La encuesta, realizada entre 2.000 adultos, apoya el lanzamiento del PicoWay, el láser con los picosegundos de energía máxima más breves del mercado. De manos de Syneron Candela llega el borrador más rápido de los tatuajes en falso.
Filias y fobias
A tenor de la encuesta, la cara es la parte menos deseable para tatuarse. Seis de cada diez personas calificaron como desagradables a estos tatuajes tan visibles. Además, las faltas de ortografía en el arte corporal demostraron también ser uno de los principales pasos en falso.
En general, los tatuajes realizados en nombre del amor a la pareja, como los de Khloe Kardashian o Brad Pitt, fueron considerados como la opción más desafortunada. Por el contrario, las escenas bíblicas que cubren los brazos y el pecho de David Beckham se valoraron como los más impresionantes así como los tatuajes con las chicas pin-up de la desaparecida Amy Winehouse y el tributo conjunto de Johnny Deep a Jack Sparrow y a su hijo.
El común de los mortales
El doctor Tapan Patel, de PHI Clinic y portavoz del láser PicoWay, constata que las ganas de tener un nuevo tatuaje tienden a desaparecer con el tiempo. "Tengo colas de pacientes en la clínica que desean eliminar los tatuajes, ya sea por equivocación, aburrimiento o por ensanchamiento del dibujo".
Los datos lo corroboran el 41% de los individuos encuestados, quienes manifestaron arrepentirse de su tatuaje. Entre ellos, uno de cada siete odia su tatuaje porque le recuerda a su ex pareja, mientras que un 31% lo hace por hortera, anticuado o pasado de moda. Los nombres de la pareja fueron citados como el motivo más desafortunado, seguido por aquellos otros producto de una broma o un desafío. Los tributos groupies a bandas o famosos, así como los diseños a gran escala fueron los peor parados, según el criterio de la mayoría de los encuestados.
La tecnología PicoWay
El PicoWay utiliza los impulsos de picosegundos más breves del mercado junto a los niveles máximos de energía para el tratamiento. Este láser de Neodimio Yag con dos longitudes de onda, 1.064 y 532 nanometros, respectivamente, tiene la capacidad de tratar con éxito la mayoría de tatuajes, incluidos los más difíciles de borrar.
Con impactos de energía un 40% más breves que los actuales, este láser ejerce una acción fotomecánica sobre el tejido, que descompone la pigmentación o la tinta del tatuaje en partículas más pequeñas. Estas partículas son fáciles de eliminar por las vías naturales del organismo. "La tecnología de impulsos de breve duración que utiliza PicoWay requiere un nivel de potencia inferior a los láseres tradicionales Q-switched, y además genera resultados clínicos en menos tiempo", según la doctora Tina Alster, directora del Instituto Washington de Cirugía Láser Dermatológica.