Aunque no esté en el ideario común de la mayoría de los mortales, adelgazar sin hacer dieta es posible. Es más, se trata de la forma más segura y permanente de perder peso, ya que cambia y elimina de toda alimentación los malos hábitos que nos llevan a sumar kilos de más.
Sin embargo, estos 15 tips que a continuación vamos a reproducir, con el consejo experto de la especialista, la doctora Paula Rosso, al frente de la consulta de Nutrición de la Clínica Lajo Plaza, deberían ser a su vez el abecedario de todo profesional que se precie. De hecho se trata de 15 reglas básicas de la alimentación sana que no sólo ofrecen ventajas en lo referido a nuestra salud, sino que eliminan calorías de un plumazo, lo que deriva en la consecuente pérdida de peso.
15 mandamientos
Así que, vamos allá. Revisamos uno a uno los 15 mandamientos para adelgazar sin dejar de comer ni tener que observar una leonina dieta. Se trata de:
1.- Antes de dormir, dos vasos de agua. Según un reciente estudio de la Sociedad Americana de Química, este gesto previene la obesidad y aumenta la pérdida de peso.
2.- ¿Siesta? ¡Sí! Siempre que se pueda. Descansar adecuadamente, es fundamental para no subir los niveles de cortisol, hormona que aumenta las reservas de glucógeno y triglicéridos. Sin el descanso adecuado, el organismo no puede completar sus procesos depurativos y regenerativos. Dormir la siesta en un contexto de dieta sana y vida activa, sí sería de gran ayuda a la hora de perder peso.
3.- Los 20 minutos de sol diario obligados para cuerpo y piel. No es del todo cierto que tomar el sol ayude a quemar grasa, pero lo que sí es cierto es que el déficit de vitamina D está relacionado con el sobrepeso y con la acumulación de grasa en la zona del abdomen. La vitamina D es liposoluble, es decir, se acumula en grasa y hay estudios que demuestran que la acción de esta vitamina, junto con el calcio, estimulan en el adipocito la utilización de grasa como fuente de energía. Por ello es importante tomar entre 1000 UI a 4000 UI al día. Bastan 20 minutos de exposición moderada diaria para poder disfrutar de la vitamina D necesaria.
Un reciente estudio demuestra que tomar 150 calorías en forma de proteína 30 minutos antes de irse a la cama, estimula en metabolismo y aumenta la masa muscular.4.- ¿Eliminamos el picante? ¡No! El picante, por un lado contiene capaisina, que tiene efecto termogénico y, por el otro, genera un efecto saciante.
5.- La doble P, pepino y pomelo. Grandes aliados a la hora de quemar grasa. Lo ideal sería sustituir el zumo de naranja, (que dispara el índice glicémico) por el de pomelo. Rico en pectina, esta fruta ayuda a metabolizar las grasas, en especial si se consume en ayunas. El pepino, por su parte, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre debido a su bajo índice glucémico. Gracias al ácido tartronico inhibe la transformación de hidratos de carbono a grasas.
6.- La fruta, mejor entre horas. Ingerirla con el estómago vacío beneficia la absorción de todas sus vitaminas. Si en alguna comida, se finaliza con fruta, las mejores son el kiwi y la piña. El kiwi contiene una enzima proteolítica llamada actidina que, tal como ocurre con la bromelina de la piña, ayuda a disgregar las proteínas y favorece la digestión.
7.- De postre, una infusión. El té verde es perfecto. Es un gran antioxidante por su alto contenido de catequinas e isoflavonas y además tiene efecto depurativo. Lo mismo ocurre con el diente de león, de acción detoxificante o con el cardo mariano, que previene la peroxidación de los lípidos. Lo recomendado, sustituirlas bolsitas por las hojas al natural para aprovechar mejor las propiedades.
Descansar adecuadamente, es fundamental para no subir los niveles de cortisol, hormona que aumenta las reservas de glucógeno y triglicéridos. Sin el descanso adecuado, el organismo no puede completar sus procesos depurativos y regenerativos.8.- Chocolate, que sea negro. ¡Sí!,es hipocalórico pero es fundamental, por su elevado contenido en zinc, para fortalecer el sistema inmune y reducir la inflamación. Nunca con leche, que es más rico en grasas y azúcares. ¿La hora ideal? Por la tarde, ya que aporta triptófano, un precursor de la serotonina, la hormona de la felicidad y de la saciedad.
9.- Proteo-Cenas. Cenar solo proteínas es una buena costumbre, pero intentando acompañarlas de verduras de bajo índice glucémico. Hay que evitar los hidratos de carbono, que se transforman automáticamente en acúmulos de adiposidad localizada.
10.- Horario inglés. ¿Cuánto tiempo hay que dejar pasar para irse a dormir después de la cena? Lo mejor, a ser posible es adelantar una hora los horarios de las comidas. Almorzar a la 1 de la tarde y cenar a las 8 es mucho más saludable y a la larga, se nota en la báscula.
11.- Sin gas, por favor. Por 'cero' que se empeñe en ser una bebida y sea cierto que el contenido calórico sea nulo, hay que tener en cuenta las burbujas. No engordan, pero pueden hinchar y provocar distensión abdominal. Lo mejor es huir hasta del agua con gas.
La fruta, mejor entre horas. Ingerirla con el estómago vacío beneficia la absorción de todas sus vitaminas. Si en alguna comida, se finaliza con fruta, las mejores son el kiwi y la piña.12.- Nos olvidamos del microondas. Además de que debemos evitar los alimentos precocinados, hay que tener en cuenta que someter a los alimentos a altas temperaturas hace que éstos pierdan vitaminas y principios activos.
13.- Cocina de temporada. Mucho mejor optar por productos de temporada. La que no lo es ha sido sometida a distintos procesos de conservación, lo cual no les beneficia, sino que les resta propiedades.
14.- Momento precama. Un reciente estudio demuestra que tomar 150 calorías en forma de proteína 30 minutos antes de irse a la cama, estimula en metabolismo y aumenta la masa muscular. Tiene su lógica, siempre y cuando esa proteína sea magra y se tome sola. Aporta aminoácidos que pueden servir para construir masa muscular.
15.- Picoteos 'happy'. Mejor evitarlos, pero si se va a hacer, mejor optar por aquellos que provoquen un chute de serotonina y endorfinas para que el ánimo no decaiga. Los más 'alegres' son el apio, el brócoli, los yogures, la avena, los cacahuetes y las espinacas.