Hoy en día, el estrés hace que no estemos bien, ni por fuera ni por dentro. En base a ello, [ comfort zone ] presenta este tratamiento innovador, de gran eficacidad para relajar mente y cuerpo y contrarrestar problemas de tensiones, dificultades para conciliar el sueño y consecuencias del jet lag, tan comunes hoy.
Este tratamiento corporal utiliza las tres vías sensoriales (olfativa, auditiva y táctil) para llevar la mente a abandonar todos los pensamientos y el cuerpo a encontrar un estado de relajación total, condiciones indispensables para poder recargar baterías y estar otra vez en forma para volver a enfrentar la vida cotidiana.
Gracias a los principios de la aromaterapia, la apertura del tratamiento con el TranquillityTM Blend y el uso del aceite y la crema para masajes, TranquillityTM Pro-sleep massage estimula positivamente el sistema límbico para conseguir un bienestar total de mente y cuerpo.
Este tratamiento contribuye a ralentizar el ritmo cardíaco, hace que la respiración se vuelva más profunda e induce un relax psicofísico profundo que mejora el bienestar general y la calidad misma del sueño.Además, TranquillityTM Sound, la música creada específicamente para este ritual, mantiene un ritmo lento y constante que, a la manera de un mantra "hipnótico", y habitúa la mente a una sonoridad repetitiva y constante. Para completar los estímulos olfativos y auditivos, se realiza un masaje lento, calmo y delicado, que combina de forma original dos tipos de gestos manuales provenientes de la medicina ayurvédica y del indonesio Sea Malay.
Se realizan amplios movimientos creados con pinceles particulares, anchos y planos, suaves como las plumas, facilitan una relajación total gracias a las fibras nerviosas más superficiales. El toque amable y el uso alternado y combinado de estos dos pinceles muy suaves estimulan de hecho las fibras C, particulares fibras nerviosas identificadas recientemente y valoradas por su acción relajante para la mente.
El tratamiento es muy eficaz para restituir el equilibrio y el bienestar en períodos particulares de estrés, con descanso nocturno perturbado, estados de ansia y tensiones, así como después de viajes largos con desfasajes horarios.