El verano representa un reto permanente para el cuidado de la piel, especialmente la del rostro, que se ve sometida con frecuencia a contrastes de temperatura, un exceso de exposición a la luz del sol, agresiones externas como la sal, el cloro, horarios que se salen de la rutina... Todo ello puede afectar al aspecto de la piel una vez desaparece el bronceado, con lo que conviene tomar medidas preventivas y tratar el rostro con productos específicamente para esta problemática.

Los centros de medicina estética y belleza The Beauty Concept han desarrollado un sistema de diagnóstico completo de la piel del rostro, que incluye un análisis del estado de la dermis, una limpieza profunda y la aplicación de diferentes tratamientos, dependiendo de su estado, que pueden incluir vitaminas, oligoproteínas y minerales, con el objetivo de oxigenar, favorecer la producción de colágeno, mejorar la elasticidad, la microcirculación y la resistencia de los vasos capilares, prevenir el envejecimiento, reafirmar y recuperar los tejidos.

Para optimizar el efecto de estos combinados de principios activos, el proceso incluye la aplicación de una mascarilla oclusiva potenciadora, compuesta de alginato, aloe vera, avena y hamamelis, cuyo fin es el de favorecer la penetración del tratamiento en todo el rostro, incluyendo cara, párpados, labios, cuello y escote, y que se retira de una pieza gracias a su composición basada en alginato procedente de algas pardas.

Con ello conseguimos recuperar una piel fresca y reafirmada en el rostro sin dejar de lado sus zonas periféricas, igualando el tono de la piel y devolviéndole su vitalidad natural tanto en verano como en cualquier otro momento en que ésta se vea sometida a agentes externos que le den un aspecto apagado y poco luminoso.









Recomendamos