El slugging, una tendencia emergente en el mundo del cuidado de la piel, ha ganado popularidad gracias a plataformas como Instagram y TikTok. Esta técnica consiste en aplicar una capa gruesa de vaselina u otro agente oclusivo sobre la piel como último paso de la rutina nocturna, con el objetivo de sellar la hidratación y evitar la pérdida de humedad.

La práctica del slugging se basa en el uso de productos oclusivos que crean una barrera protectora en la piel, impidiendo la evaporación del agua y manteniéndola hidratada durante más tiempo. Aunque la vaselina es el producto más comúnmente utilizado, también se emplean otros agentes oclusivos como aceites minerales o ceras naturales.

Beneficios y posibles riesgos

Los defensores del slugging afirman que esta técnica ayuda a mejorar la textura de la piel, reducir la sequedad y promover una apariencia más saludable y luminosa. Sin embargo, algunos expertos advierten que no es adecuada para todos los tipos de piel. Por ejemplo, las personas con piel grasa o propensa al acné podrían experimentar brotes debido a la naturaleza oclusiva de la vaselina, que puede atrapar bacterias y sebo en los poros.

Si bien puede ser beneficioso para quienes tienen piel seca o deshidratada, se recomienda realizar una prueba en una pequeña área de la piel antes de incorporarlo completamente en la rutina de cuidado. Además, es fundamental limpiar adecuadamente la piel antes de aplicar la capa oclusiva para evitar la acumulación de impurezas.

En definitiva, el slugging es una técnica que ha cobrado relevancia en el ámbito del skincare, ofreciendo una opción adicional para mantener la piel hidratada. No obstante, es esencial considerar las características individuales de cada tipo de piel y consultar a un dermatólogo antes de adoptar nuevas prácticas en la rutina de cuidado personal.

M&aacutes información







Recomendamos