En el mundo de la estética y el bienestar, las conversaciones sobre género están evolucionando de una visión binaria a una mentalidad más fluida. Este cambio está llevando a los destinos de belleza, peluquería y bienestar a cuestionar el lenguaje y los servicios que asumen géneros, asegurando que todas las identidades puedan acceder a experiencias personalizadas y auténticas.

Desmontando estereotipos: el auge de la autoexpresión

Estamos presenciando un momento histórico en el que los estereotipos de género están siendo desafiados, normalizando la autoexpresión y permitiendo que todas las personas definan su identidad de manera menos restrictiva. Mientras marcas como Pleasing de Harry Styles en el Reino Unido y Taylor of Brooklyn en los Estados Unidos lideran la conversación en el cuidado de la piel y los cosméticos de color, la industria de la belleza y el bienestar todavía opera en gran medida bajo una estructura binaria.

Tina Michael, fundadora de Shoreditch Nails, subraya esta desconexión: “Los cursos de calificación vocacional nacional (NVQ) están muy desactualizados. Los módulos teóricos son binarios, como afirmar que los hombres tienen uñas cortas y las mujeres usan manicura francesa. La industria ha cambiado, pero estos cursos no”.

El cabello: más allá del género

Tradicionalmente, los salones de peluquería han diseñado sus servicios bajo un enfoque binario. Sin embargo, el cabello no tiene género, y los consumidores están cada vez más conscientes de ello. En plataformas como TikTok, el hashtag #HairHasNoGender acumula más de 29.7 millones de visualizaciones, reflejando un cambio global que está transformando la industria.

Chris Ward, fundador del salón londinense Huckle, explica cómo etiquetar un negocio como "barbería" puede ser excluyente. “Una barbería es un espacio social donde escuchar buena música y disfrutar de unas bebidas. Por eso eliminamos la palabra ‘barber’ de nuestro nombre: queremos quitar el género de la ecuación”. Salones como Hairrari en Estados Unidos ya lideran este enfoque inclusivo, con servicios basados en la longitud del cabello y la habilidad del estilista, invitando a los clientes a compartir sus pronombres al reservar.

Katrina Kurtz, propietaria de Southern Hair, agrega: “Los precios no deben ser un estándar para todos. Las empresas deben cobrar según los servicios que realizan, no según el género del cliente”.

Servicios inclusivos y de afirmación de género

La inclusión está ampliándose más allá del cuidado capilar, con tratamientos de belleza y estética que se enfocan en comunidades subrepresentadas. Estudios como Pansy Esthetics en Los Ángeles, dirigido por personas negras y queer, atienden a comunidades BIPOC, LGBTQI+ y aliados. Ofrecen tratamientos postquirúrgicos para quienes han pasado por cirugías de afirmación de género, promoviendo una recuperación empática y efectiva.

La lealtad del cliente se fortalece cuando las necesidades se abordan de manera auténtica. Según una encuesta, la mitad de las personas no binarias y el 17% de las personas transgénero regresarán a salones que respeten su identidad. En el futuro, los salones deberán diseñar servicios y espacios inclusivos, asegurándose de que cada identidad sea bienvenida, independientemente de su ubicación geográfica.

¿Cómo evolucionará la industria?

  • (2023-2024) Eliminación del lenguaje asumido por género: las empresas cultivarán entornos inclusivos comenzando por el lenguaje. Los menús de servicios serán actualizados para erradicar las suposiciones de género, enfocándose únicamente en las necesidades del cliente. Este cambio se reflejará tanto en la experiencia en línea como en los salones físicos.
  • (2025-2027) Modelos de precios basados en el servicio: los precios dejarán de estar vinculados al género, adoptando un modelo basado en la longitud del cabello, la duración de la cita y la habilidad del estilista. Este enfoque no solo atraerá a una base de clientes más amplia, sino que también fomentará la lealtad.
  • (2028+) Tratamientos especializados para comunidades subrepresentadas: los servicios innovadores diseñados con empatía hacia clientes con necesidades específicas, como los cuidados postquirúrgicos, se convertirán en una norma. Las empresas que demuestren ser aliadas de consumidores binarios y no binarios estarán mejor posicionadas para liderar el cambio.

Belleza sin límites

El auge de la belleza inclusiva no solo responde a las necesidades de las comunidades subrepresentadas, sino que también conecta con tendencias como Modern Males, que redefine la masculinidad contemporánea. Este movimiento impulsa a hombres de todas las identidades a explorar el cuidado personal sin los estigmas tradicionales, rompiendo moldes y adoptando servicios de bienestar más holísticos y accesibles.

Fuente: Informe 'El futuro de la Belleza y el Bienestar 2024' de Fresha.









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