula un carácter especial. Tampoco utilizamos ingredientes modificados, los que elegimos no están refinados, no están desodorizados. Entonces, quizá hay cremas que tienen ingredientes en común, pero con la sinergia de todos y cada uno de ellos en cada propuesta cosmética, la creación se convierte en única y completamente diferente, lo cual afecta a los olores, por supuesto. En cuanto a la textura, al ser cosmética natural, también es distinta, aunque aquí he de decir que lo que nos caracteriza y en lo que he trabajado e investigado mucho, es en que nuestra cosmética se abosrbe muy fácilmente, son muy ligeras, algo por otro lado que es lo que suele demandar el propio consumidor. Siempre que formulo tengo este pensamiento y combino aceites más o menos grasos para obtener la fácil y rápida absorción.

B.M.: Funciones, olores y texturas, en todo tipo de formatos, incluidos sus nuevos elixires. ¿Hablamos de aromaterapia?
V.G.: Sí. Sérums esenciales que se usan antes de la crema facial. Aceites esenciales y aceites vegetales. Para rosácea, piel mixta, seca y piel reactiva. Y sí, nos referimos al mundo de la aromaterapia, uno descansa, otro trabaja la ira, otro el estrés y el último está destinado además a personas que rechazan los aceites esenciales, porque han oído o les han dicho que no son buenos, una leyenda urbana he de decir aqui, pero quienes, y a pesar de que les digas e insistas en que no es cierto, no se sienten seguros, por ejemplo, mujeres embarazadas. Aromaterapia dirigida a tratar la inflamación y conseguir la regeneración, la relajación y el descanso. Así de poderosos son los aromas.

B.M.: Defensora a ultranza de los aceites y Flores de Bach, ¿qué aportan estos activos a la cosmética?
V.G.: La piel siempre va a reflejar lo que llevas dentro. Estos activos se dirigen efectiva y directamente a la parte emocional, y funcionan. Lo he vivido en mí misma. Y además, los aceites esenciales son científicos, creo en ellos firmemente. Con otra máxima en la que creo y es que todo lo que hago lo pruebo en mí misma y por supuesto lo fundamento en mi conocimiento e investigación científica. Si es bueno para mí, es bueno para el resto también.

B.M.: ¿Todas las cremas, entonces, no son iguales, frente a esa otra corriente que parece apuntar a que sí lo son?
V.G.: En la cosmética basada en petróleo puede ser que se pueda utilizar esta frase, que todas son más o menos iguales, en la cosmética de autor no, como estamos viendo. Dependes por supuesto de las condiciones del registro, seguridad y legislación y de los proveedores, por supuesto, que nos igualan a todos. Quizá esto te limita, pero la cosmética de autor, este tipo de cosmética, es creativa y como tal se diferencia dentro de las limitaciones establecidas. Nosotros competimos en el mercado gracias a nuestra personalidad, una personalidad propia e intransferible, no equiparable, distinta al resto y en cada caso.

B.M.: Una cosmética ideal para trabajar con las manos.
V.G.: Sí, con aceites que se absorben más lentamente, sobre todo muy útiles en los servicios de estética en cabina, además de exfoliantes muy específicos. Al disfrutar de laboratorio propio y según ha ido evolucionando la marca, ésta se ha introducido también en centros de belleza y tratamientos de filosofía Spa, Ayurveda, bienestar... Tenemos esta ventaja que nos permite elaborar también diferentes formatos en lo referido a peso y contenido pensando en la eficiencia y el trabajo en cabina, así como para el consejo y la venta a la propia clienta.

B.M.: Y sin dejar de investigar, Terai es también una línea muy extensa.
V.G.: Sí. Ahora estamos desarrollando también la línea capilar y la solar.

B.M.: ¿Solares exentos de químicos?
V.G.: Sí, en este sentido va nuestra investigación en lo referido al producto solar. Filtros solo físicos, no químicos y no nano, para evitar la estela blanca tras la aplicación en la piel. He optado por la cúrcuma y distintos pigmentos al objeto de que no dejen marca. Hemos empezado por facial, pero seguiremos con corporal.

B.M.: ¿Algún consejo en lo referido a la protección solar?
V.G.: Particularmente aconsejo en solares para el uso diario, primero, aplicarnos nuestra hidratante habitual y después el solar correspondiente a la protección solar.

B.M.: Entres sus ingredientes, destaca también el aceite de oliva.
V.G.: En concreto el ácido oleico y los antioxidantes, una unión muy poderosa para la piel, su cuidado y su salud. La piel necesita de determinados aceites grasos como el Omega 3, 6 y 7 y otros que la propia piel o el propio organismo menos produce, por eso necesita de su aporte Y ese aporte puede ser a través de la alimentación con una nutrición sana o por la cosmética. Y que añade un olor fantástico a la aceituna.

B.M.: Y de la mesa a la belleza, con una filosofía cien por cien vegana.
V.G.: Avena, coco, cáñamo... Menta, cúrcuma... Hierbas, especias... Canela... Toda la gama y líneas son veganas, y efectivamente, convierten en real y tangible ese lema vegano que nació de la mesa y llega a la belleza.

B.M.: ¿El valor añadido de su marca frente al resto?
V.G.: La personalidad, sin duda.

B.M.: ¿Es la tendencia eco y natural el futuro?
V.G.: Sí, el presente y el futuro es lo eco y natural, no solo por el planeta, sino también por cuestión de la propia salud. Sin duda es la tendencia. Además, es una demanda real, que existe.

B.M.: ¿Cómo es la consumidora de belleza en nuestro país?
V.G.: Una consumidora preocupada también y mucho por su salud. Informada, que ha leído, que sabe qué son los parebenes. Y donde, y por desgracia, se dan cada vez más pieles con mucha alergia y reacción, lo cual para nosotros es un gran reto. No es lo mismo trabajar una piel sana que una piel castigada.

B.M.: ¿Y España es un país que gasta en cosmética?
V.G.: Sí. En este sector en concreto, el de la cosmética de autor, la cosmética personalizada o la cosmética profesional, sí. El consumidor y el profesional confía en ella e invierte en ella. Pienso que aprecian lo artesanal, lo exclusivo, lo cuidado.

B.M.: ¿Cómo se compite con el efecto Amazon?
V.G.: No se compite, es imposible. Nosotros, de hecho, estamos en otra liga.

B.M.: ¿Hay espacio entonces para todos?
V.G.: Sí, somos la prueba.

B.M.: A su marca le ha añadido otro valor que suma y le diferencia, la del packaging, muy bonito, funcional y en madera.
V.G.: Cuando inicié esta aventura, lo que había en aquel momento en el mercado en lo referido a cosmética ecológica, estaba hecho asombrosamente de plástico en lo referido al packaging. Y como yo me ocupo mucho de lo de dentro, me parecía que había que ocuparse también, y mucho, de lo de fuera. Así que me decidí por un concepto y filosofía avanzada y muy nórdica, no en vano pasé 10 años de mi vida en Finlandia y así se lo transmití a la diseñadora, la cual acertó sin duda con nuestros formatos y estuches.

B.M.: ¿De dónde se saca el valor, el arranque y decisión para montar una empresa?
B.M.: Sabía, quería dedicarme a lo mío. Por eso, monté mi propia empresa que me permitiera dedicarme a la investigación. Lo hice y convencida. De la determinación se saca la iniciativa, el valor.

B.M.: ¿El emprendimiento en este país es viable y está potenciado como se debiera?
No a lo segundo, aunque sí, es viable, con mucha paciencia y en formato maratón. Para mí ha sido todo y está siendo un aprendizaje; yo soy científica, no soy empresaria y la universidad no me ha enseñado a serlo. Los miedos que te causa son muchos, pero finalmente siempre encuentras cómo vencerlos.