"La verdadera comunicación no comienza
hablando, sino escuchando. La principal condición
del buen comunicador es saber escuchar".

Mario Kaplún, educomunicador
y escritor argentino (1923-1998).

Saber escuchar. Parece algo lógico, sencillo, casi de perogrullo. Y si hacemos caso a la frase mencionada en líneas anteriores, saber escuchar es el requisito de todo buen comunicador que se jacte de ello. Bien es cierto que vivimos en una sociedad informatizada, donde las tecnologías acortan la relación tiempo-espacio. Además, recibimos información de diferentes puntos del planeta Tierra, casi en tiempo real. La pregunta del millón, en este caso, es si sabemos aprovechar el potencial que nos brinda esta sociedad tan preparada para mejorar nuestras relaciones humanas. Si tenemos las aptitudes y las ganas suficientes para prestar atención a la persona que nos habla. Si somos capaces de poner todos nuestros sentidos a disposición del otro que necesita ser escuchado.

En pleno siglo XVIII, el poeta y dramaturgo Johann Wolfgan von Goethe (1749-1832) ya nos daba algunas pistas al respecto. Y nos hablaba del "arte de saber escuchar". Una virtud, llamémosle así, que ofrece increíbles beneficios a la persona que se siente escuchada. Y también a la que escucha, porque recibe cantidad ingente de información de la persona que habla. El mundo se para (teléfono y móvil dejan de sonar) y solo importa la comunicación cara a cara que se produce en ese momento. Algo válido y aplicable en nuestras relaciones personales y profesionales.

Hace unos meses, Albert Bartomeu, director de The Wax, en exclusiva para Beauty Market, desgranaba algunas claves para fidelizar clientes, objetivo básico en época de cambios: "Saber escuchar y tomar nota de sugerencias y comentarios de los clientes es esencial para ofrecerles mejores servicios. Escuchando y estando dispuestos a cambiar las cosas mejoraremos la imagen que los clientes tienen de nuestro negocio y de nosotros mismos". Según Bartomeu, la escucha activa es necesaria e imprescindible para descubrir los intereses, actitudes e inclinaciones de nuestra clientela. Y a ello os invitamos desde Beauty Market. Que no falte el saber escuchar a clientes, proveedores y equipo humano entre los "buenos propósitos" de este año que acaba de empezar.

» Participa en la encuesta que hemos confeccionado sobre este tema. « Vota aquí








Recomendamos