Un viernes realmente tocado por la poca asistencia, concentrada en la mañana y extremadamente decaída por la tarde. Concebido como el día del distribuidor pero que realmente brilló mayoritariamente por la asistencia de jóvenes estudiantes de academias que permanecieron en los pabellones las primeras horas de la mañana.

El sábado, el mejor día de los tres. Con una asistencia regular y profesional por la mañana pero menor en volumen que en otras ediciones, descendiendo muchísimo por la tarde.

Es muy importante analizar la afluencia de público ya que queda demostrado que 3 días son excesivos, sería conveniente reducir a 2 para concentrar y no dispersar el total del público visitante.

El domingo, a caballo entre los anteriores días, pero también con menos asistencia a lo que nos tenía acostumbrado este evento que cumple ya 26 años. No en vano la misma organización ya había adelantado la finalización del domingo una hora y media antes de los habitual, pasando de las 20:00 h a las 18:30 h para evitar el tedio de una tarde, previsiblemente con poco público. Visto lo visto, creemos que la feria debería evolucionar a dos días de evento en lugar de tres.

Tres jornadas, las de Salón Look, que nos han dejado variadas opiniones y una conclusión final. Salón Look 2024 decepciona y no cumple con las expectativas que se espera de un evento nacional y en el que las empresas hacen un gran esfuerzo económico, de energía empresarial y de personal para poder estar presentes y ofrecer sus mejores galas. Una edición en la que muchos habían vuelto a confiar, a pesar de los resultados del año pasado, y habían puesto sus esperanzas en generar negocio de nuevo como en años anteriores, a pesar de que en las últimas ediciones se había visto reducido. Otras empresas como LPG, DRV, Skeyndor, Tormamed, Imotion, entre otras muchas, decidieron no asistir.

Una feria en caída libre

Salón Look ha jugado el papel de haber sido el evento de referencia del sector de la estética y la peluquería profesional en España en los últimos años, pero ha ido perdiendo progresivamente dicho rol contando cada vez con menos apoyo empresarial y, en esta edición 2024, además, ha sido palpable la disminución notabilísima de público y de generación de negocio para con los expositores, no ya solo de imagen sino también incluso aquellos que venden directamente, que han visto sus ventas disminuidas.

No se vendieron en general las cifras esperadas ni se atendió a los necesarios y esperados visitantes profesionales, lo que sin duda reduce las cifras de negocio y contactos que sustentan, mueven e impulsan a una feria sectorial.

Hemos de destacar que Salón Look llegó a tener un total de 407 empresas expositoras hace tan sólo 5 años, en el 2019, dejándose empresas expositoras en cada edición, hasta llegar a las 180 empresas de esta edición sumando ambos sectores, que además han redimensionado los stands a la baja.

Los distribuidores, los grandes ausentes

No es nada nuevo que una mayoría de los distribuidores han ido perdiendo interés en visitar la feria de Salón Look, visto la reducción de marcas y de oferta expositiva. Si bien lo que más les molesta es ver cómo en un evento que debía ser un escaparate de novedades y contactos de negocio, hay cada vez más expositores de venta directa, sobre todo en el sector peluquería, donde ven los mismos productos que ellos venden en sus respectivas zonas de trabajo a precios más bajos. Ante tal situación no se molestan en venir ni en promocionar la visita de sus clientes.

Algunas empresas consultadas por Beauty Market, que exponen para exclusivamente negociar con distribuidores, han manifestado replantearse su presencia en Salón Look ante la falta de contactos en este segmento del sector, debido, como hemos comentado, a un viernes perdido por falta de visitas y a tan solo un sábado aprovechable de los tres días para tal fin.

Ni escucha, ni ve, ni cambia

La organización de Ifema debería tener en cuenta una serie de hechos que se repiten año tras año y que parece ser no pone manos en el asunto. En el fondo no hay una vocación por el servicio al expositor ni al visitante, en definitiva al sector.

Son muchos los detalles que hacen de un evento satisfaga a un expositor o visitante. Y muchas veces son los detalles más pequeños los que ayudan a que la experiencia sea fluida y positiva durante el evento.

Los servicios de restauración que tienen la concesión para tal fin no han funcionado tampoco en esta edición. Los servicios auxiliares que se han puesto en sustitución no son los mejores precisamente ni los más baratos, obligando a tener que salir del recinto de Ifema. Un servicio que influye en el estado de ánimo de expositores y visitantes al no poder disfrutar de un espacio dentro de la propia feria, donde poder comer con un mínimo de calidad y servicio.

La experiencia como expositor en el montaje y desmontaje no es precisamente la más cómoda y feliz, llena de normativas y de limitaciones que hacen que la experiencia resulte pesada y negativa.

Desafortunadamente las ciudades se han encarecido para los visitantes, y Madrid no escapa a esta situación. Para un visitante de fuera de la comunidad, visitar la feria, que cada vez resulta menos interesante y justificable, necesita de un presupuesto excesivamente alto, desalentando así la asistencia a la misma.

Reiteradamente hemos publicado que tres días se han convertido en un espacio de tiempo demasiado largo para este evento y que resultaría más eficaz con tan solo dos días.

Conclusiones

La 26º edición de Salón Look ni ha contado con más de 250 empresas, han sido 180, ni por asomo con la visita de 42.000 visitantes como anunciaban en sus mensajes. Bastantes menos visitantes, esperaremos a ver las cifras oficiales. Pero lo importante verdaderamente no es la cantidad sino el negocio generado que ha sido visiblemente mucho menor.

Está claro que el sector está evolucionando de manera muy veloz en los últimos años y la organización de Salón Look está estancada en fórmulas que no han variado más que muy superficiales. Desde Beauty Market entendemos que no se pusieron las medidas en su momento, cuando el viento soplaba a favor de la feria, para haber convertido la misma no ya en una referencia a nivel nacional, sino a nivel internacional, focalizando por ejemplo en los países de habla hispana e ir adaptando y conduciendo al evento a las nuevas necesidades del sector, tanto en lo referido a expositores como a visitantes. Si una feria no es útil para el expositor ni para el visitante, acaban por abandonarla.

Salón Look llegó a tener un total de 407 empresas expositoras hace tan sólo 5 años, en el 2019, dejándose empresas expositoras en cada edición hasta llegar a las 180 de esta edición, además con stands más pequeños, es decir un 56% menos.

La organización debería de haber marcado y comunicado un concepto más claro y contundente de lo que quiere hacer de este evento para que realmente sea una palanca útil para el sector, no ya de punto de encuentro, sino de generación de negocio y a nuestro entender hacer énfasis en el refuerzo de imagen de las marcas y no en una plataforma de venta de productos.

Las empresas están desalentadas en una mayoría de los casos por los resultados cosechados y muy posiblemente ya sea demasiado tarde para un cambio de timón para un evento, Salón Look, que lo tuvo casi todo pero que no ha sabido evolucionar para velar actualmente por los intereses de expositores y visitantes.

Como reza el slogan actual de la campaña de Ifema, "es inevitable" el ocaso de este evento, que a no ser que activen un cambio de ruta y entusiasmen con ello a las empresas de nuevo, quedará relegado a la mínima expresión o desaparición. No es tan sólo una opinión, sólo hay que observar y analizar la evolución de los datos de las últimas ediciones, y en especial de ésta última.









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