"La tierra provee lo suficiente
para satisfacer las necesidades de
cada hombre, pero no la avaricia
de cada hombre".
Mahatma Gandhi, pacifista, político,
pensador y abogado hinduista indio
(1869-1948).
Eso es lo que hace precisamente el upcycling (también conocido como suprarreciclaje), la técnica que se sirve de desechos para transformarlos en productos nuevos y eficientes, con un valor añadido del que carecían antes.
El upcycling dota a la basura de una segunda vida. En cosmética son los alimentos los que más interés despiertan. Posos de café arábica utilizados en la elaboración de aceites de belleza, cáscara de limón para texturizadores y estabilizadores de cremas y lociones o pulpa de grosella negra que se transforma en tintes 'bio'. La lista es interminable.
Una corriente que no atiende precisamente a modas pasajeras. Hoy el upcycling busca entre desperdicios y sienta las bases de la economía circular y sostenible. La que se exige para la preservación del planeta y a la que se suma un consumidor a la caza de ingredientes y productos, ante todo, naturales y también biodegradables.
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