Desde excrementos de ave a geles de baño formulados con hormigas. Sustancias que en un principio desecharíamos son los ingredientes de algunos de los cosméticos y protocolos de belleza con éxito en algunos spas extranjeros. Como las mascarillas de excrementos de ruiseñor, conocidas como el tratamiento facial de las geishas. Las enzimas de dicha ave eliminan la piel muerta y exfolian la dermis del rostro. Asimismo, las heces contienen guanina que deja la piel suave y brillante. El excremento se higieniza y deshidrata mediante luces ultravioletas. Se obtiene un polvo, conocido como uguiso, al que se añade salvado de arroz y agua. La mezcla se aplica con un pincel, tal y como hacían en su momento geishas y actores pertenecientes al kabuki, el teatro japonés. Este tratamiento se halla, por ejemplo, en algunos spas neoyorquinos.

Tratamientos a base de semen de toros y placenta de ovejas

En algún salón de belleza londinense aplican una mascarilla, rica en proteínas, cuyos componentes sorprenden por lo insólito de su naturaleza. La mascarilla aúna semen de toros Aberdeen Angus, bovinos para carne de calidad superior, y raíz katera, un vegetal abundante en proteínas. El tratamiento hidrata, protege y devuelve vida al cabello. Además, lo hidrata y dota de fuerza y brillo.

Los tratamientos con placenta de oveja causan furor entre algunas celebrities, gracias a su efecto antiaging. Este protocolo también controla la producción de sebo. Se inicia con una limpieza facial, completada con una exfoliación química que regenera la piel. Después, se extiende la mascarilla de placenta de oveja y se la deja actuar durante 20 minutos.

El veneno de abeja se emplea como regenerador celular. Entre sus virtudes destacan: aumenta la generación de colágeno, reduce las líneas de expresión y el envejecimiento de la piel. A todo esto, cabe añadir los beneficios antiinflamatorios de la miel. El primer paso del tratamiento consiste en un peeling químico ligero. A continuación, se prepara la piel con diversos productos para recibir el veneno de abeja. Transcurridos 20 minutos, la piel luce más joven, luminoso y unificado.

Tratamientos japoneses con ácido fórmico de hormigas

En el país nipón se sirven de un gel de baño de hormigas para desprenderse de las pieles muertas. Estos insectos poseen una cantidad elevada de ácido fórmico, un exfoliante excelente para la piel. El ácido fórmico de estos insectos es idóneo en este propósito.

Otro de los tratamientos más innovadores son los masajes con diamantes de oxígeno. Se extiende polvo de diamante y hierro micronizado sobre la piel. Se deja actuar y se retira finalmente con un imán. Se consigue una dermis más brillante y libre de impurezas. Las mascarillas de oro de 24 quilates reducen las arrugas y las líneas de expresión. Tratamientos sofisticados que contrastan con los anteriores, quizás no del agrado de todo el mundo.









Recomendamos